Por Mercedes Cordeyro
Tigre es agua, verde, naturaleza, tierra que alberga el delta con su fauna y flora. Uno de los distritos más grandes y con más recaudación per cápita del conurbano bonaerense.
Tigre es también el lugar donde se creó una de las primeras cooperativas de reciclado que hoy es reconocida a nivel internacional: “Creando Conciencia” Dos galpones en el corazón del municipio, en la ciudad de Benavidez que concentran la clasificación de los residuos reciclables del distrito.
Tigre es además el mentor del programa RECICLÁ que invita a los vecinos a reciclar la basura de sus casas, la retira y cuenta con 100 eco puntos para ir a dejarla.
También Tigre es la tierra donde nació y creció Nordelta uno de los grupos de barrios cerrados más grande, exclusivo y conocido de Buenos Aires. “Un desarrollo que desde su concepción incorporó el tema de reciclado y sustentabilidad en su ADN”, como detalla Marcelo Cantón Director de comunicación de la Asociación Vecinal Nordelta (AVN).
Con tremendos ingredientes uno diría que la conciencia ambiental y la evolución del reciclado en el municipio es distintiva. Sin embargo el programa RECICLÁ TIGRE llevado adelante por el municipio presenta deficiencias que llevan a ralentizar el impacto positivo en el medio ambiente local y afecta así a los vecinos.
En los últimos meses comenzamos a investigar sobre el reciclado en Tigre. Empezamos a ver cómo era el proceso, quien lo llevaba a cabo, cuál era la conciencia ambiental del municipio. Comparamos qué pasaba en el programa privado de reciclado que lleva adelante Nordelta y qué hace el Municipio en la misma materia.
En una charla de una hora con el Director General de Separación de Residuos en Origen de Tigre, Edgardo Jalil pasamos de que, en los primeros minutos nos dijese sobre el programa RECICLÁ que “es asombroso el cambio cultural y como los vecinos estaban reciclando,…porque la gente se adaptó rápidamente, la gente clasifica, separa”. a que en los últimos minutos nos dijera lo contrario:“Podés tener la mejor promoción ambiental … Podés tener los mejores camiones, al mejor director, al mejor interno. Es que todo radica en que si el vecino no separa…es la pieza fundamental”. Los vecinos pasaron de ser grandes aprendices a ser los responsables de que el reciclado no sea mayor en Tigre.
¿Qué sucedió en el medio? Confrontamos el éxito aparente del programa que ellos muestran en las notas de prensa e informes de redes sociales con una comparativa de números que indica que el promedio mensual de recolección de residuos sólidos no viene creciendo significativamente año a año. Tampoco el reciclado per cápita. E incluso si se compara con otros programas gestionados de manera privada en el mismo distrito, la comparativa resulta altamente desfavorable. Pero en lugar de análisis y autocrítica para mejorar, la reacción del responsable fue responsabilizar al vecino.
Barrios cerrados vs. barrios abiertos
Los datos que le mostramos fueron los siguientes: Nordelta en su programa de sustentabilidad con sólo el 10% de los habitantes del municipio recicló en un mismo período casi lo mismo que todo el Municipio. Además tiene aproximadamente un promedio de 3,3 kilos por habitante de residuos sólidos reciclados mientras que Tigre tiene un 0,35 kilos es decir el 10%
Según Jalil Nordelta tiene mejores números porque empezó hace más de 10 años a reciclar. Pareciera que cada administración quiere resetear la historia. Reciclá Tigre no es el primer programa, Tigre lleva al menos 15 años reciclando con distintos nombres, como PURO Tigre o Tigre Recicla lanzados por parte del anterior intendente Sergio Massa con un gran evento en donde decía: “El crecimiento y el desarrollo deben incluir la sustentabilidad como criterio esencial, que es pensar a largo plazo”. Es que la campaña Puro Tigre enmarcaba varios ejes de trabajo y hablaba de ríos, aire, plazas, arroyos con un plan ambicioso según una nota publicada en el diario Zona Norte Online.
Todo este proceso sigue siendo para los vecinos una suma de promesas inconclusas. Si bien en la administración del actual Intendente Julio Zamora se construyeron nuevas plazas y se puso en valor espacios públicos, sobre el resto queda mucho camino por recorrer. Zamora explica que muchas de las cuestiones ambientales exceden su gestión ya que dependen de coordinación con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires o incluso con el Gobierno Nacional.
