Nuevas tendencias alimentarias por Lic. Constanza Bonelli
Las nuevas generaciones, los más jóvenes, traen consigo nuevos hábitos, nuevas ideas y costumbres que cuestionan las tradicionales. Estamos en la era del consumo, era digital, en la era de la comunicación mediante redes sociales y podríamos decir también la era del veganismo, del intento del cuidado del medioambiente y la preocupación por el calentamiento global.
El consumo de animales se remonta a la prehistoria humana, al igual que el resto de los elementos de nuestra cadena alimentaria. Pero actualmente se cuestiona cada vez más el consumo de seres “sintientes”, es decir, de los animales que consume el hombre. Y existe una tendencia mundial a dejar de consumirlos, aunque todavía se trate de una minoría.
Motivan este cambio, desde estudios que prueban que el consumo de carnes está asociado al desarrollo de distintas enfermedades, entonces se busca cambiar el hábito en pos de la salud; hasta el extremo del veganismo que plantea dejar todo tipo de consumo de animales y sus derivados, sea para comer o para usar, incluyendo aquellos productos que se testean en ellos, cuidando los “derechos” de ellos como si se tratara de personas, o buscando que así sean considerados.
Hay quienes dicen que se trata de una moda, que ser veganos es “cool”, o que no es más que un “nuevo producto” para el consumo. Que es caro y que no todos pueden llevar adelante este tipo de dieta. Pero la palabra de los activistas de este modo de alimentarse desestiman estas teorías que van en contra del veganismo y sostienen que desde que son veganos o vegetarianos se sienten mejor, con más energías y que no encuentran déficits de nutrientes en su dieta.
La palabra de los especialistas en materia de alimentación sostiene que una dieta que no contenga ningún producto animal puede ser igualmente saludable siempre y cuando sea balanceada y variada. Que sólo en el extremo del veganismo hay déficits de algunos nutrientes que pueden compensarse con la ingesta particular de los mismos.
Este cambio parece poner de relieve una mirada distinta de la realidad en la que se toma en cuenta al otro de un modo diferente, incluyendo en ese “otro” a los animales y al cuidado del medioambiente, que no eran considerados anteriormente como se propone que se haga hoy. Animales pensados con derechos a ser cuidados y no matados, y un trato con el medioambiente que no continúe generando transformaciones negativas que en un futuro pudieran perjudicar la vida. Se cuestionan hoy la utilización de agrotóxicos, los desechos de las industrias, la utilización descuidada del agua, entre muchas otras cosas, y se intenta desde distintas organizaciones, entre ellas Greenpeace y grupos veganos, concientizar y modificar esta situación.
En cuanto a la elección particular de un tipo de alimentación sobre otro, tendrá que ver con la construcción que cada quien haga de su objeto de deseo, y así será tan válido comer carne, ser vegetariano, vegano o cualquier otra variedad. Lo importante es considerar las diferencias y respetarlas.
Teniendo en cuenta que son los más jóvenes los que están impulsando esta tendencia, es importante como padres estar atentos a que si éste es el modo en el que nuestros hijos eligen comer, que no exista en la base algún tipo de trastorno de alimentación que sea cubierto por este estilo de vida que restringe el consumo de ciertos alimentos. Trastornos como la anorexia o la ortorexia (obsesión por la comida sana) pueden participar en la elección de este tipo de alimentación en algunos casos.
Como tendencia cultural mundial, este estilo de vida es promocionado por muchos artistas, músicos, deportistas y otros seres influyentes sobre todo de los más jóvenes. Artistas como Miley Cyrus, Brad Pitt, Natalie Portman, Paul McCartney, Bryan Adams, Ariana Grande, o deportistas muy famosos como Novak Djokovic, las hermanas Serena y Venus Williams, el ultramaratonista Scott Jurek y Eneko Llanos corredor de varios Ironman, son partícipes y promotores de este modo de vivir.
El grupo más extremo, los veganos, promueven el cuidado de los animales como si fueran personas, con derechos como los nuestros, y buscan el cuidado del medioambiente dejando de dañarlo con las industrias que hoy lo perjudican.
En la última exposición de La Rural que se llevó a cabo hace unos días, pudo verse la manifestación de un grupo de veganos que irrumpió en el predio con pancartas y fueron desalojados violentamente. Violencia pasiva de los primeros y activa de los segundos podríamos decir. También se manifestó Greenpeace desplegando sus carteles en el palco en contra del daño ambiental que la industria ganadera genera. Tanto las protestas intrusivas como su repudio muestran un modo agresivo de comunicarse con el grupo que piensa diferente.
Se trata de un tema complejo que atañe no sólo a la particular elección de vida que haga cada uno. Hay trabajo de grandes industrias en juego y existen muchas organizaciones que se dedican a la protección de los animales y del medioambiente. Batalla que hace tiempo está planteada y que llevará mucho tiempo más llegar a algún tipo de acuerdo que deje satisfecha a ambas partes del enfrentamiento.
Como nueva propuesta de estilo de vida, podemos reflexionar que las costumbres se van modificando a través de los años, y que lentamente ésto provoca un cambio de paradigma.
Que los más jóvenes representan nuevos estilos que se irán consolidando cada vez más y el nuevo modo de alimentarse se está estableciendo lentamente. Como todo cambio en proceso no podemos saber hoy si se convertirá en una modalidad masiva que modifique de cuajo el modo de alimentarse, o si quedará en el olvido luego de algunos años.
Probablemente, total o parcialmente, el paradigma se modifique y tenga en cuenta esta nueva tendencia.
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