MOBBING Y CYBERMOBBING
Por Lic. Constanza Bonelli
Se conoce como mobbing a la violencia laboral, entendida como el hostigamiento, el abuso, el acoso o la amenaza, que tiene como consecuencia el perjuicio de alguna persona en particular. Cuando esta situación sucede por medio de redes sociales se la llama cybermobbing. El mobbing es como el bullying escolar pero en empresas y entre personas adultas.
El mobbing no sólo perjudica a la víctima y a los espectadores sino que genera una deficiencia organizacional en la empresa en la que sucede. Los actores intervinientes son: el acosador, el acosado y los testigos, o espectadores.
Sucede cuando un “matón” o “mobber” (bully) crea, por medio de la influencia sobre un grupo, una campaña de terror psicológico contra un tercero (la víctima), mientras mantiene un perfil bajo. A diferencia del bullying en el cual el acosador es identificable ya que se muestra como líder y busca, incluso, esa mirada del grupo que lo identifique como tal.
Como en otras situaciones de violencia, la víctima reúne ciertas características que la habilitan como “blanco” de los ataques. Puede ser su raza, su formación, su personalidad, su clase social, etc. El ataque suele estar motivado por los celos, la envidia, la competencia del “matón”, por sentirse amenazado por las características personales y/o intelectuales del “blanco”.
El acosado sufre mucho esta situación de violencia ya que se lo ridiculiza, se lo humilla, se lo aísla, e incluso este ataque puede determinar la pérdida del trabajo, por despido o renuncia.
Los “mobbers” reúnen características de personalidad que indican ciertos desórdenes perversos, agresivos e incluso de histrionismo. Y lamentablemente, una vez que destruyen a una víctima continúan con otra.
Las víctimas sufren mucho esta situación de acoso, se sienten inseguros, pierden la confianza en sí mismos, confundidos, rechazados, sienten que se los ataca en su dignidad y tienen consecuencias de síntomas físicos y psíquicos importantes. Y en casos extremos la víctima puede llegar al suicidio, como en el caso del bullying.
Cuando suceden estas situaciones de violencia, las organizaciones se convierten en tóxicas, todo su funcionamiento se ve comprometido en esta disfuncionalidad. Si bien existen estrategias para defenderse de los ataques o cuidarse de ellos, a la larga es mejor salir de este tipo de organizaciones porque las consecuencias negativas que sufren las víctimas son graves.
En tiempos de aislamiento en los que el trabajo es por vía de redes sociales, vía meetings, se ve incrementado el cybermobbing, es decir, la violencia en el trabajo bajo formas web. Lo que en ningún sentido alivia la situación sino, incluso, la puede empeorar.
Este tipo de acoso en el trabajo se da mediante rumores, críticas, ironías, chismes, difamaciones, mentiras, comentarios agresivos e incluso agresiones más directas como acusaciones. Con estas acciones se busca la desestabilización psicológica de la víctima. En el caso de redes suele suceder que se crean grupos reducidos (chats) en los que se dan conversaciones en las que se habla mal del atacado, en forma de burlas que desprecian mucho a la víctima, generando un clima muy perjudicial, no solo para el acosado sino para el grupo acosador. De esto modo se hace tóxico el ambiente laboral. Quienes participan de las burlas, o simplemente las escuchan, terminan siendo espectadores activos o pasivos que no se salvan del daño que la violencia genera.
Tanto en los casos de bullying como en los de mobbing la atención terapéutica tiene que ser pensada considerando esta situación de violencia en particular con los graves daños psíquicos que ocasiona, sin minimizar la situación traumática que el acoso genera, atendiendo el estrés post-traumático que pudiera provocar.
Para quienes estén interesados en informarse más acerca del tema o estuvieran atravesando una situación de violencia laboral y necesiten ayuda, pueden consultar en la cuenta de instagram bullyingymobbing. Además dejo información sobre un curso online sobre “Violencia institucional: bullying y mobbing” que se dictará a partir del 4 de Agosto en AASM (Asociación Argentina de Salud Mental).
Consultorios en Nordelta y Belgrano: 4871-6634 / 156-272-2973
UBA matrícula 31906
Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
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