Cada 12 de octubre se celebra el Día Mundial de la Artritis Reumatoide. Esta es una enfermedad crónica que causa inflamación en todo el organismo y, por lo general, provoca dolor en las articulaciones.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 70% de las personas afectadas por esta enfermedad son mujeres, y el 55% son mayores de 55 años. Si no se recibe tratamiento, la artritis reumatoide puede causar daños significativos en las articulaciones y en los tejidos adyacentes, además de provocar complicaciones cardíacas, pulmonares y neurológicas.
Las principales enfermedades reumáticas son la Artritis Reumatoidea (AR), Síndrome de Sjogren, Lupus, la osteoporosis y la osteoartritis.
La artritis reumatoide es una enfermedad articular caracterizada por procesos inflamatorios que se presentan con hinchazón, dolor y una sensación de ardor. Aunque pueden inflamarse todas las articulaciones con membrana sinovial, las más afectadas suelen ser las de las manos y los pies.
El diagnóstico se basa en el examen físico, la radiología y el laboratorio como pilares principales. Existen muchas opciones de tratamiento, de hecho, es la enfermedad más estudiada del espectro reumático.
«Debemos pensar en AR más que nada en mujeres, con rigidez matinal, inflamación articular, sensación de cansancio y anemia. A menudo son derivadas por dolor de manos sin causa aparente», explica la profesional Lorena Mendiburo. Las lesiones articulares se previenen disminuyendo la inflamación, realizando FKT específica y realizando el tratamiento sin discontinuar.
Osteoporosis
Por otro lado, la osteoporosis es una enfermedad silente y no dolorosa. El estudio con el que se realiza el diagnóstico es la Densitometría Ósea.
«Las mujeres al dejar de menstruar y con la caída de las hormonas circulantes deben estar atentas y prevenir su aparición, también aquellas que han pasado por tratamientos oncológicos, con corticoides y las que por diferentes motivos fueron sometidas a histerectomías o dejaron de menstruar muy tempranamente», agrega la Doctora.
El estudio se realiza en mujeres postmenopáusicas o en aquellas que cumplen las condiciones mencionadas. Además, en los pacientes que se sospechan fracturas patológicas o por caídas y se encuentran con algún factor de riesgo para padecerla.
La salud ósea depende de la adecuada ingesta de nutrientes, calcio y vitamina D, del ejercicio y de las condiciones hormonales de hombres y mujeres.
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