80% de la otitis en niños se produce en verano. Se acercan las vacaciones de verano, la colonia o la pileta y te contamos que es la otitis que se produce en los niños y más que nada en verano. También, te contamos su tratamiento y cómo podes prevenir esto.
La otitis
La otitis es una inflamación externa que compromete la piel del conducto auditivo externo, generalmente de causa infecciosa. En un 90% de los casos tiene una etiología bacteriana y también puede ser de origen bacteriano y puede ser denominada otitis externa difusa u odio del nadador.
Si bien cualquier persona puede tener otitis, es mucho más frecuente en niños de entre 5 y 12 años de edad y cinco veces más frecuente en nadadores. 80% de la otitis en niños se produce en verano. Si bien no se la considera una enfermedad grave, produce una importante molestia, ya que causa mucho dolor.
Algunas de sus causas más comunes de infección es el exceso de humedad atrapado en el conducto auditivo externo que se produce, especialmente en esta época del año, por mayor contacto con el agua, ya sea duchas, natación u otros deportes acuáticos.
Patria de las causas posibles son la limpieza excesiva con elementos no apropiados que generan traumatismos locales.
Síntomas
El primer síntoma que produce la otitis es el dolor agudo en el oído que suele estar acompañado de calor en la zona y dolor al masticar. También, puede aparecer hipoacusia o sensación de tener el oído tapado.
La fiebre es menos frecuente en estos casos que la otitis media aguda.
Tratamiento y prevención
Una vez diagnosticada la otitis es importante indicar antiinflamatorios y calor local para aliviar el dolor. La gran mayoría de los casos se resuelven con gotas óticas de antibióticos.
Algunas recomendaciones para prevenir la otitis
– Secar la parte externa del oído y la entrada del conducto al salir del agua.
– Antes de las vacaciones, someterse a una limpieza por parte de un profesional sanitario en caso de predisposición a formar tapones de cera o queratina.
– Si fuera necesario, utilizar un secador de pelo a una distancia prudencial para secar el oído.
– Usar tapones o gorros de baño para reducir la posibilidad de entrada de agua en los oídos.
– No usar hisopos u otros elementos similares para limpiar o rascar el oído.
Fuente: DIM Centros de Salud.
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