En lo que ellos pueden gestionar el está convencido que con la gestión de residuos que hacen “viene creciendo año a año y además contamos con una cooperativa modelo a nivel intencionalidad”. Sin embargo según los datos abiertos publicados por Tigre en 2021 se reciclaron promedio mensual 126.500Kg Mientras que en 2022 fueron 122.400 Kg y la proyección de 2023 daba 115.00 Kg a pesar de haber invertido en educación y en incrementar la cantidad de zonas verdes de recolección de residuos.
Los vecinos tienen voz
Al consultar a los vecinos sobre qué conocen del programa de Reciclado en Tigre y su efectividad el 70% comentó que no conoce nada o muy poco o que tienen dudas sobre su efectividad real.“Yo en mi caso reciclo pero realmente no sé qué pasa después y me genera duda”, detalla Santiago, un vecino de Nordelta. “Yo estoy en Tigre, y no tenemos mucha idea del reciclado. Consumimos lo que podemos, no conozco el programa y me interesaría conocer un poco más!”, explica Verónica una vecina de Tigre centro.
En las redes sociales @ReciclaTigre comunica cómo reciclar y todo el trabajo que hacen a nivel educación, sin embargo es común ver los comentarios de la gente reclamando las deficiencias del servicio: que el camión no pasa, que dejan tiradas las bolsas y las rompen los perros, que no hay suficiente ecopuntos. Sin ir más lejos en una publicación de mayo una vecina @ludlima10 escribió: “Coincido con la gente que no siempre pasan y los eco puntos deberían ser en más lugares y recogerlos antes que desborden… Les pido sea una política e inversión real y no puro marketing para quedar como un municipio ecológico, cuando en realidad, hay decadencia en este punto, en la limpieza de ríos, costaneras, etc.”
El partido de Tigre tiene una población de 446.949 habitantes de acuerdo a los resultados del Censo 2022, lo que indica que tuvo un aumento poblacional de 18,75% con relación al conteo censal anterior. Es un municipio en constante crecimiento y con muchos vecinos nuevos mudados a la zona gracias a la enorme cantidad de desarrollos inmobiliarios.
Aunque en esencia sencilla, lograr reciclar y lograr la adecuada gestión resulta una tarea altamente compleja. “Un eslabón importante es el destino sustentable y el programa de Tigre no hubiera funcionado tan bien si no existiese la cooperativa Creando Conciencia”, puntualiza Jalil
Jalil, a medida que repasó la historia del programa y su crecimiento también detalló la importancia de la transparencia en la información “cuando vos vas a un lugar y le decis de hacer algo, quiere saber por qué”. Es así que el programa RECICLA cuenta con una web y sus redes en donde mes a mes se informa la cantidad de kilos reciclados y se publican los certificados que deben emitirse al respecto.
De enero a octubre de 2023 Tigre recolectó un estimado de 137.000 kilos de basura promedio por mes a reciclar según lo publicado en sus redes sociales, aunque sus certificados de tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos publicados en el sitio web detallan un 30% promedio menos de ese valor.
Según Jalil esa dispersión estaría dada porque “Lo que se recolecta en los ecopuntos no está registrado, se envía a una planta social al Ceamse en lugar de a la cooperativa. Y ellos no dan certificado. Sin embargo en una gacetilla de prensa enviada por el municipio a los medios locales en marzo el municipio detalla “Los residuos acopiados en los contenedores son recolectados …y llevados a la Cooperativa Creando Conciencia, en la localidad de Benavídez”. Casualidad o causalidad los certificados dejaron de ser publicados en dicha web en marzo coincidiendo con la fecha en la que se realizó la entrevista con el director del área.
Un eslabón clave: “Creando Conciencia”
“Creando Conciencia” nació de la idea de dos vecinos de Santa María de Tigre, uno de los primeros barrios cerrados de Nuevo Delta. “Se dedica a recolectar, separar, clasificar y reciclar residuos, con dos grandes objetivos: cuidado ambiental y reinserción laboral. Fue creada en 2005 y cuenta con 72 socios: clasificadores, promotores ambientales, y recolectores en diversos barrios Tigre y empresas”, detalla Ramiro Martinez fundador y actual director de la cooperativa.
