BULIMIA Y ANOREXIA por Constanza Bonelli

BULIMIA Y ANOREXIA en adolescentes- Constanza Bonelli

Por Lic. en Psicología Constanza Bonelli

Los trastornos de alimentación pueden entenderse como “Patologías Narcisistas o del Vacío”. Esto significa un tipo de funcionamiento psíquico como base de dichas enfermedades. Como toda patología psíquica es el resultado de determinadas vivencias infantiles, junto a las capacidades individuales y al entorno en el que se vive.

Podemos pensar los trastornos de alimentación como resultado, principalmente, de un vínculo fallido con la madre o su sustituto, con el cuidador y con el padre, en el inicio de la vida y continuando con ese modo a lo largo de la misma.

BULIMIA Y ANOREXIA- Constanza Bonelli

Al nacer necesitamos de la asistencia de quien nos cuida para poder sobrevivir. Y no sólo ello sino que, además dependemos de esa asistencia para poder existir psíquicamente. Esta “atención materna” (madre/cuidador/padre) debe ser adecuada, es decir, responder a las necesidades del bebé de un modo saludable.

Entendemos como saludable un tipo de respuesta que dé al niño lo que necesita, alimento, abrigo, calor, que lo dé de un modo amoroso, y que este aporte no sea ni deficitario ni excesivo. Que el niño no experimente ni ausencia ni excesiva presencia “materna”. Los dos extremos pueden resultar en el desencadenamiento de patologías. Es lo que se entiende como base de las patologías narcisistas, un tipo de vínculo que falló en el aporte adecuado necesario del bebé. O se excedió o resultó ineficiente.

Para pensar en la existencia psíquica del niño en formación es necesario tener cuidados que respondan las necesidades pero que dejen un espacio vacío para que surja nuevamente el deseo del niño y se dirija a la búsqueda de un nuevo encuentro con la madre. En esa búsqueda el niño se encontrará consigo mismo descubriendo su deseo más allá del de la mamá.

Trastornos de alimentación

En el caso de los trastornos de alimentación como la bulimia y la anorexia, la falla en la “asistencia materna” se da porque la respuesta con la que se encuentra el bebé es la de una “papilla asfixiante”, es decir, un aporte materno excesivo que no deja lugar libre para que el niño vuelva a desear, camino necesario para que se descubra en su deseo. Entonces lo que se establece es un tipo de relación fallida, de hiperpresencia materna, que el niño vivencia como exceso que lo asfixia. Así la anoréxica con su renuncia pulsional, dejando de comer, anula toda posibilidad de gratificación, encarna ella en su ser esa falta que se niega en la relación con la madre, arriesgándose hasta la muerte.

La bulímica, por su parte, repite en el atracón la supuesta completud, lo que “no falta”, el aporte excesivo que asfixia, entre ella y su madre, representando una escena sin vacío, el atracón, pero inmediatamente en el vómito busca hacer lugar, vaciar, crear un espacio entre ella y su mamá para poder existir.

BULIMIA Y ANOREXIA- Constanza Bonelli

Adicciones

Las patologías narcisistas son muy frecuentes en la clínica de hoy. Además de los trastornos alimenticios, las adicciones en todas sus formas son parte de este conjunto de patologías. Adicciones a sustancias, a conductas o a vínculos de dependencia.

Observamos en esta era de consumo en la que vivimos ciertas características que predisponen este tipo de sintomatologías, y ésto es debido a que se sobrevalora la “posesión de objetos” de los cuales se espera que tranquilicen y/o resuelvan necesidades.

Los tiempos propios de esta era no coinciden con los de antes, la inmediatez, la globalización, la sobreestimulación de la era digital, no van de la mano del desarrollo de las herramientas necesarias para alcanzar gratificaciones y éxito personal. Hoy la frustración no se tolera y la angustia no se elabora, y se intenta neutralizar con el consumo de drogas, alimentos, compras, hiperactividad, etc.

Exigencias culturales

La exigencias culturales de extrema delgadez que a través de los medios masivos de comunicación se constituyen en objetivos tiránicos para los adolescentes hacen lo suyo en el aporte para la enfermedad. De todos modos, más allá de las características culturales predisponentes, observamos que algunas personas enferman y otras no. Por ello debemos entender la patología psíquica como el resultado de un entramado que se da entre las vivencias infantiles, las capacidades individuales de cada persona, el entorno en el que viva, más un hecho desencadenante que determine la aparición de la enfermedad.

No menos importante es tener en cuenta que, además de las características generales que describen los trastornos de alimentación, será indispensable analizar cada caso en particular para comprender la complejidad de la enfermedad y diagramar el tratamiento más adecuado para cada persona.

Por tratarse de patologías que aparecen en niños y adolescentes, los padres deben estar atentos a los cambios que pudieran observar en ellos que den cuenta de que algo negativo está sucediendo para poder actuar y ayudarlos.

Lic. en psicología Constanza Bonelli

Consultorios en Nordelta y Belgrano: 4871-6634 / 156-272-2973
UBA matrícula 31906
Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
licbonelli@gmail.com / Ig: Lic.constanzabonelli

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