El chicle y la ansiedad. Este 13 de enero, el mundo celebra el Día Mundial del Chicle, esa golosina tan popular que ha conquistado paladares y se ha convertido en compañera diaria de muchos. Aunque asociado con placeres efímeros, el chicle también ha generado preguntas sobre sus posibles beneficios y riesgos para la salud.
Chicles y la ansiedad
El chicle puede surgir como un aliado para disminuir la ansiedad y estimular la salivación. Sin embargo, el departamento de Nutrición de DIM Centros de Salud, advierte que no deberíamos depender de esta golosina como una herramienta para manejar la ansiedad a largo plazo. Explorar estrategias terapéuticas es una buena opción ante estos ataques de ansiedad.
Sensación de saciedad
Estudios científicos sugieren que masticar chicle podría tener efectos positivos en el control del apetito, brindando una sensación temporal de saciedad. Sin embargo, se enfatiza que esto no reemplaza la necesidad real de una alimentación equilibrada.
Además, el chicle al no ser un alimento real, puede introducir aire en el organismo, provocando inflamación y aumentando el riesgo de consumir edulcorantes en exceso, con posibles efectos laxantes.Hay que tener en cuenta que masticarlos por tiempo prolongado produce aerofacia.
El chicle y los niños
En el caso de los niños, el consumo de chicle merece especial atención. Los chicles con azúcar pueden provocar caries y otras afecciones. Es crucial asegurarse de que los niños sean lo suficientemente mayores para evitar el riesgo de atragantamiento.
Fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana es clave, y el chicle no debería utilizarse para silenciar las señales naturales de hambre y saciedad.
Fuente: DIM Centro de Salud.
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