Realizar el taller de huerta de otoño en la Huerta Circular de Nordelta fue una experiencia enriquecedora. No sólo por el aprendizaje adquirido y el grupo de gente sino también por la perspectiva de vida que, en forma implícita va trazando una manera distinta de ver las cosas más allá de la huerta únicamente.
El taller se llevó a cabo en 5 encuentros en donde se pudo vivenciar la huerta en aquella época más dura para relacionarse con la tierra. Época de reposo de la misma, de recupero de energía, de trabajo silencioso, más costoso y no igual de productivo que en épocas estivales. El desafío era justamente ese: encontrar el lado lindo a hacer la huerta contra frío, viento, helada y lluvia.
En la Huerta Circular todo es natural, la idea es estar en relación con la tierra, revalorizar aquella ancestral tradición de cultivar lo que se consume, aprovechar lo que la tierra nos dá. Consumir en forma orgánica, local y sintiéndonos comunidad. Y el equipo de trabajo que está todos los días allí experimenta día a día nuevas formas de mejorar el trabajo del cultivo.
Una de las cosas que la hace especial es que en esta huerta no se utilizan químicos. Por eso a lo largo del taller se fue aprendiendo cómo combatir las diversas problemáticas comunes que dañan los cultivos, de manera natural. Preparados a base de plantas, combate entre hormigas rojas que atacan a las hormigas negras cortaderas, utilización de plantas muleto que atraen a las plagas y evitan que se coman las verduras e intercalado en la huerta de especies aromáticas y algunas flores para disuadir a aquellos insectos más problemáticos y atraer a los benefactores; fueron algunas de las cosas aprendidas en el proceso.
En el primer encuentro analizamos el calendario de siembra, los tipos de siembra y sembramos el espacio del taller. En el segundo encuentro pudimos experimentar las diversas formas de reproducir plantas, desde gajos, semillas etc. y ya llevarnos plantines para iniciar nuestra propia huerta o poner en funcionamiento aún más la ya existente. En la Huerta circular están armando poco a poco un banco de semillas también orgánico. Es decir semillas que no hayan estado expuestas a químicos. En el tercer encuentro aprendimos sobre compost, una parte esencial de la huerta. Ya que la buena composición del suelo es vital para el éxito de la cosecha. En el cuarto encuentro pudimos experimentar en detalle las formas de realizar los preparados para combatir plagas, identificarlas y prevenirlas. El último encuentro fue un espacio de cosecha, pudimos llevarnos algunos alimentos y vivir la satisfacción de consumir lo cultivado.
A lo largo de todo el taller el “compartir” estuvo muy presente, puesto que todos los asistentes pudimos compartir experiencias, dudas, ideas. Y el cierre del taller fue un espacio final en donde disfrutamos juntos de un té hecho con hierbas de la huerta y pudimos darle el cierre agradable y cálido, igual que habían sido cada uno de los encuentros.
La Huerta Circular tiene actividades para colegios, actividades con ONG, actividades y colonias en vacaciones de invierno y talleres periódicos. Se puede estar en contacto a través de las redes sociales Facebook e instagram: @huertacircular o visitarla de Lunes a Sábados de 9 a 17hs.