El 12 y 13 de mayo más de 60 artistas plásticos y 16 escultores se dieron cita en un nuevo encuentro realizado en QUO Container Center de Ingeniero Maschwitz. Durante los dos días de evento, el complejo recibió a más de 2.000 visitantes que disfrutaron de las obras de Quique Gurevich, Paulo Ricobenne, Jorge Santangelo, Eduardo Noe, Daniel Fernández, Ezequiel Irrazábal, Federico Vázquez, Adrián Tenembaum, Juan Carlos Leotta, Sabino Pintos, Inés Viqueira, Dario Minska, Maite Corona, Karina Gómez, Juan Pablo y Rodrigo Del Papa, entre otros.
Cada uno de los escultores expuso grandes trabajos que durante los últimos meses fueron elaborando en sus talleres y que le permitieron al público que visitó la feria disfrutar y conversar con ellos acerca de su trabajo y del proceso creativo. Además, el evento contó con una instalación artística itinerante que incorpora el clásico colectivo Mercedes Benz 911 intervenido exterior e interiormente por el artista urbano Alfredo Segatori.
“El encuentro fue súper positivo, los resultados una vez más superaron nuestras expectativas, veníamos de varios días de lluvia intensa y ese fin de semana el cielo se abrió, salió el sol que nos acompañó sábado y domingo y fue un protagonista más del evento. Cargó y renovó las energías del público que nos visitó. Una vez más apostamos a generar un vínculo más cercano del público con los artistas y eso gusta mucho. El complejo tenía arte en cada rincón”, contraron los organizadores en diálogo con Locally. “Para nosotros fue muy gratificante ver a los más chiquitos con sus pintorcitos y pinceles atentos a las indicaciones de los profesores pintando”.
Esta séptima edición de la feria presentó una importante y atractiva grilla de actividades, talleres de mosaiquismo, vitrofusion, cerámica, porcelana, bordado chino y mexicano, talleres de mandalas. También hubo shows infantiles y musicales, entre ellos los de la orquesta de Maschwitz y el coro municipal. A lo largo de las jornadas hubo intervenciones artísticas en vivo, murales, intervención de paraguas y laberintos. Todas estas actividades utilizaron los materiales y pinturas de Colorshop Escobar y los visitantes pudieron degustar vino y champagne de la bodega Callia.
Las intervenciones en vivo y talleres tuvieron muy buena aceptación, el público participó activamente en estas actividades.