Mente y cuerpo
Por Lic. Constanza Bonelli
Pensar al humano desde un modelo integral implica considerar la influencia de la mente, las emociones, las costumbres como las actividades que realiza y cómo se alimenta, hasta su entorno social, en la determinación de su funcionamiento corporal y psicológico. Si bien no todos los enfoques científicos de la medicina y de la psicología adhieren a este pensamiento, los avances en los descubrimientos acerca del funcionamiento del ser humano corroboran cada vez más esta influencia de factores psicológicos, es decir, las cogniciones, los pensamientos, los recuerdos, las vivencias y las emociones, sobre la calidad de vida en cuanto a salud y enfermedad psíquica y somática.
La consideración de lo psicológico como parte de la determinación de la patología somática hace tiempo que la medicina psicosomática la sostiene. Nuevos descubrimientos en el área de las neurociencias, la psicología y la endocrinología demuestran cómo esa influencia puede ser observada cada vez con mayor facilidad.
Existe un enfoque de medicina integral que comprende al humano funcionando en red, la PINE (Psicoinmunoneuroendocrinología). Es la relación, principalmente, entre la endocrinología, la inmunología, la psicología y las neurociencias, lo que construye esta disciplina cuyo objetivo es la integración de los distintos aportes al conocimiento del hombre para comprender y trabajar sobre él entendido como un ser que funciona en red.
Se considera PINE al estudio integrado del comportamiento, lo endócrino, lo neural y las funciones inmunes, que permiten al organismo adaptarse a las demandas, considerando su medio ambiente interno y externo. Pero también hay que considerar en este funcionamiento en red los procesos psicosociales o ambientales sobre la inmunidad, que influyen sobre la salud. Esto significa que los distintos sistemas corporales funcionan de modo interactivo, intermodulado.
De las interacciones recíprocas de los sistemas nervioso, psíquico y endócrino que se producen en red, surge la respuesta adaptativa. El cerebro es el encargado de decodificar la información de los distintos sistemas, recibe la información, la interpreta y envía respuestas nerviosas, endocrinas, inmunes y conductuales. Así observamos que el psiquismo, la mente, son un componente activo de la red que participan del proceso adaptativo que permite la sobrevivencia.
Los errores en la defensa del organismo frente al medio pueden provenir desde cualquiera de los sistemas y afectar así la homeostasis necesaria para un funcionamiento adecuado, saludable. Estos errores pueden producir enfermedades, desde autoinmunidad o alergias hasta fobias, pánico o depresión.
Si consideramos este enfoque que entiende al ser humano actuando en red, es importante considerar la posibilidad de la salud como resultado de un equilibrio entre los distintos sistemas. Lo interno, lo externo, lo social, lo emocional y las conductas. Y dentro de lo que esté a nuestro alcance, evitar factores estresantes, buscar vínculos amorosos saludables, tener costumbres adecuadas en cuanto a actividad física y alimentación, con el objetivo de mantener en equilibrio la regulación de los distintos sistemas y mantenernos con una buena salud, psíquica y somática. Salud mental y corporal.
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