La sede nordelteña del colegio Michael Ham instaló paneles que generan 100 kw de electricidad: cubren el 55% del consumo de sus instalaciones. Son 182 paneles generadores los que han sido incorporados a sus instalaciones. Con esto el colegio produce hasta un 55% de la energía eléctrica que consume.
“Apostamos a la sustentabilidad y a cuidar la integridad de la creación, en línea con la identidad pasionista del Michael Ham -dice Lucía Monsegur, Directora ejecutiva de la Fundación Colegio Michael Ham-. Consideramos que no es sólo una conversión ecológica, sino una conversión comunitaria. Si no lo hacemos juntos, el impacto no se ve”
Con una garantía de generación de 25 años en los paneles, el colegio disfrutará de energía renovable por décadas. La obra consistió en la instalación de 182 paneles Trina, un inversor Growatt Max 80 KTL 3 LV, soportes coplanares de acero galvanizado, protección integral y un sistema de monitoreo Growatt Shine Wifi-X.
Alumnos “Green Team”
“Empezamos una campaña para hacer un cuidado integral de la sede y sus recursos. Este es el segundo paso que da el colegio, porque en julio de 2021 ya se instalaron paneles en la sede de Vicente López” detalla Cecilia Moglio, Gerente de desarrollo y comunicación en Michael Ham.
Los paneles solares están registrados en un dashboard interactivo que se utiliza en las distintas clases con los estudiantes del Michael Ham.
“Nuestros alumnos son los ciudadanos del mañana. Tenemos un equipo que es el Green Team -guardianes de la tierra-, que se ocupan del reciclado y crean conciencia con sus compañeros de clase. El reciclado se coloca en el punto de recolección de la Avenida de los Colegios, y es tratado por la ONG Creando Consciencia” explica Lucía Monsegur.
En el plan de Reciclar, Reutilizar y Reducir, el colegio fue también por la tercera “R”. Por iniciativa de los alumnos en el comedor no usan más botellas plásticas. Cambiaron la modalidad y ahora hay jarras y vasos, rechazando las botellas de plástico. Una acción más para cambiar hábitos de consumo y reducir la huella de carbono.
El desafío de la instalación
“En el caso del Michael Ham el desafío de la instalación fue el techo a dos aguas, pero se trabajó con mucho cuidado. La generación distribuida (de 0 a 2000 Kilowatts) tiene una instalación simple, y su mantenimiento depende del entorno; en el caso de Nordelta es muy limpio el ambiente, entonces no requiere un limpiado excesivo” confirma Ayanz.
“Se está planificando la colocación de un medidor bidireccional que permitiría que la energía que no se consume en el colegio se derive a la red y sirva para ser utilizada por otras personas -añade Ayanz-. Cuando el colegio no utilice la energía de la red, el transformador estará más holgado para seguir repartiendo a la sociedad. Es una colaboración con la problemática de los cortes de luz”.
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