Clarice Lispector y la magia de adentrarnos en nuevos autores
Por Jazmín Nogaró – Viajar en palabras
Soy una convencida de que la literatura es una búsqueda constante. Parte de esta búsqueda reside en encontrarme con nuevos autores e incluso explorar esos “grandes pendientes”. Clarice Lispector forma parte de esa lista de autores que quiero leer pero que jamás encuentro el momento, quizás por miedo a no entender su literatura, o por no creerme lo suficientemente lectora como para adentrarme en su universo.
Entendí que la única forma de derribar este miedo es probando, y dejarme llevar por los sentimientos al leer. La mayoría de las veces, son estos los que nos conectan con los universos literarios y no tanto la razón.
Así fue que me encontré por primera vez con las novelas de Clarice Lispector, autora y periodista nacida en Ucrania que emigró a Brasil en su niñez. Clasificar la literatura de Lispector es imposible, entre crónicas, cuentos y novelas nos habla de un sentir recurrente, que madura a medida que avanza en edad. Ella clasificaba sus escrito como “no-estilo” ya que no podemos categorizarla bajo ningún género.
Clarice Lispector es una de las autoras brasileñas más importantes del siglo XX. Que su grandeza no te asuste, te invito a explorar su obra a través de dos novelas que te van a conectar con su sentir.
La hora de la estrella, Clarice Lispector
Leyendo a Clarice Lispector me encontré con una pluma profunda, filosófica diría, pero casual. Crítica de una sociedad, pero eterna. Desde un narrador masculino, Clarice Lispector cuestiona e interpela a su lector en un estilo muy particular que nos invita a pensar en los vínculos rotos y la marginalidad.
La hora de la estrella cuenta la historia de Macabéa, una mujer del interior de Brasil que se muda a Río de Janeiro para hacer valer su felicidad, a pesar de que todos le indiquen lo contrario. Entre la ignorancia y la despreocupación, Macabea crea su felicidad a pesar de las circunstancias. El sentir se despliega como un privilegio, solo aquellos que disponen de tiempo y medios pueden darle lugar a la tristeza o enojo porque en momentos de necesidad todo queda relegado a las necesidades básicas.
Clarice, a través de su narrado, le exige al lector que despierte. Que abra los ojos para dejar de naturalizar la violencia en la palabra. Que deje de señalar al otro indicando cómo debe sentirse. Que deje de mirar las miserias ajenas para intentar completar su propia vida.
“Pensar es un acto, sentir es un hecho”, revela el narrador recordándonos lo finito y casual de nuestras vidas: “Como la nordestina, hay miles de chicas desparramadas por conventillos, en cuartos de cama, trabajando atrás de los mostradores hasta la estafa. No advierten ni siquiera que son fácilmente sustituibles y que tanto podrían existir como no”.
La hora de la estrella es una denuncia de principio a fin, estará en cada uno de sus lectores encontrar a un culpable, si es que lo hay. Sus palabras se revelan como una pregunta, que sabrá encontrar su respuesta en el silencio. En la realidad. En la aceptación. Y por qué no, en la falta de educación.
Cerca del corazón salvaje, Clarice Lispector
“Definir la eternidad como una cantidad mayor que el tiempo y mayor incluso que el tiempo que la mente humana puede soportar en idea; no nos permitiría alcanzar su duración. Su cualidad era exactamente no tener cantidad, no ser mesurable ni divisible porque todo lo que se puede medir y dividir tiene un principio y un fin. Eternidad no era la cantidad infinitamente grande que se desgastaba, la eternidad era sucesión”.
La vida de Joana se plantea desde un eterno fluir de la conciencia, donde la acción entra en tensión con el silencio dando lugar a la soledad. En esta primera novela de Clarice nos encontraremos con una pluma lenta, un tanto pesada quizás, pero que da rienda suelta al sentir. Un sentir que se posa en la sombra, en los obstáculos de la vida.
En esta novela se explora la niñez desde la orfandad, y cómo, dicho desarraigo marca el ritmo de una vida donde la complejidad es la constante💫
Me costó seguir la trama, me detuve en las reflexiones de Joana, el personaje central de la novela. Mis pensamientos iban y venían en la profundidad de cada pasaje, donde el lenguaje se plantea como un juego y una constante; como el verdadero hilo de la historia.
Te recomiendo la excelente narrativa de Lispector si estás dispuesto a leer de forma pausada, animándote a perderte entre los hechos para tirarte de clavado en el sentir.
“¿Qué es lo que se consigue cuando se es feliz? (…) ¿qué ocurre después?”
Si querés seguir descubriendo el mundo literario de esta gran autora brasileña, te invito a formar parte del #RetoLispector, un grupo de debate mensual por Telegram que creamos junto a @agusrecomienda para desentrañar la pluma de Clarice Lispector. El último domingo de cada mes debatimos por chat un libro de la autora. La actividad es abierta y gratuita.