Identidad de Género por Constanza Bonelli

El psicoanálisis a través de la clínica y del estudio del inconsciente, intenta dar cuenta de cómo se estructura la identidad sexual, lo femenino y lo masculino, desde las primeras experiencias de la vida en el interjuego con los vínculos primarios, principalmente la madre o su sustituto, y el padre o quien cumpla su función. Pero dicha constitución depende también de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y espirituales. Freud ubica en un lugar central de su obra el concepto de inconsciente para poder entender la construcción de la sexualidad de los seres humanos.

Identidad de GéneroLa obra se basa en la teorización de la sexualidad, y la patología psíquica está determinada por cuestiones relacionadas directamente con fallas en la estructuración sexual del individuo. Las famosas “histéricas” de Freud, a partir del estudio de las cuales comienza su obra, enfermaban por deseos sexuales inadmisibles culturalmente, cuya represión fallida surcaban el camino hacia los síntomas. Así podemos ver el papel principal que la sexualidad, la identidad sexual, la elección de objeto sexual, el modo en que se viva la sexualidad, tienen en el desarrollo de la vida.

Desde el comienzo de su obra en “Tres ensayos de teoría sexual” da cuenta de cómo los avatares de la pulsión sexual determinan el desencadenamiento de las psiconeurosis. Y con la conceptualización del Complejo de edipo, el Complejo de Castración del varón y la envidia del pene en la mujer, desarrolla ampliamente la base sexual en la constitución psíquica del sujeto. Sus discípulos más importantes como Lacan, con la teoría del falo y la ausencia del mismo; o Melanie Klein, con sus aportes sobre el sexo y la curiosidad inhibida, o los desequilibrios que dichas inhibiciones causaban entre la agresión y la libido, continúan ubicando a la sexualidad en el centro de la conformación de la identidad y del psiquismo.

Entendemos por “género” al concepto que diferencia lo masculino y lo femenino determinado desde lo social, lo cultural y la historia. Freud y sus discípulos más importantes han desarrollado la idea del género sobre una base biológica. Sustento biológico que representa a la mayor parte del pensamiento científico. Es decir, que la construcción de la identidad sexual se hará sobre la determinación del cuerpo sobre el campo simbólico, y toda aquella identidad que no coincida con la biología será entendida como una desviación. Este punto de la teoría psicoanalítica ha sido criticado por algunas corrientes de pensamiento que comprenden la elección del género más allá de lo biológico. Se conoce como “Ideología de género” a esta lectura que establece una cuádruple disociación en el ser humano, el sexo biológico, el cuerpo con que se nace; la identidad de género, lo que siente la persona que puede coincidir o no con lo biológico; el rol del género, establecido socialmente; y la orientación sexual, es decir, la elección de objeto sexual.

La identidad sexual se construye a partir de la relación con un otro con quien comenzamos a conocer nuestro cuerpo de sensaciones, cuerpo erógeno, que nos permitirá construir nuestro cuerpo simbólico, es decir, la representación que tengamos del mismo. Aquí podemos ver las distintas referencias que el concepto de cuerpo puede tener y de allí la dificultad para determinar la influencia que lo biológico imprima a esta experiencia de constitución de la identidad. Para el psicoanálisis esta influencia es determinante pero en la actualidad encontramos lecturas que no comparten esta idea de primacía del cuerpo biológico sobre el simbólico y el erógeno. Esta lectura de “Ideología de género” de los últimos años no representa el pensamiento psicoanalítico más tradicional y podríamos asociarla más a una idea de la sociología que del psicoanálisis.

En la actualidad asistimos a un verdadero cambio de paradigma acerca del tema de la sexualidad y la identidad de género que atañe a la cultura occidental en general. Hoy existen leyes que contemplan la conformación de familias con padres del mismo sexo, incluyendo la posibilidad de adopción o de modos de llegar a la paternidad de manera artificial. No sólo de padres del mismo sexo, sino también de madres o padres solos que eligen construir familias monoparentales. Esta diferencia sociocultural que habilita una nueva mirada sobre la construcción de la familia toca de lleno la constitución de la identidad de quienes conformen sus vidas en estos nuevos modos de vivir. Este cambio radical obliga a un replanteo de los conceptos teóricos antiguos para que puedan contemplar las nuevas realidades.

La utilización del lenguaje inclusivo, “todes” ó “todxs” por ejemplo, es una muestra de este cambio de paradigma. La cultura actual no sólo en cuestiones de género sino en todo lo que atañe a la vida de cada uno, tiene una mirada más amplia, globalizada, inclusiva, que dista mucho de la que imperaba a principios de siglo. De este modo algunas ideas pudieran resultar algo arcaicas si no se aggiornan a la cultura actual, por ello es necesario repensar y mantener las teorías en una dinámica que contemple las necesidades de hoy.

En el año 2006 se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) que tiene como objetivo garantizar la educación de la misma a todos los niños, niñas y adolescentes. Se entiende por ESI la que articula aspectos biológicos, psicológicos, afectivos y éticos, en el modo de entender el desarrollo de la sexualidad. Tiene como finalidad la protección de los derechos y la prevención frente a situaciones de violencia, abuso y maltrato que los menores pudieran vivir en cualquiera de los ámbitos a los cuales pertenezcan, y la reparación de los problemas si es que han sucedido. También tiene la intención de respetar la identidad de género sin limitarse al aspecto físico, contemplando y respetando la manifestación emocional de los alumnos admitiendo a la totalidad de la comunidad incluyendo alumnos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans, entre otras variables de identidad de género).

Si bien esta ley es un cambio sustancial en la contemplación de los nuevos modos de entender la identidad sexual, aún no se implementa en todas las escuelas, y en las que sí no se lleva a cabo de una manera adecuada. Ésto muestra claramente que estamos frente a un cambio de paradigma, pero llevará tiempo y trabajo de adaptación que estas ideas se conviertan en la nueva cultura.

Lic. Constanza Bonelli
Consultorios en Nordelta y Belgrano: 4871-6634 / 156-272-2973
UBA matrícula 31906
Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
licbonelli@gmail.com

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