Con el tiempo la cooperativa dió un paso más hacia la economía circular “hoy somos fabricantes de productos: muebles de exteriores principalmente, realizados a partir de los residuos plásticos recuperados; útiles escolares, perchas y broches para la ropa producidos con telgopor reciclado”, cuenta una de las socias más antiguas de la cooperativa que hoy trabaja en el área de la carpintería.
La Cooperativa Creando Conciencia es un eslabón común entre el reciclado público que realiza el municipio y el que realizan barrios cerrados como Nordelta. Cuando la visitamos nos encontramos con un grupo de bolsones y un volquete de gran volúmen: todo ello “es la suma de material que esta planta no podrá procesar porque no cuenta con compradores y partirá hacia el CEAMSE para ser, con fortuna, clasificado en otra planta”, detalla Vanesa Flores responsable de la planta. Son cajas de tetra pak, envases de galletitas, sachet de leches y plásticos. Materiales que quienes reciclamos sabemos que tienen posibilidad de ser reutilizados.
Ella fue también quien nos contó que “vemos que lo que llega de los ecopuntos y de las casas, viene cada vez mejor tanto de lo que recolectamos nosotros en barrios cerrados como de lo que trae Tigre”, o sea que la calidad del reciclado pareciera mejorar con la educación y también confirma que sí llegan allí los ecopuntos. Sorprende estar cerca de tanta basura y no sentir nada de olor feo.
Se puede observar a la derecha fardos de material ya listo para ser vendido. Al fondo, 2 personas trabajando en la compactación de latas. En la esquina opuesta un camión descarga bolsas verdes que raudamente 2 personas agachadas en el piso comienzan a romper a mano y clasificar en una primera instancia su contenido retirando lo que a simple vista no pueden procesar en esta planta. Luego unas 6 personas formadas a ambos lados de una cinta reciben la preclasificación y reparten en bolsones: papel, cartón, plástico de color, botellas, vidrio, plastico blanco, metal y aluminio.
Finalmente Rey uno de los recuperadores urbanos, conocidos como cartoneros que fue de los primeros en sumarse hace 15 años dejando así las calles, mueve los bolsones para acercarlos a la máquina adecuada para ser compactados y transformados en los fardos que vemos al inicio.
A pesar de la excelente labor de la cooperativa y su enorme evolución resulta difícil pensar en la escalabilidad del proceso si se aumentase notablemente la cantidad de reciclado per cápita en Tigre. Es aquí donde se encuentra otro punto débil en el programa: en lugar de poder seguir evolucionando en más empresas que compran este material, o trabajo conjunto con asociaciones que puedan transformar estos materiales o crecimiento con nuevas plantas clasificadoras por parte de Tigre, lo que sucede es que lo reciclado, vuelve a ser basura.
Tigre se caracteriza por ser un destino turístico ligado a los recursos naturales: “Un paraíso ecológico en el que la armonía con la naturaleza, y este equilibrio es percibido inmediatamente por quienes lo visitan” como lo describe el Municipio en su página de turismo. Esto hace que sea un escenario contextual clave para tener presente la importancia del cuidado de los recursos naturales.
Pero para Jalil ex tornero que cuando se quedó sin trabajo de su oficio, comenzó a trabajar en la Cooperativa Creando Conciencia en la cual aprendió mucho sobre la recuperación de residuos, para luego asumir el cargo de Director del área de recolección de residuos en Tigre su visión es que: “yo trabajo en recolección, no en medio ambiente”, como él mismo disocia.
Y eso queda resonando. ¿Se puede disociar?¿Es esto parte del problema? Y si así fuere…la recolección al menos debería tener cada vez menos errores o reclamos y no lo que se muestra en las redes como ejemplo de lo que muchos vecinos comentan.
Bajo su área en RECICLÁ Tigre además de los camiones y corredores trabajan 20 promotores ambientales que recorren casas y escuelas para educar. Un ejemplo de esto es el caso Manuela Conte, una jóven vecina de 23 años que en el colegio aprendió a reciclar y poco a poco educó a toda su familia sobre cómo hacerlo. Con los años avanzó en compostar y enseñar a compostar en las redes. Hoy concluyó de cursar en la Universidad de San Martín Ingeniería en Energías.
