¿Por qué los católicos celebran el Día de la Inmaculada Concepción?
Hoy los seguidores de la Iglesia Católica celebran el Día de la Inmaculada Concepción, también conocido como el Día de la Virgen, y en honor a la festividad arman su arbolito y pesebre para la Navidad.
El Día de la Inmaculada Concepción fue decretado el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío Nono. «Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original, es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe», dijo ante más de 200 obispos y embajadores y miles de fieles presentes.
Al desarrollar esta doctrina, la Iglesia católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, quien también es Dios.
El Día de la Virgen en el Municipio de Tigre
El Municipio de Tigre es particularmente valorado por la procesión náutica que organiza en la festividad del Día de la Inmaculada Concepción desde hace ya 70 años atrás. Así, cada 8 de diciembre vecinos de las islas decoran sus botes; se suman lanchas almaceneras aportando color y hasta las tradicionales chatas, utilizadas para transportar troncos. Además, participan embarcaciones de otras localidades. Miles de personas se suman a la celebración para honrar y acompañar al buque principal de Prefectura Naval Argentina que transporta la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona de Tigre.
La tradicional celebración remonta sus orígenes al 5 de junio de 1858, cuando el padre Sebastián Lozano se hizo cargo del curato de la Iglesia de la Inmaculada Concepción y armó una comisión para organizar procesiones en la ciudad de Tigre. El 25 de diciembre de ese mismo año se realizó la primera fiesta de la Virgen, ya que aún no se había definido como día de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre.
Ochenta años después, el 15 de febrero de 1939 es designado cura Ernesto Grondona, quién tiene una nueva visión con respecto a la procesión: por ser una zona isleña creía que la misma debía ir por sus ríos y arroyos. De esta manera, surgió la primera procesión náutica en 1948. La misma convocaba a gran cantidad de visitantes y el recorrido llegaba al entonces hotel San Carlos ubicado sobre el Río San Antonio y Capitán, avanzando entre muelles decorados con guirnaldas y flores.
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