Lo que nos distingue como seres humanos del resto de los animales es la capacidad de comunicarnos a través del lenguaje. Para ello, nuestra voz es una de las herramientas más importantes que poseemos a lo largo de nuestras vidas.
La voz humana es producida en la laringe; el aire procedente de los pulmones hace vibrar las dos pares de las cuerdas vocales. Constantemente, utilizamos nuestras voces para interrelacionarnos y establecer una comunicación con los demás. Sin embargo, muchas veces son distintas las disfunciones en la oralidad que nos llevan a un uso inadecuado de la voz y aumentan las posibilidades de que suframos disfonías y otros daños.
Para evitarlo, es necesario estar atentos al cuidado de nuestra voz, es decir, valorarla, protegerla y preservarla.
Consejos para cuidar la voz:
- No fumar: el humo daña nuestras cuerdas vocales y, es causa de muchas enfermedades como el cancer de laringe.
- La disfonía o alguna alteración al respirar o tragar pueden ser señales de desórdenes en el tracto vocal, tales como, la sensación de quemadura detrás del esternón, y el respirar por la boca.
- Las personas que hablan o enseñan en ambientes cerrados, ruidosos, al aire libre, entre otros, deben realizar la consulta con el laringólogo, realizar entrenamiento vocal y utilizar micrófono siempre es recomendable.
- Si su entorno se queja de que usted habla muy fuerte o si necesita que le repitan lo que dicen, hágase controlar la audición con el otorrinolaringólogo.
- Tomar abundante agua antes y después de usar la voz.
- Evite hablar muy rápido. Tómese el tiempo para respirar entre las frases.
- Trabajar con la voz, hablar mucho por teléfono, cantar o hablar mucho o con voz muy fuerte puede llevar a una fatiga y posterior desorden de la voz. Es conveniente realizar entrenamiento vocal con una fonoaudióloga.
- La cafeína y el alcohol provocan deshidratación de las cuerdas vocales. Por ello, se recomienda un consumo moderado y es aconsejable acompañarlos con un vaso de agua.
- «Aclarar la garganta» y toser frecuentemente puede dañar las cuerdas vocales. Es conveniente tomar sorbitos de agua, y chupar un caramelo para alivianarlas.
- El estrés puede llevar a una forzada producción de la voz y esto puede provocar daños en el tracto vocal. Se aconsejan las técnicas de relajación.