Carlos José Contepomi, conocido más por su apodo “Bebe”, es un libriano con mucha energía, vive al ritmo del rock que lleva en la sangre, y no para, su día dura 25 horas. Desde 1997 conduce el programa televisivo «La Viola», que se transmite por TN en forma ininterrumpida los viernes y sábados a la medianoche, en el que realiza entrevistas y presenta noticias de música, recitales y lanzamientos. Además participa de un segmento de rock en el noticiero del Trece y en la radio del rock nacional, Mega 98.3. Allí conduce ‘Todo lo demás también’.
Sin embargo, no fue la arista musical por donde arrancó su vida, sino como rugbier, aunque su sueño no era llegar a ser un “Puma” porque no le gustaba mucho el contacto físico. Jugaba porque en el colegio que iba -el Newman- era el deporte que todos practicaban. Reconoce que era habilidoso (jugaba de apertura) y que le gustaba patear, como se dice: “el rugby champagne”, la parte idílica del deporte. Sus gustos estaban muy lejos del tacleo. “Patear es lo más artístico, a los 17 años el entrenamiento se pone más serio, hay que entrenar más seguido y estar más preparado físicamente. Y, la verdad, que a mí me gusta mucho jugarlo pero no me gusta la actividad física”, reconoce Bebe. Así, a los 18 años, dejó el deporte dentro del campo, pero siguió unido al rugby como espectador.
-¿Podrías haber sido jugador como tus hermanos Felipe y Manuel?
-No, ni cerca, ¡ojalá! Soy el cuarto de ocho hermanos de sangre, estoy en el medio, en mi casa no había mucha cultura musical, no sé de dónde me surgió a mí. Sólo de mi abuelo paterno Tatatino, que era médico, vivía en Trenque Lauquen; pero, además, era un músico dotado sin estudiar, tocaba todos los instrumentos, autodidacta. Creo que esa es mi raíz.
-¿Y tu entrada al rock cómo se da?
-Yo entro por unos discos de pasta que se olvidó un amigo de mi hermano Pancho, yo no sabía ni lo que era y ahí escuche a los Abuelos de la Nada. O sea, conocí el rock, con el rock nacional, después conocí a los Beatles y a los Rolling Stones. Y ahí empecé a investigar, leía la revista Pelo, iba a las disquerías a comprar discos y cassettes y me fui fanatizando con el rock y todas sus vertientes.
-¿Cómo surgió el programa ‘La viola’?
-Cuando yo entré a TN le propuse al canal hacer un programa de música y unir mis dos pasiones: el periodismo y la música. Carlos de Elía era en ese momento el gerente de Canal 13 y aceptó, empezó como algo chiquito y ahora se transformó en mi forma de vida. En un principio era muy difícil conseguir notas, grabamos el programa y lo teníamos que entregar el viernes, y a veces era jueves a las 7 de la tarde y todavía no teníamos programa. Pasamos la crisis del 2001, donde la gente no tenía plata para comer, por lo tanto no había shows, no se editaban discos y por suerte igual salimos adelante dando contenido. Ahora, por suerte, lo digo con humildad, pero hay fila de bandas que quieren aparecer en ‘La Viola’. ¡Sobrevivimos!
-¿Te quedan muchas notas pendientes?
-La verdad que a veces miro y es impresionante con la gente con la que estuve… Sí, me queda pendiente Bob Dylan, pero soy tan fanático que espero que nunca me dé una nota porque me quedaría helado, no sé si podría hablar. Siempre me quedo disconforme con las notas que hago, siempre siento que me faltó algo. Pero por suerte mi equipo de producción siempre ve el lado positivo. Son quince minutos que tengo con estos tipos grosos: Collins, Paul McCartney y muchos otros genios de la música. Si me comparo con los Pumas es como salir a jugar con los All Blacks, pero ellos tienen 80 minutos yo tengo 15 minutos que se pasan volando. Hay que salir a buscar la gloria en esos 15 minutos.
-¿Cómo haces para llevarles el rock a tus hijos, qué CDs llevás en el auto?
-Hoy la música en casa -o en el auto-, cuando estamos con los chicos, la deciden ellos, (Helena, 9 años; Vicente de 7; y Camilo, 4) son chicos. Escuchamos Maluma, reggaeton y estas chicas jóvenes que vienen de Disney, no les trato de imponer nada. No soy un talibán del rock, puedo escuchar todo. No me molesta nada, puedo escuchar todo tipo de música, pero la que más me emociona es el rock. Flor, mi mujer, es la prueba de eso puedo ir a la costa escuchando cinco horas seguidas de Maluma o de Enrique Iglesias.
-¿Cómo ves la educación musical en los colegios?
