Época de Alergias, cómo minimizar su efecto en nuestros ojos
Texto por: Dra. Betty Giselle Arteaga.
La primavera es una estación llena de vida, luz y color y es esperada por muchos. Sin embargo, para otros es sinónimo de un cuadro molesto que se repite año tras año en desmedro de su calidad de vida.
A las personas alérgicas el estallido del polen de las plantas y las esporas de los hongos que se multiplican en esta estación del año le declaran la guerra a su superficie ocular. El incremento de actividades al aire libre permite que éstos entren en contacto con las mucosas de los ojos, nariz, y pulmones.
Las alergias de los ojos, llamadas conjuntivitis alérgicas, son una condición común que ocurre cuando los ojos reaccionan a algo que les irrita (alérgeno). Los ojos producen una sustancia llamada histamina para combatir el alérgeno. Como resultado, los párpados y la conjuntiva – la membrana delgada que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo (esclerótica) – se tornan rojizos e hinchados, y producen comezón, lagrimeo y ardor. A diferencia de la conjuntivitis bacteriana o viral, la conjuntivitis alérgica no se transmite de persona a persona.
Por lo general, las personas que sufren de alergias de los ojos también sufren de alergias nasales, las cuales son acompañadas de congestión nasal, comezón en la nariz y estornudos. Usualmente, es una condición temporal, asociada con las alergias estacionales. Sin embargo, en otros casos, las alergias de los ojos pueden desarrollarse por exposición a irritantes ambientales, tales como caspa de mascotas, el polvo, el humo, los perfumes, o inclusive alimentos. Si la exposición es continua, las alergias pueden ser más severas, produciendo ardor y comezón significativos e incluso sensibilidad a la luz.
¿Qué puedo hacer? Medidas de protección:
Evite lo evitable: La clave para el tratamiento de alergias de los ojos es evitar o limitar el contacto con la sustancia que causa el problema. Si fuese necesario, un profesional puede realizar una prueba cutánea o de sangre para ayudar a identificar alérgenos específicos.
Controle su entorno: Para ayudar a minimizar la exposición al polen y otros agentes irritantes mantenga las ventanas cerradas cuando se encuentre en interiores. No utilice ventiladores de ventana, ya que éstos pueden traer polen y otros alérgenos hacia áreas interiores. Mantenga sus unidades de aire acondicionado limpias para evitar ciclos de alérgenos. Si el moho le causa alergias, recuerde que la humedad alta puede causar el crecimiento de moho. Trate de mantener el nivel de humedad en su casa entre un 30 y un 50 por ciento. Limpie las áreas de alta humedad como sótanos, baños y cocinas con frecuencia, y considere el uso de un deshumidificador en lugares particularmente húmedos.
Manténgase atento al clima: Los recuentos de polen tienden a ser más bajos durante y después de las lluvias porque el polen se elimina por lavado. Los días ventosos, sin embargo, pueden ser irritantes porque se libera más polen en el aire, lo que aumenta la oportunidad de contacto con los ojos, la nariz y los pulmones.
Observe el reloj: Si el polen es un alérgeno para usted, evite salir al aire libre tanto como sea posible cuando los índices de polen sean más altos (en general, a media mañana y temprano en la tarde) y cuando sopla el viento levante polen a su alrededor.
Lentes de contacto: Acote su uso si tiene una conjuntivitis alérgica estacional, particularmente cuando hay evidencia de enfermedad subyacente del ojo seco. Si esto no es posible consulte al especialista por medicación que mejore la tolerancia a los mismos.
Ponga barreras: El uso de anteojos o gafas de sol puede reducir la posibilidad de que el polen entre al ojo. Hay que evitar frotar los ojos aunque piquen, ya que ésto puede mantener el ciclo alérgico. Aplique lágrimas artificiales para limpiar el polen de los ojos. Todo lo que ponga en el ojo para la conjuntivitis alérgica debe estar refrigerado. Las máscaras frescas para los ojos también pueden ser calmantes.
Mascotas: Si las mascotas son una fuente de alergias para usted, trate de mantenerlas fuera de la casa en cuanto sea posible. Es especialmente importante no permitir el ingreso a un animal doméstico en su dormitorio, de modo que usted pueda dormir en una habitación libre de alérgenos. No use alfombras, ya que estas atrapan la caspa dejada por sus mascotas. Lávese siempre las manos después de tocar a un animal doméstico y lave la ropa que ha sido expuesta a los animales.
Lávese y lave lo que lo rodea: Lavándose el cabello por la noche reduce la posibilidad de una exposición prolongada al polen mientras duerme. Use frazadas especiales para reducir los alérgenos en su cama – especialmente en las almohadas – y así mantener los ácaros del polvo alejados de su piel. Lave su ropa de cama con frecuencia, usando agua caliente. Al limpiar sus pisos, en lugar de utilizar una escoba, use un trapo húmedo para atrapar los alérgenos.
Recuerde que existen diversas líneas de tratamiento médico para ayudarle a sobrellevar estos cuadros, consulte al especialista para determinar qué tratamientos son los mejores para usted.
Autora: Dra. Betty Giselle Arteaga.
Médica de Planta, Servicio de Oftalmología.
Hospital Italiano de Buenos Aires.
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