Hace un poco más de cien años, la población armenia fue forzosamente trasladada y deportado, para ser posteriormente asesinados. Este suceso dio lugar al genocidio armenio, uno de los mayores genocidios de la historia.
En la noche del 23 de abril, intelectuales, religiosos, profesionales, intelectuales fueron deportados desde Armenia y Anatolia a Siria, y una gran parte fue enviada al desierto para morir de hambre y sed. Mujeres y niños fueron raptados y brutalmente abusados. Además, un gran porcentaje de la riqueza del pueblo armenio fue expropiado.
El 24 de abril es conocido como el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos, en recuerdo de todos los crímenes de lesa humanidad que tuvieron lugar en consecuencia de la discriminación y el racismo.
A pesar de la magnitud de dicho suceso, únicamente veinte Estados han reconocido este genocidio, mediante una resolución de carácter formal: Argentina, Bélgica, Canadá, Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Holanda, Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Uruguay, El Vaticano y Venezuela.
La actual República de Turquía, sucesora jurídica del Imperio Otomano, no niega que las masacres de civiles armeniostuvieran lugar, pero se opone a considerar que se tratara de un genocidio. Argumentan que esas muertes no se debieron a un plan de exterminio masivo que dispuso el Estado, si no a luchas ínter-étnicas, enfermedades y al hambre.
Desde el 2007, nuestro país conmemora el Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los Pueblos. Este día, debe permanecer grabado en la mente del mundo entero como un símbolo de reflexión ante los errores del pasado y, que nos invita a reafirmar el respeto y la tolerancia entre los distintos pueblos, culturas y etnias.