EROS Y THÁNATOS
Por Lic. Constanza Bonelli
Desde el psicoanálisis entendemos como pulsión todo impulso o fuerza que nos conduce a realizar alguna acción con el fin de satisfacer algún tipo de necesidad. Se trata de fuerzas que se encuentran entre lo psíquico y lo somático, son el representante psíquico de los estímulos del cuerpo. Freud describe un dualismo pulsional, pulsión de vida y pulsión de muerte, característico del ser humano. Las llama también Eros y Thánatos. Se trata de pulsiones contrarias pero inseparablemente unidas hasta que una desmezcla hace estragos sobre el individuo.
EROS Y THÁNATOS- Por Lic. Constanza Bonelli
Freud toma de la mitología Griega los nombres de Eros y Thánatos para denominar estas dos corrientes opuestas que caracterizan al ser humano. Eros, Dios del amor y de la unión, representa los instintos de autoconservación y la vida sexual, en cambio Thánatos, Dios de la muerte, representa aquellos instintos destructivos propios de todo individuo, entre ellos el sadismo y el masoquismo. Podemos diferenciar a la pulsión de muerte como dirigida hacia uno mismo en una búsqueda constante de la vuelta hacia lo inorgánico, al estado anterior a la vida misma, es decir, a la muerte, y la pulsión de destrucción como dirigida hacia afuera, hacia los objetos que nos rodean, como agresión.
Pulsión de vida y pulsión de muerte, Eros y Thánatos, van siempre unidas, Eros mermando a Thánatos, en la búsqueda de conservar la vida todo lo posible, y Thánatos buscando la muerte como regresión a ese estado inicial sin vida, hasta que finalmente siempre gana Thánatos, siempre triunfa la muerte, y ésto se da en una desmezcla pulsional, cuando Eros no logra mermar a Thánatos y éste triunfa. La desmezcla pulsional más grande es la muerte misma, pero como Thánatos también representa la agresión y la autodestrucción, pueden darse desmezclas pulsionales que no son completas, que no llevan a la muerte, pero en las que podemos observar grandes daños a uno mismo o a los demás.
EROS: Pulsión de vida
Eros o pulsión de vida, tiende a mantener la materia viva unida e integrada, y busca uniones cada vez más complejas, y se refiere tanto a lo relacionado a la autoconservación (como alimentarse), como a lo sexual. Se trata de aquellas fuerzas que nos llevan a amar, a la búsqueda de la gratificación sexual, a la conservación de la especie, al placer y a mantenernos con vida. El mecanismo por el cual puede llevarse a cabo es mediante la descarga de toda tensión que sea experimentada como displacentera, teniendo en cuenta la realidad para su satisfacción, esto quiere decir, que se adaptará a las posibilidades que la realidad le demande. Eros nos une a quienes nos rodean fomentando vínculos, uniones entre pares, basadas en el amor como la pareja, la amistad, los hijos. Freud desarrolla la teoría de la libido, entendiendo como libido a la energía sexual, a la energía de la pulsión de vida, en la cual explica cómo esta fuerza de Eros, que nos lleva a vivir, va pasando por distintas etapas (oral, anal y genital) que caracterizan nuestro desarrollo psíquico. En este camino pueden ocurrir fijaciones que por una intensidad de energía elevada den lugar a patologías.
Otra dificultad aparece entre la búsqueda de la gratificación pulsional y la realidad, que necesitan cierto equilibrio para la salud psíquica que en ocasiones no se logra y también queda establecida la posibilidad de la patología. Pero es, principalmente, en su relación con la pulsión de muerte o Thánatos que Eros debe conciliar para poder vivir adecuadamente.
El placer que busca la pulsión de vida está relacionado a la descarga de tensiones, y ésto se dá mediante lo que Freud denomina “Principio del placer”, que intenta mantener al aparato psíquico libre de tensiones displacenteras. Pero descubre que la Pulsión de muerte va “Más allá del principio del placer” (así se llama el texto en el que explica esta cuestión), es decir, que no se rige por el mismo principio. La complejidad del psiquismo lo lleva a cuestionar el principio del placer al observar que ciertas disminuciones de tensión no son placenteras y que ciertos incrementos de tensión son placenteros. Entonces comienza a pensarlo en función de los distintos aspectos del psiquismo, como que algunas tensiones pueden ser placenteras para una parte de nuestro psiquismo mientras son displacenteras para otras. Por ello decimos que el psiquismo es complejo.
Thánatos: Pulsión de muerte
La pulsión de muerte es todo impulso destructivo dirigido hacia uno mismo o hacia los demás. Destrucción, agresión, odio. Es toda fuerza contraria al principio del placer. Son los actos destructivos repetitivos, que se presentan como inevitables. Ejemplo de ésto son las adicciones, que son repeticiones de acciones destructivas hacia uno mismo, o la destrucción repetitiva hacia los demás que las guerras nos ejemplifican tan claramente.
Otros ejemplos de Thánatos son los sueños traumáticos, las pesadillas, que repiten lo doloroso o lo displacentero. La melancolía y las neurosis obsesivas que ponen en juego el sadismo y el masoquismo, patologías que manifiestan esa fuerza negativa que constituye al individuo y que por momentos se plantea como inevitable para quien enferma.
Tanto Eros como Thánatos son constitutivos del psiquismo humano. Van de la mano durante toda la vida hasta que al separarse llega la muerte. La preponderancia de la pulsión de vida sobre la de muerte permitirá una vida más saludable.
EROS Y THÁNATOS- Por Lic. Constanza Bonelli
Consultorios en Nordelta y Belgrano: 4871-6634 / 156-272-2973
UBA matrícula 31906
Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
licbonelli@gmail.com / Ig: lic.constanzabonelli/
Leer también:
Algunos platos ricos para que los chicos coman vegetales