“Un cuento y a dormir”, también para los grandes

“Un cuento y a dormir”, también para los grandes

Por: @viajarenpalabras

Los chicos no son los únicos que pueden leer un cuento antes de ir a dormir; hay una gran variedad de antologías para adultos. En ellas encontramos dinamismo y acción en pocas páginas. Además, son ideales para leer antes de ir a dormir si es que no aguantás mucho con los ojos abiertos.

Al principio me costaba engancharme con los cuentos, una vez que me interesaba en la trama se terminaban. Con el tiempo entendí que la magia de los cuentos está en permitirnos jugar con él “¿Qué pasará?” y co-construyamos la historia.

Cortázar decía que los cuentos tienen que ganar por knock-out: “El buen cuentista es un boxeador muy astuto, y muchos de sus golpes iniciales pueden parecer poco eficaces cuando, en realidad, están minando ya las resistencias más sólidas del adversario. (…) El cuentista sabe que no puede proceder acumulativamente, que no tiene por aliado al tiempo; su único recurso es trabajar en profundidad, verticalmente, sea hacia arriba o hacia abajo del espacio literario”, explicó en su texto Aspectos del cuento.

A continuación, enterate de tres antologías que darán su golpe final:

Cuando pare de llover, Lara Schujman

“Un cuento y a dormir”, también para los grandes
“Un cuento y a dormir”, también para los grandes

Cuando pare de llover es un golpe de cotidianidad. Cada uno de sus cuentos, a pesar de ser diferentes, mantienen una unión entre ellos. Será la añoranza del pasado, el amor paternal o la espera, sinónimo de quietud que nos inmoviliza hasta que -definitivamente- pare de llover. La lluvia es una constante en los once relatos que componen este libro y marca un ritmo calmo, pero con la suficiente intriga para continuar leyendo. Me cuestan los cuentos, una vez que logro enganchar con la trama el cuento llega a su fin. Sin embargo, Lara Schujman logró transportarme a las rutas de Mar del Plata y sumergirme a bailar bajo la lluvia, sin siquiera llevar paraguas. Sentí que los once relatos hacían uno, cargados de ironía, nostalgia y humor.

Quiero destacar cuatro cuentos: Più blu, Mangas verdes y el cementerio de aguas vivas, Viento Sur y Santa Rosa. “Più blu” es mi preferido. Es el primer relato, y el más largo, y simplemente es perfecto. Una charla entre dos desconocidos en un auto desde Mar del Plata a Balcarce, donde el pasado juega un rol fundamental. La duda y la incomodidad colman cada una de sus páginas y se palpita una tensión -casi seductora- entre los protagonistas. “Mangas verdes y el cementerio de aguas vivas” es igual de contundente y utilizará el Este uruguayo como escenario para relatar una competencia acuática dramática y desconcertante.

Por su parte, “Viento sur” y “Santa Rosa” relatan dos realidades paralelas que suceden en el campo, donde el aprendizaje se da sobre la marcha. El beneficio de la duda hará que cada lector llegue a un final diferente, donde estarán presente los anillos y autos de juguetes.

Hay gente que no sabe lo que hace, Alejandra Zina

“Un cuento y a dormir”, también para los grandes

Tristeza. Culpa. Inocencia. El qué dirán. Los siete cuentos de este libros están llenos de tensión, de aquello que pasa y no se dice. Aquello que sabemos que pasará aunque no queremos que suceda.

Es que La gente no sabe lo que hace. En cada cuento se esconde una amenaza que descomponerá una realidad casi banal. Alejandra Zina se posa en los detalles para generar conflicto a partir de estos microscópicos bocados que inserta en los relatos.
Una mujer empieza una obra en su casa mientras su marido se va al campo. Una señora sale del geriátrico a realizarse un corte de pelo. Una niña se hace pasar por vagabunda para ayudar a su amiga. Éstas son algunas de las historias que van a perturbar tu rutina.
Mis preferidos de este libro son “Falsa promesa”, “En obra” y “Sarah Key”.

Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enriquez

“Un cuento y a dormir”, también para los grandes

Temor. Remordimiento. Miedo. Angustia. Depresión. Sed de venganza. Relatos perturbadores. Quizás sea esa morbosidad que nos mantiene leyendo, o quizás es lo real de las historias narradas por mujeres. Mujeres enojadas. Mujeres que desean ser escuchadas. Mujeres que se destacan, presas en un mundo lleno de injusticias. 

Si buscas una lectura tranquila, placentera, este no es tu libro. Mariana Enriquez te va a dejar bien despierto, atónito, donde la única seguridad es que vivimos en un mundo oscuro. La desconfianza se va a apoderar de tu cuerpo y vas a llegar a sentir escalofríos. Miedos. Incertidumbres. 

Una lectura fuerte pero 100% recomendable. Una lectura 100% desgarradora. Los cuentos que más me gustaron fueron: El chico sucio, La Hostería, La casa de Adela, Pablito clavó un clavito: una evocación del Petiso Orejudo, Tela de araña y Bajo el agua negra. Como verán no pude elegir uno.

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