El 10 de mayo se celebra el Día Mundial de los Medios de Comunicación Social, instituido por la Iglesia Católica con el objetivo de reflexionar la importancia e influencia que ejercen en las distintas sociedades del mundo contemporáneo.
La evolución de los medios de comunicación se produjo de manera paulatina y en conjunto con el desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías.
En los comienzos, los libros eran obras religiosos reservadas únicamente para una elite. La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1440, permitió la reproducción de los textos en serie en un menor tiempo, de esta manera, una mayor cantidad de personas pudieron tener acceso al saber y al conocimiento.
Tras la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, la opinión y la información comercial y económica, derivaron en los periódicos.
A fines del siglo XIX surgió el cine, y seguido la radio. A partir de 1945, se desarrolló la televisión en Estados Unidos y se expandió a lo largo del mundo.
El surgimiento de los medios de comunicación masiva significó un cambio decisivo en el mundo popular (especialmente el urbano), ya que, tal como explica el historiador Ezequiel Adamovsky se fue transformando e integrando una «cultura de masas elaborada y transmitida por empresas mediáticas y del entretenimiento».
A fines del siglo XX, el surgimiento de internet produjó un cambio rotundo en el proceso y difusión de las comunicaciones. La sociedad pasó a estar atravesada por una hiper conectividad; hoy se habla de una homogeneización de la cultura mundial y del usuario como «prosumidor», es decir, como consumidor y productor del flujo de información.
Si bien en la actualidad existen otras alternativas a los medios de comunicación masivos, resulta fundamental que los mismos actúen con responsabilidad y compromiso social. Debido al enorme peso que siguen teniendo en la formación de opiniones de la sociedad, siguen funcionando como grandes líderes de opinión.