-Creo que creció mucho, igual puede crecer más todavía. Cuando éramos chicos nosotros, para alejar a los chicos de la calle y de las tentaciones se usaba el deporte, ahora se está inclinando un poco para el lado de la música, se están dando cuenta los responsables de la educación que la música es totalmente lúdica y ayuda mucho a los chicos en su creatividad. Hoy es facilísimo para los chicos acceder a hacer música, es muy fácil que la puedan hacer en su casa, no necesitan un estudio. La música implica dedicación y pasión y eso es bueno para inculcar.
-¿En qué lugar está hoy el rock argentino?
-El rock argentino tiene 50 años de historia, es el rock más importante de habla hispana. Ni España, ni ningún país de Latinoamérica tuvieron la repercusión y la calidad de nuestro rock. He visto muchos movimientos musicales que parecía que se llevaban puesto el rock, pero sobrevivió. Los clásicos que vienen de afuera siguen llenando estadios, el rock argentino hoy puede no estar en un gran momento, pero yo vi pasar la electrónica, la música house (con su furor hace 20 años), el reggaeton que está ahora, la cumbia que parecía que se llevaba todo puesto hace un tiempo… pero el rock siempre está con mejores y peores momentos.
-Es el gran sobreviviente…
-Lo que pasa con el rock a diferencia de otros estilos musicales es que tarda mucho en que una banda, un artista, se desarrolle y quede en la historia. Pero, cuando queda, queda para siempre. Una banda de rock habitualmente tiene éxito después de 10 a 20 años, las bandas de rock, en la mayoría de los casos, no explotan rápido, tiene que hacer varios discos, se tiene que ir imponiendo de a poco. Tienen que tocar mucho en vivo, es otro proceso. No es como Maluma, que explotó y en 2 años son furor con 4 canciones. Yo tengo la teoría de que en Buenos Aires hay una banda de rock tocando en cada esquina, de cada barrio. Algunas con fines profesionales y otros para divertirse mientras estudian otra cosa, tocan rock y sus derivados.
-Por qué pensás que están llegando tantas bandas de afuera a tocar aquí. ¿Les cierra precio/costo?
-Las entradas en Argentina son caras inclusive a precio dólar, si las comparás con Europa son carísimas. Es muy difícil para los productores ganar plata con las bandas extranjeras, muchas veces pierden plata porque la banda se lleva el 95% del negocio y al productor de acá le queda sólo el 5% a pesar de correr los riesgos. Se gana plata pero también se pierde mucha.
-Con el paso del tiempo, se fue modificando el tema derechos de los músicos versus Internet, ¿se beneficiaron o salieron perjudicados?
-Hoy el tema de la compra de discos, no físico sino por Internet, está un poco más ordenado, con Spotify, porque las compañías discográficas sea aggiornaron y entendieron que en lugar de vender discos, cassettes o vinilos, tienen que vender plataformas web. Entonces, hicieron acuerdos que logran que la piratería casi no exista. Después hay que ver cuánto les pagan esas empresas a los artistas, creo que por ahora poco, pero se está ordenando. Creo que no faltan muchos meses para que dejen de existir los CD, hay bandas que ya no sacan sus discos en CD directo, van a la forma digital.
-¿Cómo ves este fenómeno de los festivales?
-Los festivales, no sólo el Lollapalooza que podría ser como el icono, son mucho más que festivales de música, la gente compra entradas para vivir la experiencia, esta palabra que está tan de moda. Hay muchas actividades para hacer, fook tracks para comer, cinco escenarios, se encuentran con amigos, hay una mezcla de bandas: emergentes, clásicos. Se mezclan públicos: gente que entiende con gente que no entiende. El rock argentino tiene tantos años de mezcla entre generaciones, es bárbaro ver padres con hijos disfrutando juntos.
-¿Dónde te sentís más cómodo, en la radio o la televisión?
-La verdad que en la radio, puedo ir sin tener que ocuparme de la imagen. Soy reo y no me gusta estar pensando todo el tiempo que ponerme y la radio te permite eso.
Desde hace más de 20 años conduce el programa televisivo “La Viola” por TN, donde se dio el gusto de entrevistar a las personalidades de la música internacional y nacional. Nos habló del rock, de los festivales y un sueño pendiente: Bob Dylan.
Por Nazarena Bredeston
Los recitales que se vienen en 2018
Sábado 14 de Abril: Radiohead en Tecnópolis
Sábado 21 de Abril: Divididos en el Luna Park
Jueves 10 de Mayo: The Kooks en el Luna Park
Viernes 11 de Mayo: Ozzy Osbourne en GEBA sede Jorge Newbery
Sábado 2 de Junio: Las Pastillas del Abuelo en GEBA sede Jorge Newbery
Sábado 8 de Septiembre: No te va a gustar en el Directv Arena de Tortuguitas
Martes 6 de Noviembre: Roger Waters en el Estadio Único de La Plata