Vecinos del barrio Soeva, ubicado en Rincón de Milberg, realizaron movilizaciones en el centro del distrito y sobre la calle Dellepiane, que es la única a través de la cual los residentes pueden ingresar al lugar donde viven. Sostienen que el nuevo desarrollo inmobiliario impediría también que isleños puedan utilizar un muelle para conectarse con el continente.
El barrio, con más de 60 años de historia, se encuentra en Rincón de Milberg, junto al río Luján. Allí residen cerca de 70 familias que denuncian una «venta irregular» de la única calle que permite el acceso a sus hogares, señalando que no cumple con los procedimientos administrativos correspondientes. Además, solicitan una reunión con las autoridades municipales para obtener detalles sobre el proyecto inmobiliario en cuestión y su impacto, ya que hasta ahora no han recibido ninguna respuesta clara.
Con el objetivo de hacer visible su reclamo, los vecinos primero se movilizaron en el centro de Tigre y luego en la calle Dellepiane, en la intersección con la Ruta 27, que sería clausurada. En la protesta participaron tanto habitantes del barrio Soeva como vecinos de las islas del delta, expresando su preocupación por el avance del barrio privado y sus posibles consecuencias.
¿Qué reclaman los vecinos?
El principal problema que expresan los vecinos es que los privados que compraron el terreno donde antiguamente funcionaba un recreo del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (SOEVA), también hicieron lo propio con la calle de acceso a sus lugares de residencia: eso haría que la arteria se cerrara y se prohibiera la circulación pública por allí
Esta situación también afecta a los vecinos isleños ya que al cerrar la calle Dellepiane se suma también el de un muelle de uso público se encuentra dentro del terreno del futuro barrio privado. “En la gran mayoría de los complejos que están en la costa no se respeta el camino de sirga, que es algo que también reclamamos, pero puntualmente acá se trata de vecinos isleños que no podrán acceder a continente por ese lugar y deberán ir hacia Villa La Ñata o el centro de Tigre para hacerlo”, sostuvo un vecino.
Martín Ymaz, abogado y vecino del barrio Soeva se presentó en la movilización y explicó que: “hicimos una presentación el 28 de octubre al Municipio donde pedimos una cautelar administrativa y que se suspenda el avance del proyecto y al día siguiente, el 29, vinieron máquinas y camiones a talar árboles que tienen entre 80 y 100 años. Por eso el 30 denunciamos esta situación”.
“La venta de esa calle es irregular porque no cumple ningún procedimiento administrativo. La Ley de Suelos lo que prevé es que para poder desafectar algo de dominio público no debe estar en uso. Puede desafectar una calle en un baldío o que los frentistas estén de acuerdo. En caso de hacerlo, deben llamar a una licitación o con una compulsa de precios y sólo pueden venderlo a instituciones oficiales, como el Estado Nacional y Provincial, a una institución de bien público, no a un mega emprendimiento privado”.
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