Cada 27 de junio se celebra el Día Internacional de las Personas Sordociegas en conmemoración al nacimiento de Helen Keller, la primera persona sordociega que logró romper las barreras establecidas, graduándose en la universidad, y llegando a publicar diversos ensayos. A su vez, fue activista política y oradora estadounidense para conscientizar sobre dicha discapacidad.
La sordoceguera resulta al combinarse la discapacidad de la vista y el oído. Poco se conoce de las personas que lo padecen, claro está que precisan servicios especializados y mucha veces sufren discriminación. Para evitar esta actitud y fomentar la igualdad de condiciones, es necesario estar informado, es decir, conocer sus necesidades y también capacidades. Por ese motivo, vamos a adentrarnos un poco en las actividades que ayudan y distinguen a las personas sordociegas, y de qué manera podemos colaborar con ellas.
- Para desplazarse. Las personas sordociegas usan un bastón de dos colores, rojo y blanco, para distinguirse de las personas que solo tienen discapacidad visual.
- Para comunicar. Hay diversas formas para comunicarse con las personas sordociegas. La más usada es la que usa el alfabeto manual o dactilológico, en la que se realizan símbolos en la palma de la mano de la persona sordociega. Hoy día también existen aplicaciones tecnológicas que ayudan a comunicarnos.
- Para ayudar. Puedes dirigirse a las asociaciones de personas con sordoceguera, ya que realizan cursos y talleres de formación para voluntarios.
- Para saludar. Para saludar a una persona sordociega es importante que nos coloquemos cerca de ella. Allí se le puede avisar de nuestra presencia tocándole con suavidad el hombro o el brazo. Luego le decimos nuestro nombre. Si tiene resto auditivo se le puede hablar de forma clara y directa, evitando los sitios con mucho ruido. Siempre preguntaremos qué forma de comunicar prefiere. Y siempre, despídete también.
- Para avisar. Tocar en el hombro o brazo con suavidad. Así podremos avisar si queremos decirle algo.
- Para guiar. La forma más adecuada es dejarle que se tome de nuestro brazo. Le iremos avisando si hay escaleras, cruce de calles, puertas, u otros obstáculos.
- Y siempre: en el trato hacia las personas con sordoceguera actúa con normalidad.
Centro en Zona Norte
Institución Fátima
La Institución Fátima surge con el nacimiento de Fátima, una joven con sordoceguera, hija de Alicia y Carlos Picasso Cazón, quienes luego de participar en distintos centros de rehabilitación en el país se dieron cuenta que ninguna respondía a las necesidades de su hija. Probaron en el exterior, pero la separación de su familia fue negativa para Fátima, por lo que decidieron regresarla a la Argentina y crear un centro para Fátima y para todos los chicos y adultos con la misma problemática. La Institución se constituye el 19 Agosto del año 1988 como Asociación Civil. En marzo del 2018 inauguraron un Centro de Día para los jóvenes y adultos con sordoceguera y/o discapacidad múltiple de base sensorial.
La Rabida, 2688/2612
Béccar, Buenos Aires
info@institucion-fatima.org.ar