Día de la Madre Tierra: 10 especies en peligro de extinción en Argentina
Cada año, el 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra. En el 2019, dicha fecha se conmemora bajo el lema «Protejamos nuestras especies».
Argentina, es uno de los países que mayor biodiversidad alberga. Sin embargo, la fauna se encuentra severamente amenazada por la falta de conservación. En la actualidad, son más de 500 especies las que se encuentran en peligro de extinción.
A continuación, presentamos 10 de estas especies con el objetivo de concientizar sobre la preservación de las especies y fomentar la aplicación de políticas y medidas de protección medio ambiental.
1- Tatú carreta
El tatú carreta es el más grande de los armadillos que aún viven. Mide alrededor de 1,5 metros de longitud, desde el hocico a la punta de la cola y suele pesar 60 kilos.
Su ubicación es preferentemente tropical y subtropical. En nuestro país, habita en Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Chaco y tal vez, Corrientes. Busca terrenos áridos con arbustos, montes, bosques, selvas y savanas.
Las actividades como el desmonte, la agricultura, la ganadería y la caza, han reducido o exterminado poblaciones de tatús en varias áreas. Además, ha desaparecido de los asentamientos humanos, probablemente perturbado por los disturbios generados por los asentamientos.
2- Yaguareté
Dentro del territorio argentino, el yaguareté habita actualmente la selva húmeda salteña y jujeña, algunos sectores del chaco y la selva misionera, donde encuentra una gran variedad de ambientes naturales: bosques tupidos, caminos y en especial, sitios cercanos al agua (costas fuviales, esteros, bañados, etc.)
Esta especie de jaguar es una de las más amenazada por el desmonte, la caza furtiva y la destrucción de su hábitat natural, que lo redujo a subsistir en la selva misionera, principalmente.
Si bien no existen registros exactos, se calcula que sólo quedan 100 especímenes de yaguaretés y su situación también es de “peligro crítico”.
3- Chinchilla de cola larga
La chinchilla de cola larga también se le conoce como chinchilla chilena o costera, así como chinchilla costina o menor.
Tiene una longitud de cuerpo que se sitúa en los 26 centímetros aproximadamente, mientras que su cola mide unos trece centímetros. Destaca por sus orejas de grandes dimensiones en comparación con el resto del cuerpo, pudiendo alcanzar los 4.5 centímetros. El peso de esta especie oscila entre los 600 y los 800 gramos, siendo las hembras en este caso, más grandes que los machos.
La chinchilla de cola larga es propia de América del Sur, pudiendo encontrar ejemplares de esta especie por todos los Andes. Busca zonas áridas para convivir, así como zonas escarpadas y montañosas. Suele encontrarse entre los 400 y los 2.000 metros de altitud. Puede soportar temperaturas superiores a los 30º en verano, mientras que en invierno convive con una temperatura media de 7º.
Dentro de las principales amenazas se encuentra la explotación del terreno por parte del ser humano y, por otra parte, ha incrementado la población de uno de sus principales depredadores, el zorro, por lo que viven en peligro constante.
4- Flamenco andino
El flamenco andino es otro animal que se encuentra en peligro de extinción. No sólo tiene una baja tasa de reproducción, si no que, además, la venta de los huevos de flamenco para consumo humano durante el siglo XX, especialmente en las últimas dos décadas, intensificó su crisis de supervivencia.
Otros factores que ponen en riesgo a este especie es la creciente actividad minera, los bajos niveles de agua, los desastres naturales y la erosión de espacios para anidar.
5- Guacamayo verde
El guacamayo militar o guacamayo verde (Ara militaris) es un ave del género ara como otros guacamayos también popularmente conocidos. A diferencia de otros guacamayos, por lo fragmentado de sus poblaciones, se considera su situación actual como vulnerable.
La pérdida de hábitat y especialmente el grave problema de la captura de ejemplares libres para venderlos como mascotas son las principales amenazas.
6- Pecarí del chaco
Es el mayor de los chanchos salvajes con una altura desde el suelo hasta la cruz es de entre 400 mm y 690 mm, y una longitud promedio de 1,1 m. Su peso está entre los 29 y 40 kg.
Esta especie ha desaparecido de grandes áreas en Argentina, donde su área original se ha visto reducida en aproximadamente un 40 %. Dentro de los motivos se encuentra la caza para comercializar su piel o para comérselos; la destrucción de su hábitat para la práctica de actividades como la ganadería; y, por último, debido a la depredación y las enfermedades.
7- Tapir
En la Argentina hay una sola especie de Tapir que se distribuye por Chaco salta, Formosa, norte de Corrientes y de Misiones. Habita en la selva paranaense, la selva de montaña o yungas, en parches de bosque chaqueño y delta del Paraná. Por lo general, asociado a ríos, lagunas y bañados.
Este mamífero es víctima de la deforestación y de la caza ilegal y, su población fragmentada la pone en serio riesgo de extinción.
8- Huemul
El huemul (Hippocamelus bisulcus) es un mamífero perteneciente a la familia de los cérvidos que habita la zona la cordillera de los Andes en el área patagónica. Actualmente se encuentra en peligro de extinción; se estima que quedan solamente alrededor de 1500 individuos repartidos en más de 100 poblaciones.
En Argentina se cálcula que hay entre 350 y 500 huemules distribuidos en 50 grupos diferentes –el resto se encuentran del lado chileno- que se reparten a lo largo de 1800 km de Andes. Este animal, fue víctima de la caza furtiva, ataques de otras especies y enfermedades, que lo ponen en riesgo de extinción. Además, los incendios forestales de las últimas décadas en su hábitat redujeron considerablemente su población.
9- Pichiciego
Los armadillos se encuentran entre los animales más curiosos de la fauna americana, siendo su característica más singular la presencia de una coraza formada por placas que recubren toda su región dorsal.
Este diminuto animal habita en los montes del norte argentino y los datos sobre su conservación son poco precisos. Ésto lo pone en peligro de extinción, considerando los cambios producidos en su hábitat natural.
10- Aguará Guazú
El aguará guazú tiene un aspecto similar al de un perro de patas largas. Desde el lomo al suelo puede medir unos 80 centímetros y del hocico a las ancas, cerca de 1,25 metro, a lo cual hay que agregar una cola de unos 40 centímetros. Su pelaje tiene un color rojizo que se aclara cerca del vientre y a lo largo del lomo tiene una raya negra. También son negros su hocico y las patas. Las largas extremidades le permiten ser un veloz corredor y un muy buen saltador, bien adaptado a los terrenos abiertos e inundados donde habita. Se estima que puede vivir entre doce y quince años.
Es considerado el zorro más grande de Sudamérica y habita la zona norte del país, especialmente en el chaco. El avance del hombre sobre su ecosistema redujo considerablemente el número de ejemplares.
