29 de agosto: Día del árbol

El 29 de agosto se conmemora el Día del Árbol, una fecha que si bien no es de las más conocidas, obliga a poner el foco en la conservación y regeneración. Frente a la dramática deforestación local y global (cada 2 segundos se destruye una superficie equivalente a una cancha de fútbol) es importante destacar este día. 

día del árbol

Los árboles, como es bien sabido, oxigenan el aire, protegen el suelo y mitigan los efectos del calentamiento global, entre otras funciones cruciales. La conmemoración fue sugerida por el Dr. Estanislao Zeballos, uno de los más renombrados intelectuales de la generación del 80, conocido por su labor como jurista, periodista y político. 

El Día del Árbol, sin embargo, no se originó en Argentina. Suecia fue el primer país en establecer esta conmemoración en 1840, destacando su conciencia sobre la importancia de los recursos forestales, el cuidado de los árboles y la necesidad de promover la protección del medio ambiente.

Un problema ambiental y social

El avance de la deforestación en el norte de Argentina se convirtió en una gran problemática ambiental y social ya que según el último informe de Greenpeace, durante 2023 se perdieron 126.149 hectáreas de bosques nativos, un 6,2% más que en 2022. A nivel mundial, la organización señaló que se pierde una superficie de bosque similar a la de una cancha de fútbol cada dos segundos.   

Según información del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2022 se perdieron aproximadamente 7 millones de hectáreas de bosques nativos en el país, una extensión comparable a la de la provincia de Formosa.

A esto también se suma que en los últimos 4 años aumentaron los incendios forestales, y eso agrava las consecuencias del cambio climático, que van desde más inundaciones y desertificación hasta extinción de especies, desalojos de comunidades campesinas e indígenas y aparición de enfermedades. 

Cerca del 75% de los desmontes se concentran en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa. Esto afecta principalmente a los bosques del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica y una de las regiones más biodiversas del planeta, con 3.400 especies de plantas, 500 aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y 100 anfibios.

El rol de las Climatech

Frente al drama de la deforestación, nacieron varios proyectos tecnológicos para conservar y regenerar bosques y biodiversidad en la Argentina. Una de las más destacado para lograrlo son las de “Climatech”.

Muchas de estas empresas son startups que usan principalmente la tecnología para poder mitigar algunas de las consecuencias del cambio climático. El objetivo es la transformación hacia una sociedad y forma de vida regenerativa, para alcanzar un mundo viable y deseado. Estas empresas se dedican a identificar zonas que requieren conservación y brindan oportunidades de regeneración, plantan árboles y cuidan que no se deforeste.

Estos proyectos se financian principalmente con la venta de créditos a empresas que deben compensar su huella de carbono.   

Conservar el Gran Chaco y las comunidades 

Un ejemplo es Nativas, una empresa creada en 2022 que promueve la integración de la naturaleza en la agricultura. Junto a otras organizaciones, lanzó el proyecto Bosque Vinalito para preservar y regenerar los bosques nativos del Gran Chaco, vitales para el medio ambiente y las comunidades locales.

Este proyecto no solo tiene un impacto ambiental, sino que también busca promover la educación y el desarrollo social. Beneficia a las 70 familias de la Cooperativa Fraile Pintado mediante empleo, enfoque de género y el Pago por Servicios Ambientales (PSA). 

El proyecto incluye la creación de «empleos verdes» para restaurar el bosque y sus servicios ecosistémicos, con un invernadero que produce 12,500 plantines al año y la venta de créditos de carbono.

Nativas también lleva a cabo otros proyectos similares, como Cuenca del Ludueña en Rosario, Los Tilos en Correa, Quercus, La Palmina, Sundt en Las Rosas, Bosque Conciencia en Río Negro, y Bosque Las Campanas en Uruguay. Estas iniciativas permiten a las empresas participar en acciones climáticas y regeneración de ecosistemas, manteniendo su rentabilidad.

De la Selva Paranaense al mundo

Otro ejemplo es Nideport, una empresa enfocada en la restauración ecológica y la conservación de la biodiversidad, con un fuerte énfasis en la responsabilidad social. Se dedica a restaurar bosques altamente degradados, involucrando a las comunidades locales y generando créditos de carbono de alta calidad para mitigar el cambio climático.

Su meta es restaurar y conservar 45 millones de hectáreas. Para esto ya ha iniciado el Proyecto Selva Paranaense Vida Nativa en Misiones, abarcando 22,878 hectáreas de bosque atlántico y capturando 2,455,977 toneladas de carbono. Utiliza tecnologías satelitales y drones para monitorear el área, previniendo incendios, intrusiones y tala ilegal.

El proyecto se encuentra cerca de la comunidad indígena Tekoa Alecrin, con la que Nideport ha establecido una Consulta Previa, Libre e Informada (CPLI) para respetar su cultura y mejorar sus condiciones de vida. En 2023, se plantaron 15,000 plantines nativos y se repetirá la cifra en 2024.

Este tipo de iniciativas subraya la creciente importancia de mitigar el cambio climático y preservar la biodiversidad, recordando en el Día del Árbol el valor crucial de los bosques y la necesidad de conservarlos y regenerarlos.

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