Centro Médico Villa Nueva
Las vacunas previenen enfermedades, discapacidades y muertes por enfermedades prevenibles tales como tuberculosis, difteria, tétanos, coqueluche, hepatitis B, sarampión, paperas, rubéola, neumonía, meningitis, poliomielitis, diarrea por rotavirus, cáncer cervical y gripe, entre otras. Repercuten en la salud mundial, evitando unas 2 a 3 millones de muertes anuales. Se calcula que si se mejorara la cobertura mundial se podrían evitar otros 1,5 millones anuales.
Las vacunas producen una respuesta inmunitaria similar a la generada por las infecciones naturales, pero sin causar enfermedad en sí. Disminuyen la susceptibilidad a la infección del individuo vacunado, pero además, actúan a nivel colectivo. Si en una población se logra un elevado número de sujetos vacunados (altas coberturas) el efecto protector puede extenderse a personas no vacunadas, provocando lo que se conoce como la inmunidad de rebaño.
Las vacunas son seguras y se someten a pruebas rigurosas antes de instalarse en el mercado. Es más probable tener lesiones graves por la enfermedad en sí que por una vacuna. Pueden causar efectos adversos, pero la mayoría de las reacciones son leves, como dolor en el sitio de inyección o fiebre.
Hay múltiples creencias, sin evidencia científica que las soporte, que promueven el incumplimiento de los calendarios de vacunación. En este sentido, nos parece importante destacar que algunas vacunas utilizan como conservante tiomersal, un compuesto orgánico que contiene mercurio y no resulta peligroso.
En 1998 se publicó en una revista científica un trabajo sobre la posible relación entre la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubeola) y el autismo. Posteriormente se demostró que los resultados eran falsos. No hay ninguna prueba de la existencia de autismo por vacunas.
Aunque las enfermedades prevenibles con vacunas se han vuelto raras en muchos países, los gérmenes que las causan siguen circulando en otros. En un mundo tan interconectado como el actual, pueden cruzar fácilmente las fronteras geográficas e infectar a cualquiera que no esté protegido. Por eso es tan indispensable sostener elevadas coberturas de vacunación: debemos vacunarnos inclusive contra enfermedades que no se ven en nuestro país.
Sabiendo el alto costo en vidas que conllevan los calendarios de vacunación incompletos, es importante recordar que:
Los dos motivos principales para vacunarse son protegernos a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean.
Es muy importante chequear el carnet de vacunas de nuestros hijos regularmente junto al pediatra.
Debe actualizarse el calendario de vacunación durante toda la vida, la vacunación pediátrica no elimina la posibilidad de morbimortalidad por enfermedades inmunoprevenibles en el adulto.
En Argentina, del 1 de octubre al 30 de noviembre de 2018, se llevará a cabo una campaña de vacunación de sarampión para todos los niños de 13 meses a 4 años, 11 meses y 29 días (nacidos entre 1/11/2013 y 31/10/2017) independientementede las dosis recibidas previamente.
Es importante acercarse al pediatra o médico clínico de cabecera, para revisar el calendariod e vacunación y consultar cualquier duda.
Fuentes: -Sociedad Argentina de Pediatría. -Ministerio de Salud. Presidencia de la Nación. Argentina. -Organización Mundial de la Salud.