Casi no hace falta presentarla. Valeria Lynch tiene peso propio y popularidad conseguida durante décadas de carrera. Ella puede reinventarse cada tanto y seguir vigente siempre, atrayendo a un público de varios targets. “Estoy muy cerca de la gente, soy una artista auténtica, que se aggiorna constantemente y toma riesgos y nuevos desafíos todo el tiempo. Esto hace que me mantenga vigente a lo largo de tantos años de carrera y que siga llenando cada lugar en donde me presento. Estoy muy agradecida a Dios y a la vida por todo lo que me da. El público se renueva, están los de siempre y están los nuevos, y eso es posible cuando te reinventas constantemente”, asegura.
El presente la encuentra transitando un sueño, que pudo concretar luego de muchos años y le da mucha felicidad.
-¿Qué nos podes contar de Sunset boulevard?
-“Sunset boulevard” es un sueño que se hizo realidad, me pone súper feliz la respuesta del público y las excelentes críticas. Para mí, es uno de los grandes musicales de todos los tiempos y hay mucho talento artístico y del equipo de creativos puestos al servicio de esta obra. Tenía fe de que iba a funcionar porque es una fórmula explosiva, y no me equivoqué: es un éxito increíble ¡y recién empieza!
-¿Cómo la descubriste?
-La vi en Broadway y desde entonces siempre quise hacerla. Hasta que el año pasado Lino Patalano me convocó para protagonizarla, él sabía que yo quería hacerla. El papel de Norma Desmond es uno de esos roles que toda actriz desea protagonizar, por su complejidad y carácter, significa para mí un gran desafío. Pero me siento muy contenida por la magistral dirección de Claudio Tolcachir y por el equipazo de un elenco más que solvente. Es un vértigo pero lindo.
-¿Lo sentís como un desafío?
-Es un desafío cada noche. El rol es súper exigente tanto vocal como actoralmente. Es uno de los roles más complejos que me tocaron en mi carrera, tengo sobre mis espaldas los protagónicos de “Evita”, “El beso de la mujer araña”, “Hair” o “Victor Victoria”, entre tantos.
-¿Cuándo te diste cuenta de que tenías una garganta privilegiada?
-Desde niña, siempre supe que yo iba a hacer algo diferente. Desde los dos años cantaba en todos los lugares que me llevaban y en los actos escolares siempre era la elegida para actuar y cantar.
-¿Y cuándo fue que decidiste que podías vivir de esto?
-Ya a los 14 años comencé a prepararme estudiando canto, foniatría y arte escénico. Mis padres me apoyaron en todo y siempre tuve en claro que mi vocación estaría relacionada con lo artístico. Desde muy joven, supe que había nacido para cantar, fue después de bastante esfuerzo que tuve el privilegio de que el público me eligiera como una de las artistas populares, queridas y reconocidas de este país.
-Arrancaste cantando en inglés, ¿qué fue lo que te hizo virar al español?
-Como te decía, en mis comienzos todo me costó mucho sacrificio, me presenté en todos los concursos que había buscando esa gran oportunidad para hacerme conocida. Iba acompañada por mi papá, esperando las largas colas para realizar las audiciones. La primera oportunidad llegó a los 17 años de la mano de Eduardo Bergara Leumann para cantar en “La botica del ángel”. Luego, Alejandro Romay me eligió para protagonizar el musical “Hair”. El desarrollo de mi carrera artística fue lento pero a paso firme. Sí, en mis comienzos cantaba rock en inglés, hasta que Héctor Cavallero, mi productor en aquel momento, me convenció para que me pase a la balada en español, y sin dudas fue el cambio trascendental que me convirtió de la noche a la mañana en una artista popular y vendedora de discos. Yo quería vivir de mi vocación y el giro a las baladas en español me permitió eso.
-¿Te considerás una persona exigente?
-Absolutamente exigente. Me gusta la idea de la perfección o al menos llegar lo más cerca posible de lograrla. Creo que es una buena manera de desafiarme y lograr superarme incluso en las cosas cotidianas.
-La vida cotidiana… ¿En qué sentís que te cambió ser famosa?
-Podría decir que la fama te quita privacidad, entre otras cosas… A veces vendría bien un poco de anonimato, pero debo confesar que no reniego de ser reconocida. No entiendo a los artistas que se pasan parte de su vida tratando de ser queridos y cuando lo logran se ponen gafas oscuras y salen corriendo si alguien les pide una foto. Creo que uno, como artista, se debe al público, somos quienes somos gracias al cariño de la gente.
-¿Cómo fue el proceso de escribir una autobiografía?
