30 de Enero Día escolar de la no violencia y la paz
Educar en la no violencia y la paz
Recordando que el 30 de enero es el día que se conmemora la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz me permití reflexionar sobre la educación hoy como madre que soy de varios hijos.
Este día los centros educativos se comprometen como defensores de la paz y entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar. Es el día en el que se celebra el aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi (India, 1869-1948), líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia y que fue asesinado por defender estas ideas.
Hoy hablar de educación es esencial, porque parece que hay que reforzar la importancia del concepto de EDUCACIÓN, única vía para la evolución de nuestra patria. Vemos horas de gestión política dedicadas a prolongar los horarios de salida nocturna. Cadenas y conferencias de prensa en donde los principales gobernantes dedican su tiempo a lograr mayor recreación en verano, lo cual es sano y está bien.
Pero la proporción de dedicación de un tema como ese y el espacio de pensamiento y gestión dedicados a lograr que la educación se ponga en marcha es algo que parece estar siendo ninguneado. La vuelta a las aulas debe ser prioridad para quienes nos deberían cuidar y proteger. Contempla educación, alimento, socialización, contención, seguridad, futuro.
¿En qué momento venimos perdiendo tanto el rumbo para que gremios y políticos necesitan que les recordemos los valores y prioridades que les deberían surgir naturalmente?. ¿Es acaso que estamos involucionando en lugar de evolucionar?
Luego de un año en donde los chicos prácticamente no pisaron las escuelas era de esperar que a esta altura la infraestructura estuviera lista para recibirlos, pero por sobre todo los procesos y los protocolos deberían estar debidamente pensados.
¿Qué hay más violento que negar a los chicos su educación? Es una violencia silenciosa que deja en desventaja de desarrollo a una generación entera.
“Una educación inspirada en una cultura de no violencia y paz permite a nuestro alumnado adquirir conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas” escribe Unicef en su web.
¿Será que acaso queremos formar generaciones de seres no pensantes?
Educar en la no violencia y la paz
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