Educar es una tarea esencial a la hora del éxito o fracaso de los programas y que hoy adeuda un importante cambio para lograr incrementar los volúmenes de reciclado. Tal vez otros mecanismos de comunicación podrían ser clave sin embargo para Jalil eso tampoco es su área. Eso lo maneja la Secretaría de comunicación como si cada eslabón fuera un casillero estanco.
Cuando se recorre un poco más el distrito se ve basura acumulada en las banquinas y las cunetas o cuando se cruzan los ríos como el Reconquista, el Canal de los Remeros o el Arroyo Las tunas se ve una enorme cantidad de basura flotando sin cuidado por sus aguas; preocupa pensar que no es suficiente el enfoque acotado que parece quedar en titulares.
Sofía Bravo concejal por el partido Juntos de Tigre Comentó que desde su espacio vienen desarrollando diversas propuestas en torno a temas relacionados con el medio ambiente. Sin embargo las ordenanzas municipales dictadas en el Honorable Concejo Deliberante poco hablan del tema. En los últimos cinco años se han publicado sólo 3 ordenanzas: una prohibición relacionada a la no utilización de plástico de un sólo uso, la adhesión a la hora del planeta y una ordenanza del 2019 en relación a los humedales. Una ex funcionaria de Tigre del anterior mandato de Zamora también detalló que “El programa recicla estaba mal gestionado, la gente rotaba cada dos por tres y por eso era imposible hacer algo serio”
En junio Tigre celebró el día del medio ambiente y el intendente declaró “Es importante que la comunidad de Tigre ponga en agenda ciudadana la crisis que vivimos en función al ambiente. Podemos revertirla porque no está determinada; por ejemplo con participación, con concientización y con la voluntad de toda la sociedad para vislumbrar un mundo mejor y más humano”.
El caso de Nordelta
Nordelta nace en 1999 y hoy constituye un núcleo urbano, que cuenta con más de 45.000 habitantes en más de 24 barrios, 50 consorcios, una amplia comunidad educativa, centro médico, polo comercial, áreas náuticas, un completo club deportivo, y la zona central donde se ubican la Iglesia Católica, el Templo Judaico y se está construyendo una gran clínica médica y varios edificios.
Cuenta con una Gerente de Medio Ambiente, Fernanda Bonetto. Ella tiene una Diplomatura en Gestión Ambiental Sostenible y Naturaleza y un Posgrado evaluación de impacto ambiental y trabaja articuladamente para que la ciudad sea cada vez más eco consciente. Según comentó Nordelta tiene un plan y una metodología que se va implementando y un informe de sustentabilidad que permite analizar lo realizado y crear nuevos objetivos de cara al futuro. Particularmente en 2023 se hizo foco en una campaña para reforzar el reciclado y se crearon videos donde bajo el lema Nordelta Sustentable mostraron las consecuencias para la naturaleza de no separar los residuos.
“Nordelta tiene compromisos de sustentabilidad en lo que hace a la disposición de residuos. La Ciudad tiene sistemas diferenciados de recolección según la categoría de esos residuos: húmedos, reciclables, verdes, grandes volúmenes, artículos especiales (aceite, pilas, electrónicos, etc)”, detalla AVN en su informe anual de sustentabilidad de 2023. Dicha asociación es quien administra Nordelta y equivaldría a un “municipio privado”
Según el último informe de cierre de su área de Sustentabilidad indica que entre enero y octubre 2023 lograron recolectar 134.900 kg promedio por mes. Es decir apenas un 1,5% menos que todo el distrito siendo sólo el 10% de la población de todo Tigre.
En cuanto al porcentaje de rechazo el mismo bajó de 19 a 16% de 2022 a 2023, es decir que en Nordelta se están separando mejor los residuos. Respecto del Municipio y su programa recicla este valor sería un 50% menor.
Cuando se recorren sus calles se ven claramente las bolsas verdes de reciclado “En mi caso comencé a reciclar cuando me mudé acá, en gran parte porque mis hijos iban al colegio y desde chicos les enseñaban a reciclar y así comenzamos a hacerlo en casa”, detalla Laura Fernández vecina de la Alameda, Nordelta. Siendo una zona en donde la mayoría de sus habitantes tienen un nivel de educación medio o alto, es esperable que la conciencia ambiental y la mejora constante en términos de programas de reciclado sea alta.
