Monseñor Guillermo Caride asumió como futuro obispo coadjutor de la Diócesis de San Isidro, designado por el Papa Francisco. Allí, ponderó la labor mancomunada entre el Gobierno local y la Iglesia en pos del fortalecimiento y bienestar de la comunidad.
«Estuvimos presentes acompañando este nombramiento tan importante para toda la Diócesis y los creyentes. La idea también fue recibir el mensaje de esperanza en el contexto en el que estamos y, de alguna manera, la sed que tenemos de que aquellos hermanos que la están pasando mal lo puedan revertir. Para ello, los que estamos en la política debemos estar cercanos con la gente y sintiendo lo que está sucediendo en nuestras comunidades», puntualizó Julio Zamora, Intendente de Tigre presente en la misa celebrada en La Catedral de San Isidro.
La ceremonia se llevó adelante en horas de la noche y contó con la presencia del actual presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Oscar Ojea, autoridades políticas nacionales, provinciales y municipales, representantes de fuerzas de seguridad y fieles. Cabe destacar que con este nombramiento, Caride sucederá en el cargo al actual obispo – Monseñor Ojea – cuando la Santa Sede lo disponga.
«Cuando hay eventos importantes en la Iglesia siempre es fundamental la presencia de las autoridades que representan al pueblo; eso de alguna manera acerca a la gente a nuestros espacios. Eso le agradecí al intendente Julio Zamora», expresó Ojea y dijo: «El mensaje que tenemos que dar es de solidaridad; en los momentos de crisis es donde sale a relucir ese aspecto de las personas. No podemos darnos por vencidos en ese sentido».
Caride nació en la ciudad de Buenos Aires, el 25 de mayo de 1962. Fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1986 por el entonces obispo de San Isidro, monseñor Alcides Jorge Casaretto. Luego, se desempeñó como obispo titular de Giomnio el 26 de octubre de 2018.
La Diócesis de San Isidro comprende los partidos de la Provincia de Buenos Aires de Tigre, San Fernando, San Isidro, Vicente López y las secciones 1, 2 y 3 del Delta bonaerense. Se divide en 67 parroquias y alcanza una población total de 1,253,170 habitantes, de los cuales 1,190,250 son católicos.
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