La función del padre

La función del padre – Por Lic. Constanza Bonelli

El domingo se festeja el Día del Padre y cada familia vivirá este evento de un modo particular. Se trata, sin dudas, de una cuestión cultural que venera lo que significa la función del padre.

La función del padreAl nacer el individuo necesita de los cuidados maternos para poder sobrevivir y en esa relación tan especial se construye el psiquismo. Tan necesario como los cuidados de la madre es el aporte del padre.

Cuando hablamos de “cuidados maternos” y del “aporte del padre” entendemos los mismos como funciones, roles, que pueden ser llevados a cabo por distintas personas que se encuentren al cuidado del niño, incluso pueden ambos roles ser realizados por una misma persona.

La importancia del rol del padre radica, principalmente, en la separación del niño de su madre, situación que habilita al individuo como ser cultural.

En un inicio la unión entre el niño y la madre se dá al modo de una “célula narcisista”, que quiere decir que funcionan, para el niño, como si fueran una misma persona. A medida que va creciendo es necesario que se vayan independizando, para que el niño pueda constituirse como un ser individual. Es en este punto en el que el aporte del padre es fundamental, funciona como separador de la madre y el niño. Situación que concluye con el atravesamiento del Complejo de Edipo.

La madre y el niño funcionan como “uno” durante el primer año de vida del bebé. En este período el interés de la madre está casi totalmente ocupado por lo cuidados del niño. A medida que va creciendo, por un lado necesita cada vez menos sus cuidados a la par que la madre vuelve, poco a poco, a interesarse por otras cuestiones de la vida que no atañen al hijo. Por ello decimos que la función paterna de separación también puede ser ejercida por la misma persona que ocupa el rol materno. En una familia tradicional, con madre y padre, será el padre quien reclame la atención de su mujer y así comienza la separación.

Conceptualmente es el momento del Complejo de Edipo, etapa de amor hacia la madre y rivalidad hacia el padre en el niño varón, con sentimientos inversos, como amor hacia el padre y rivalidad hacia la mamá, para completar lo que acontece en este período.

Resolución de este drama edípico es, mediante la instauración de la ley (la prohibición del incesto) que el niño abandona la lucha por la madre y se dirige hacia la búsqueda fuera de los lazos familiares de su propio amor. No tan rápido ni tan sencillo, más bien es un proceso que lleva unos años, pero que en resumidas cuentas trata de lo recién mencionado.

Por ello se dice que la función principal del padre en el desarrollo es la separación del niño y su madre, mediante la instauración de la ley. Ley de prohibición del incesto que permite al individuo insertarse en la cultura.

Esta ley, esta separación madre-hijo, posibilita que el niño comience a pensarse más allá de su madre. Decimos en psicoanálisis que deja de ser el objeto de la madre para convertirse en un sujeto deseante, con un deseo propio, que le dará identidad.

La ley del padre es constitutiva del psiquismo por estas acciones fundamentales que realiza. Función que incluso puede realizar la madre, y lo hará porque ella misma es parte de la cultura, ella misma atravesó este proceso y ya forma parte y respeta las prohibiciones de la cultura que nos constituyen como seres humanos diferentes al reino animal. Se trata de dos prohibiciones fundamentales, prohibición del incesto y del parricidio. Este último se refiere al asesinato del padre, deseo que surge en el hijo en pleno Complejo de Edipo, y que deberá abandonar para ser parte de la sociedad.

Cuando la función paterna no se desarrolla adecuadamente, como así también la función materna, no quedará bien constituído el psiquismo, situación que puede determinar la aparición de distintas patologías. Principalmente las relacionadas a la ley o a quedarse pegado a la madre. Patologías narcisistas como adicciones en todas sus versiones, trastornos de alimentación, delincuencia, hasta patologías más severas relacionadas a las psicosis.

Tanto la función de la madre como la del padre son necesarias para desarrollarnos adecuadamente y formar parte de la sociedad. Y ambas son roles que pueden ser llevados a cabo por las distintas personas que encarnen esas acciones necesarias para la vida del niño.

Consultorios en Nordelta y Belgrano: 4871-6634 / 156-272-2973
UBA matrícula 31906
Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
licbonelli@gmail.com / Ig: Lic.constanzabonelli

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