José Luis Naharro; Un Artista Pasional que vive por el arte
Por Milagros Orcoyen
Para muchos de nosotros, el arte funciona como una vía de descarga. Conectamos con un medio sentimental, dejando de lado momentáneamente aquellos pensamientos más racionales, listos para dejarnos llevar y fluir.
Si biien nuestro alrededor hay numerosos profesionales que viven del arte, esto no implica ser un artista pasional necesariamente. Ambos son artistas, claro, pero es distinto, por ejemplo, pintar por encargo que crear obras que representan el pensar y sentir del pintor.
Algunos artistas pintan a pedido de clientes, con el fin de vender sus obras. En cambio, ser un artista pasional conlleva también una mayor carga emocional y un actuar vehemente. Implica dejar curso libre a las emociones y transmitir todo tipo de sensaciones personales.
Cuando una persona decide vivir del arte, en algunos casos este entusiasmo se puede ir difuminando con el paso del tiempo. José Luis Naharro, artista de Pop Art de origen español, es un claro ejemplo de que una verdadera pasión todo lo puede.
“Delante de un caballete pintando me siento libre totalmente. A veces estoy tan sumergido en mi pintura que literalmente me olvido de comer y dormir, llegando a pintar hasta dos días y dos noches sin parar”.
Desde una temprana edad José Luis se vio rodeado de personas con un sentimiento pasional hacia el arte. Su padre era escultor y pintor, y su madre creaba alfombras a mano. Su mayor atributo, presente desde joven, es la curiosidad.
Tras mirar a su alrededor y no encontrar las formas y colores con los que soñaba, decide él mismo dar vida a esas imágenes que invadían toda su mente. Es así como optó por seguir el mismo camino que su familia, que tanto ardor despertaba en su interior.
Luego de estudiar Bellas Artes en Zaragoza, se asentó en Lausanne (Suiza) donde comenzó a desarrollar plenamente su carrera profesional dentro del Pop Art. Fue en ese momento, cuando José Luis tuvo que replantearse si quería ser pintor, o también dejar ser a su verdadero artista pasional interior. Su perspectiva curiosa y mirada sentimental lo llevó, afortunadamente, a ser un artista pasional. “La pintura es más fuerte que yo, siempre consigue que haga lo que ella quiere”.
Hoy por hoy, él es dueño de un estilo que denomina “Pop Art revisited”. Sus obras reproducen una montaña rusa de emociones. Juega con los colores de una forma innovadora y llamativa, haciendo referencias a personajes icónicos de la cultura del Siglo XX, como Mickey Mouse, Looney Tunes o Pinocho. Desde su arte pasional, crítico, divertido y rebelde, conquistó el mercado del arte árabe, ruso y chino y planea esparcir sus obras por Latinoamérica.
Ver sus pinturas es como penetrar en un estado donde emerge un verdadero sentimiento de gracia, plenitud, pureza y libertad. Traen consigo cierto aroma nostálgico de tiempos inocentes. El pintor juega oscilando entre dos mundos, donde se superponen lo real y lo irreal. Al observar sus trabajos, uno se pierde en los colores y pinceladas, siendo llevado a una realidad paralela en la que la creatividad y sentir priman ante todo.
Además, José Luis orienta su accionar con una mirada social. Una gran parte de sus obras han servido para ayudar a fundaciones por todo el mundo, ligadas al SIDA, el suicidio, la anorexia, la violencia de género y malos tratos a los niños, entre otras causas.
Como artista pasional, José Luis Naharro viene a mostrar que la creatividad y pasión nunca se deben dejar de lado. El arte nos acompaña a diario como un medio para expresarnos y descargar energías. No hay que perder de vista nuestras raíces, junto con la importancia de los valores sentimentales. Un artista pasional quizá vive del arte, pero, además, vive por el arte.
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