Por: Amorina Díaz
Las consultas, en general, de mujeres sobre el miedo a manejar son frecuentes y por lo general se basan en los mismos miedos, malestares y provocan angustia.
“Me llamo Marina, tengo 39 años, y quería compartirles mi experiencia en vencer los miedos para manejar, si bien hice el curso a los 18 años para manejar, recién ahora es que pude vencer los miedos y las resistencias a manejar y salir a la calle. El momento “bisagra” o “quiebre” en mi vida fue el nacimiento de mi hijo, vivo en esta zona de Tigre, en corredor Bancalari, donde hay poco transporte público entonces me sentía sin autonomía para poder hacer las cosas básicas, ir a un supermercado, ir a comprar algo. Ya con un hijo chiquito se me hacía vital poder manejar, tener autonomía. Me auto justificaba para no salir a manejar y también justificaba los gastos en combi a Capital, remis y transporte escolar que siempre fueron altos. Mis miedos tienen que ver con manejar en autopistas, no se si puedo manejar de noche, me da mucho miedo chocar y no poder reaccionar ante imprevistos… esto me mantiene alejada de salir a manejar y lo vengo postergando, me angustia no poder tener autonomía con mis hijos y salir…”, detallaba una paciente de Amorina Diaz, psicóloga.
Tengamos en cuenta que el miedo es una emoción básica, que es evolutiva y contribuye a la conservación de nuestra especie. Tenemos conductas a diario derivadas del miedo que son útiles para protegernos, crecer y desarrollarnos. Es una emoción que biológicamente vamos heredando desde el inicio de nuestra especie. La ansiedad, en cambio si bien es una emoción, genera una respuesta fisiológica que se dispara ante eventos que para nosotros requieren cierta preparación, una ansiedad así puede venir cuando estamos cercanos a dar un examen importante, ante una situación nueva o un evento que valoramos nosotros “muy importante” y genera inquietud.
En una ansiedad normal, si tenemos que conducir un auto, nos avisa que tenemos que preparar la documentación del coche, la llave, y los recaudos necesarios. Esta ansiedad se transforma en patológica cuando perdura en el tiempo y es una respuesta exagerada ante una situación que no lo sería para tal. Ejemplo: tengo que rendir un examen y pienso que por ser difícil no me presento a rendirlo.
¿Qué es?
“Para saber como trabajamos con amaxofobia en consultorio primero les cuento que es la amaxofobia. Es un temor intenso que se produce ante situaciones de manejar un automóvil en la vía pública. Se encuentra dentro de las fobias específicas. Una de sus características y quizás la más importante es la “evitación a manejar” sostenida por + 6 meses, incluso por años (con registro de conducir incluido). Supone una limitación importante e incapacitante, generando mucha angustia en el día a día de quienes lo padecen. Estudios sobre el tema sostienen que un 12,8% de la población padece fobias limitantes para hacer una vida normal. La amaxofobia afecta más a las mujeres”, explica Diaz.
Casi siempre genera una respuesta inmediata de ansiedad. Se manifiesta por: pensamientos catastróficos relacionados con el “salir a manejar” produciendo angustia, tristeza, impotencia y baja autoestima. En los cambios fisiológicos: sudoración excesiva, taquicardias, dificultades al respirar, temblores y rigidez muscular, dolor de panza.
“No existe una sola causa por la cual una persona pueda tener amaxofobia y otra no. Es”multicausal”. Dentro de las causas encontramos: baja autoestima, falta de confianza en sí misma, posible experiencia traumática relacionada con el manejo. No llegan a consulta rápidamente, ya que genera emociones de vergüenza, culpa y “quieren resolverlos solas” creyendo que es un tema de “tener voluntad de hacerlo”. Además el entorno es en general el que contribuye un poco con esta evitación ya sea tanto por querer ayudar y esta ayuda excesiva permite que quien tenga amaxofobia no salga a manejar como quien comenta “pero ¡si es fácil manejar!, lo que tenés es miedo, tenés que salir…” como si superarlo fuera una cuestión de voluntad”, explica Amorina “Tranquilas, no es voluntad, si tenés amaxofobia hay que seguir un tratamiento y los pasos dentro del protocolo establecido para trabajarlo”.
¿Cómo se trata?
Si se logra “organizar” nuestra mente y entrenarla con ejercicios frecuentes y sostenidos, es altamente probable que el miedo se vaya haciendo cada vez más diminuto. En caso contrario, se convierte en paralizante y limitante y nos domina, necesitando entonces la ayuda de un terapeuta.
Para salir de la “amaxofobia” hay que comprender que requiere un tratamiento psicológico, hay que pedir ayuda. Se trabaja un protocolo basado en la terapia cognitivo conductual para “romper” con este círculo, y pasar de la evitación del afrontamiento. Pasando de la “evitación sostenida” al “afrontamiento progresivo”. Además de la terapia individual se recomiendan dos workshop al año para trabajar la amaxofobia. Un 80% de quien realiza tratamiento supera una fobia.
¿Cómo sigue la consulta que comenzamos la nota??…
El acompañamiento de una terapia centrada en evidencia científica acerca de su eficacia, me dio todo el soporte y la contensión para animarme de a poco con objetivos cortitos alcanzables, y a medida que vas alcanzando esos objetivos mas chiquitos, va pudiendo con los más grandes y así en la propia práctica viendo los beneficios que me traía el poder “manejar sola y con autonomía” hizo que paso a paso los miedos se vayan yendo… lograr hacerlo fue …fue muy importante para mí, para mi autoestima, para sentir que podía, más allá del beneficio de manejar, repercutió en un montón de otras áreas de mi vida, quería compartir que SE PUEDE, (estuve 21 años sin manejar), aunque haya miedo y hay que atravesarlo, no queda otra que salir con miedo…el miedo viene una vez, viene dos veces, pero ya la tercera se va haciendo mas chiquito hasta que una incorpora esta posibilidad en la vida.
Marina C. 39 años, Jefa de sector en Empresa Multinacional en Ciudad Autonoma de Bs.As.
Psicóloga Clínica
M.N 45.785
Tel: 11-44083105
IG: amo261_psico
Mail: amo261@gmail.com
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