Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) para divulgar la importancia de aplicar esta técnica para salvar vidas, en caso de ocurrir una emergencia.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una maniobra de emergencia que combina la respiración artificial (boca a boca o respiración de emergencia) con compresiones torácicas (es decir, sobre el pecho de una persona) para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus órganos vitales. Ayuda a mantener la circulación de la sangre y el oxígeno y aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia de los pacientes con paro cardíaco.
Un paro cardíaco y otros tipos de accidentes que ponen en riesgo la vida ocurren sin previo aviso y generalmente, son fatales si no se cuenta con atención inmediata. Por el contrario, si la reanimación cardiopulmonar se realiza de forma correcta y oportuna, las posibilidades de supervivencia mejoran considerablemente.
Por eso, los especialistas de DIM Centros de Salud, la Lic. Martínez Tejerina (MP 169689) y el Dr. Andrés D’Amico (MN 12924) explican en qué consiste esta técnica.
Los pasos a seguir en caso de un paro cardiorrespiratorio en el que se tenga que aplicar RCP a una persona en riesgo son:
- Evaluar el estado de conciencia de la persona, si respira, si tiene pulso. En caso contrario, iniciar las maniobras de RCP.
- Llamar a emergencias o pedir a otra persona que lo haga (Línea 107 o 911).
- Comprimir hacia abajo el tórax de la persona hasta hundirlo entre 5 a 6 cm.
- Colocar el talón de una de las manos en el centro del pecho a la altura de las tetillas. Las compresiones en niños son con una sola mano y la de bebés, con dos dedos.
- Con los brazos rectos comprimir fuerte y rápido a un ritmo de entre 100 y 120 compresiones por minuto.
- Seguir realizando compresiones hasta que la persona se recupere o llegue la ambulancia. Si hay cansancio o no puede seguir, intercambiar con otro individuo que continúe con la realización de las compresiones.
Una gran cantidad de víctimas de paros cardíacos suelen parecer sanas y es posible que no tengan ninguna enfermedad cardíaca notable o factores de riesgo. La reanimación cardiopulmonar puede mantener eficazmente el flujo sanguíneo y proporcionar oxígeno al cerebro y otros órganos vitales, de modo que la víctima tenga más posibilidades de recuperarse por completo. Si la reanimación cardiopulmonar se realiza dentro de los primeros dos minutos del paro cardíaco, la posibilidad de salvarse se duplica.
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