-Fue un trabajo interesante, recordar momentos y episodios que hacía muchísimo tiempo no los contaba, o ni los recordaba, y traerlos al presente fue fantástico. En la etapa de producción estaba con un anotador para escribir todo lo que me iba acordando y quería escribir en el libro, era como un rompecabezas con todas las piezas desparramadas que tenían que unirse.
-¿Quién te elige el repertorio?
-¡Yo misma! Soy compositora de muchas de mis canciones y generalmente recibo canciones de autores conocidos y desconocidos. Entonces, escucho todo y elijo aquellas canciones que tienen que ver con mi estilo y que me llegan al alma.
-¿Qué canción te gusta más cantar y la que más te moviliza?
-“Piensa en mí” porque es una canción que tiene un mensaje de esperanza, que aplica a cualquier tipo de relación y a todos esos momentos donde creemos que ya todo está perdido y, sin embargo, hay una luz al final del camino. Ya es un himno y cada vez que la canto, al ver la emoción que produce en la cara y los ojos de la gente, es como si la cantara por primera vez.
-En tus recitales te piden que cantes tus clásicos, ¿te cansa?
-Hay canciones que hace más de treinta años que las canto, pero no podría dejar de cantarlas porque la gente me ¡mata! Por ejemplo, “Mentira” salió en 1982 y es como mi caballito de batalla, si no la hago en uno de mis shows la gente no me deja bajar del escenario. Cada uno de ellos, tiene una historia vivida o que se refleja en las letras de cada éxito. No reniego de mis éxitos, los eligió el público y soy consciente que cuando me vienen a ver quieren escuchar sus temas favoritos.
-¿Cómo te sentís con el feminismo? Generás identificación con las mujeres.
-Me parece que todos los movimientos como “Ni una menos” ayudan a concientizar a la sociedad acerca de lo que pasa cotidianamente con las mujeres, y todo lo que pueda contribuir a mejorar la situación de las mujeres y lograr la igualdad y el respeto es importante. Muchas de mis canciones tienen letras que hablan del sufrimiento de las mujeres o de mujeres que se revelan y se plantan y dicen basta. Todo suma en la lucha para conseguir que hombres y mujeres seamos iguales y vivamos respetándonos mutuamente.
-Te volviste a casar ya grande, eso es un buen ejemplo. Una voz de esperanza de volver a empezar.
-Por iglesia me casé sólo una vez, con Cau. No creo que exista un tiempo determinado para poder hacerlo, cuando realmente lo sentís, en cualquier etapa de la vida. Nunca es tarde y muchas veces cuando estás madura podés tomar decisiones desde un lugar más seguro, que cuando tenés el arrebato de la juventud.
-Tu familia siempre fue tu prioridad, ¿cómo lograste un equilibrio con tanta gira y viaje?
-Claramente, mi familia siempre fue mi prioridad. Pero poder lograrlo, fue un trabajo arduo, tratando de conciliar ambas facetas: Valeria madre y Valeria artista, intentando tener éxito en los dos planos. A veces por cuestiones de tiempo y compromisos laborales, se me hizo difícil estar todo el tiempo que me hubiese gustado con mis hijos, pero creo que he podido encontrar un equilibrio, sobre todo tratando de que los momentos que pasamos juntos sea la calidad lo que importa.
-¿Cómo te llevas con la docencia? Tenés varios pollitos. ¿Se puede aprender a ser muy buen cantante o es algo innato?
-Me gusta poder transmitir algo de lo cosechado. Y no dejo de sorprenderme porque hay un semillero de talentos Les ofrecemos las mejores herramientas para su formación y les brindamos la posibilidad de poder participar de producciones o de ganarse becas de estudios en el exterior. Existe el talento innato, pero con mucho estudio y técnica se puede mejorar.
-¿Cuál es el consejo que les das a tus alumnos?
-Que sigan sus sueños, que el camino es largo y difícil pero que realmente vale la pena, que estudien y que nunca se den por vencidos ante las posibles piedras del camino.
-¿Cuáles son tus ídolos? ¿Qué Cd llevás en el auto?
-No tengo ídolos. Pero si podría decirles que tengo grandes referentes en el mundo de la música: Barbra Streisand, Mina Mazzini, Mercedes Sosa, Janis Joplin y Freddie Mercuri. Grandes artistas de todos los tiempos que me marcaron e influenciaron en mi carrera.
-Si viniera el genio de Aladino y te concediera un deseo, el que quieras, ¿qué le pedirías?
-Salud y bienestar para mí y mis seres queridos, y que nuestro país salga adelante porque nos merecemos vivir en una Argentina mejor.
Brilla en “Sunset boulevard” en el teatro Maipo, esta vez dentro de un personaje. Declara que es uno de los roles más complejos que le tocaron en su carrera. Una charla intensa que pasa por sus comienzos, su vida personal y su visión sobre el feminismo.
Por Nazarena Bredeston