Zamora y Monseñor Ojea unidos. Julio Zamora y Monseñor Ojea firmaron un convenio para fortalecer la ayuda en sectores vulnerables con foco en las adicciones. El acuerdo se llevó a cabo en Los Troncos del Talar entre el Municipio de Tigre y el Obispado de San Isidro.
El objetivo del acuerdo
El acuerdo tiene como objetivo acompañar económicamente a los centros barriales locales que se dedican a la contención y recuperación de jóvenes en condición de vulnerabilidad social.
En el Centro Barrial Casa del Joven en Tronco del Talar, el intendente Julio Zamora y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea, firmaron un nuevo convenio para fortalecer la ayuda en sector vulnerables de Tigre, con foco en las adicciones. Estos espacios surgieron a través del trabajo conjunto, con el objetivo de dar contención y recuperación de jóvenes en condiciones vulnerables.
Municipalidad de Tigre
Zamora y Monseñor Ojea unidos. Julio Zamora afirmó que es un convenio muy importante, ya que en nuestra municipalidad, todas las casas que se denominan Hogares de Cristo, que brindan atención a personas con conflictos de consumo problemáticos, puedan tener una asistencia. De esta manera, la Municipalidad podrá brindarles una ayuda económica para el establecimiento de operadores barriales que tengan contacto directo con la comunidad. Estos hogares son importantes para todas las comunidades donde están asentados.
La Municipalidad de Tigre para poder abordar esta gran problemática comenzó a trabajar con la iglesia católica, como evangélica y todo el dispositivo que tiene el Municipio de Tigre vinculado a adicciones; la casa de abrigo; nuestro centro de salud mental y todo el dispositivo del centro de salud, que de alguna manera son los receptores primarios de este tipo de problemas.
Monseñor Oscar Ojea
Monseñor Oscar Ojea expresó: «Nosotros, como Iglesia, trabajamos con autonomía, pero al mismo tiempo colaboramos con el Gobierno Municipal y ellos colaboran con nosotros”. Por otro lado, comentó que estas tareas ayudan a los jóvenes, a los chicos y chicas que tienen consumos problemáticos y al mismo tiempo se ponen en peligro a ellos y a todos aquellos que los rodean.
El hecho de tener una casa abierta fraterna para recrear el sentido de familia y recuperar valores que ellos necesitan es notable, comentó el Monseñor.Por otro lado dijo “ Uno puede convertirse en un apóstol de aquellos que van saliendo, conociendo los códigos y los modos de comunicación, así que estamos siendo testigos de un modo de trabajo que nos está dando resultados. Por eso agradecemos este apoyo».
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