Trescientas cincuenta mil. Esa es la cantidad de personas que visitaron este año la ciudad anfitriona del Salone Di Mobile, o Milano Design Week, como se ha bautizado recientemente a este evento anual que por una semana a mediados de abril transforma a la ciudad de Milán en la meca indiscutida del DISEÑO, así con mayúsculas. Se realizó 57 veces, fue fundada en 1961 para promover el diseño y mobiliario italiano y hoy es la feria referente más importante del mundo en diseño de interiores y mobiliario, disciplinas que abarcan actualmente no sólo creatividad y calidad, sino también innovación, estilo, tecnología, vanguardia y tendencia, entendiendo y anticipándose al lifestyle de consumidores cada vez más exigentes y a una vida contemporánea en general cada vez mas “estetizada”.
Por todo esto, esta semana tan esperada reúne a miles de profesionales como arquitectos, diseñadores industriales y de interiores, periodistas especializados, coleccionistas, empresarios, intelectuales, críticos, creativos, cazadores de tendencias y buscadores en general de conocimiento y belleza.
Para esta última edición, por primera vez los organizadores redactaron un manifesto que se puede encontrar en la pagina web oficial www.salonemilano.it, haciendo honor a su ciudad anfitriona, Milán. Allí plantean que el Salone no es sólo una feria sino que es un sistema de conexión, emoción, creatividad e innovación. En un gigantesco predio ubicado en las afueras, Rho Fiera Milano, se extiende por 22 pabellones la feria principal, Il Salone Di Mobile, con 2500 firmas de más de 100 países. Es gigantesca. Apenas se llega es imprescindible entrar al shop oficial para llevarse el carry-on donde cada día transportar kilos y kilos de valioso material con espléndidas fotos: los catálogos, que otorga cada marca en la recepción de su stand, previa entrega del biglietti da visita (tarjeta profesional). Plano en mano, en la vorágine, la sensación y emoción que se experimenta es abrumadora. El impacto visual, el querer abarcarlo y verlo absolutamente todo, desde el más mínimo detalle a las marcas de lujo más impactantes. Además, comprende un show en sí de manera bienal: en año par se realiza EuroCucina y en año impar EuroLuce, y sólo por ver estas secciones de todo lo mejor y más vanguardista bien vale la pena el viaje.
Después de las 18.30hs cierra el Salone y hay que hacer fila en el subte con la multitud. Ya de vuelta en la ciudad de Milán la efervescencia y euforia es igual o más, con eventos, instalaciones y presentaciones de lo que se conoce como Fuori Salone, o Fuori Fiera, donde hay que estar sí o sí. ¡A no perderse ninguna invitación!
Estos eventos paralelos en barrios como Brera, Navigli, Tortona, son curados por los más renombrados artistas, diseñadores y arquitectos, hasta tienen una competencia que premia las experiencias más originales que logren identificar las expresiones estéticas que caracterizan a las tendencias de diseño contemporáneo y hagan foco en los nuevos fenómenos socio-culturales. En esta edición, uno de los proyectos premiados en la categoría “Mejor Sustentabilidad” fue “3D Housing 05”, un prototipo de casa construida en cemento con una impresora 3D.
Todo brilla y se luce en los “cortile”, los patios internos de edificios como joyas donde el diseño es protagonista total. Fondazione Prada, Fondazione Louis Vuitton, Armani Casa, la Vía Durini con alfombra roja incluida… El lujo y glamour demandan un atuendo elegante a toda hora, pero los más de 20 kilómetros caminados por día exigen y a la vez desafían a encontrar un calzado cómodo y chic.
Los diseñadores estrella como Antonio Marras o Rossana Orlandi sonríen mientras se sacan fotos con los visitantes. Nada es forzado, es primavera, es Milán. Lograron nuevamente su objetivo: sorprender y hacernos vibrar con el diseño exquisito, sin miedo al color y celebrando el mix de estilos. ¡Bravo!
Por Adriana Lopaczek
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