El 7 de mayo es el Día Mundial del Asma. El lema elegido para este año es «La educación sobre el asma empodera» y busca destacar la necesidad de educar a las personas con asma para controlar su enfermedad y reconocer cuándo buscar ayuda médica.
El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles, señala la OMS. Afecta a niños y adultos y es la enfermedad crónica más habitual en la población infantil.
El Dr. Matías Baldini, médico especialista en Neumonología de DIM CENTROS DE SALUD, explica que “es un padecimiento que afecta a los pulmones. Es una de las enfermedades de duración prolongada más común en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla. Causa sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos durante la noche o temprano por la mañana. Cuando la persona tiene asma, tendrá la enfermedad todo el tiempo, pero sufrirá ataques solamente cuando algo afecta sus pulmones”.
El profesional agrega que, durante un ataque de asma, las paredes de las vías respiratorias en los pulmones se inflaman, lo cual hace que las vías se vuelvan más estrechas. Menos aire entra y sale de los pulmones, y el cuerpo produce una mucosidad que obstruye aún más las vías respiratorias. Se puede evitar cuando se reconoce los signos de advertencia, se elude el contacto con las cosas que lo pueden causar y se sigue las recomendaciones del médico. “Cuando controle el asma: no tendrá síntomas como sibilancias o tos; dormirá mejor; no se ausentará del trabajo o la escuela; podrá participar en todas las actividades físicas y no tendrá que ir al hospital”.
Un ataque de asma puede ocurrir sin aviso previo, aunque existen ciertos factores “desencadenantes del asma”. Algunos de los más frecuentes son: humo del tabaco, ácaros del polvo, contaminación atmosférica, alérgenos de cucarachas, mascotas – se recomienda bañar a las mascotas todas las semanas y asear sus espacios, para evitar la circulación de pelos – moho, humo de la quema de madera o pasto.
Otros desencadenantes pueden ser las infecciones asociadas a la influenza (o gripe), resfríos, el virus respiratorio sincicial, las sinusitis, las alergias, inhalar algunos químicos, la acidez estomacal, el ejercicio físico, algunos medicamentos, el mal tiempo (como las tormentas eléctricas o una humedad alta), inhalar aire frío y seco, algunos alimentos, aditivos y fragancias. Las emociones fuertes pueden causar una respiración muy rápida, llamada hiperventilación, que también puede causar un ataque de asma.
Para controlar el asma y evitar un ataque, hay que tomar los medicamentos de la forma indicada por el médico y mantenerse lejos de las cosas que pueden desencadenar un ataque. No todas las personas con asma toman el mismo medicamento. Algunos se pueden inhalar o aspirar y otros se pueden tomar en forma de pastillas. Los medicamentos para el asma son de dos tipos: alivio rápido, controlan los síntomas de un ataque de asma; y de control a largo plazo, ayudan a reducir el número de ataques y a que estos sean más leves, pero no ayudan en el momento de un ataque.
Por su parte, la Dra. Roxana Godoy, Neumóloga de DIM CENTROS DE SALUD, agrega que el primer paso es reconocerla, saber que se puede tener asma y poder actuar en consecuencia. Por eso, pone especial atención en los estudios que se necesitan para detectarla, como la espirometría y otras mediciones de volúmenes pulmonares.
“Hoy en DIM Centros de Salud podemos utilizar el Mini Box, un dispositivo móvil que nos permite diagnosticar y hacer el seguimiento de enfermedades respiratorias con mayor comodidad y accesibilidad para todo tipo de pacientes. Este módulo – patentado de pletismografía de escritorio – es el primero de su tipo para realizar pruebas de función pulmonar completa en cualquier entorno clínico. Es decir, al no tener que usar cabina, es posible realizar el estudio en pacientes con características que podrían impedirles hacerlo en situaciones habituales (pacientes obesos o claustrofóbicos, por ejemplo)”, explica la Dra. Godoy.
“El “Mini-Box” incluye espirometría y medición de volúmenes pulmonares sin gas y sin cabina, así como la prueba de difusión pulmonar de monóxido de carbono. La fácil portabilidad del equipo, es de gran ayuda en la práctica clínica, ya que permite realizar estudios con mayor comodidad para el paciente. Este tipo de estudios pulmonares pueden ser solicitados por el profesional para el tratamiento y control del asma, bronquitis crónica y EPOC, entre otras afecciones respiratorias”, completa la profesional.
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