El entorno cuidado, limpio y mantenido también sirve de ejemplo e incentivo para poner el foco en la importancia del cuidado de la tierra, el agua y el aire. En contraparte el alto nivel de capacidad de consumo hace que se genere también un mayor volumen de residuos sólidos en promedio per cápita.
Las comparaciones suelen ser antipáticas pero en este caso al comparar gestiones públicas y privadas en mismo territorio con datos numéricos concretos generados por la misma fuente, resultan reveladoras.
Un camino hacia un plan de reciclado en evolución
El reciclado es en síntesis una suma de pasos con el fin de transformarse realmente en una economía circular: las personas que eligen qué consumir y las empresas que generan basura, los municipios que se encargan de la recolección, los que la procesan, y los que compran lo procesado para reutilizarlo.
Esto requiere de la articulación del individuo, de los colectivos, de las áreas de gestión e incluso de la invitación al trabajo conjunto con otros organismos como fundaciones y empresas. Y sólo es posible si desde el estado municipal hay una visión amplia y este funciona como un gran director de orquesta para lograr la sinfonía adecuada en torno a estos procesos.
La suma de buenas voluntades no es suficiente a la hora de tratar un tema tan crucial como el del reciclado como parte de un plan de cuidado del medio ambiente. La idoneidad en la materia es fundamental.
Llevar adelante un plan escalable y prolijo. Escalar en cantidad de barrios donde se retira la basura puerta a puerta pero a conciencia de poder estar realizando correctamente dicha tarea. Escalar las plantas de procesamiento de residuos ya sea replicando la tarea de la cooperativa o fomentando su crecimiento con apoyo concreto.
Incentivar a las empresas a comprar material reciclado a través de distintos mecanismos. Funcionar de eslabón entre las partes por ejemplo las cooperativas y las fundaciones que utilizan material reciclado. O crear emprendimientos con material reciclado.
El fin último se entiende que es el cuidado del medioambiente, así lo dice la ley 25. 916 de gestión de residuos domiciliarios en su artículo cuarto. Cuando se habla de preservar el planeta y generar menor consumo de recursos innecesarios algunos ven la arista del cuidado de la tierra, el aire y el agua. Otros ven la posibilidad de desacelerar procesos industriales, otros la mejora que se puede realizar reutilizando materiales. Otros miran a otro lado y prefieren seguir en la práctica expansiva de consumo y consumo sin medir las consecuencias. Lo cierto es que ese último camino no es viable, al menos si se quiere preservar los recursos naturales. Pero también es cierto que la educación juega un rol fundamental en esta tarea.
Pueblos no educados en lo básico no pueden ver más allá de sus necesidades básicas. A medida que se educa más, se puede educar mejor, se puede ampliar el espectro de educación.
La educación en escuelas y colegios desborda en las casas y en el entorno y ayuda a fijar valores. Tanto los programas de Tigre Recicla como Nordelta sustentable saben de la importancia de esto y realizan tareas para educar. La clave sería amplificar con comunicación y marketing este tipo de educación de cara a una mejor llegada del mensaje.
¿El contexto hace la diferencia? Por menos educado que se sea, o menos ejercicio de reciclado que se tenga, no es lo mismo caminar por calles y plazas impolutas, ver arroyos limpios y ríos claros a caminar en un entorno de desidia y descuido. Sin duda avanzar y ver todo pulcro incita más a no tirar basura y a cuidar más el espacio.
Sería como predicar con el ejemplo. De qué sirve reclamarle al vecino que no recicla si el vecino mira sobre su hombro y ve a su alrededor alcantarillas llenas de basura.
El mensaje debe ser claro y debe ser parte del contexto. Sino sólo son frases marketineras para llevar casilleros del manual básico de gestión municipal y lo que los ciudadanos necesitan es acción real y concreta. Necesitan coherencia en el discurso y acción.
En síntesis el reciclado en Tigre requiere de una gestión más coordinada y transparente, con un enfoque en la mejora de los procesos, mejor comunicación y educación. La experiencia de Nordelta muestra que es posible alcanzar resultados superiores con idoneidad, un compromiso sostenido y una infraestructura adecuada.
La decisión, la pasión, la medición y el trabajo planificado son realmente claves para mejorar nuestro mundo, nuestro ambiente, el de cada vecino y así lograr un programa de reciclado que evoluciona, que es a largo plazo y que nos devuelva el VERDE COLOR ESPERANZA.
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