Los vecinos y su visión sobre esta problemática

Durante el mes de marzo el transporte público y la llegada de los colectivos a Nordelta fue tema recurrente entre los vecinos de los barrios de la zona. La situación genera un enorme número de interrogantes, dudas y visiones encontradas. Por eso, consultamos a algunos vecinos para conocer su opinión en base a las siguientes preguntas: ¿Cuál es su opinión sobre la necesidad de más transporte en la zona? ¿Preferís una troncal abierta o cerrada? ¿Cuál es tu opinión hacia el proyecto impulsado por Nordelta y el Municipio? ¿Puede convivir una troncal cerrada con el paso de dos líneas de colectivos? ¿Estás de acuerdo con un servicio privado con costo derivado en expensas? ¿Qué otras propuestas creés que ayudaría a resolver la situación?

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Esteban Babino, vecino de La Alameda
Contar con más transporte es necesario, aunque se debe ser cuidadoso con la calidad de los prestadores del servicio, la frecuencia, el control, la infraestructura y demás aspectos que no están siendo considerados a priori. Además, hay que pensar en una troncal abierta: la cantidad de proyectos realizados por Nordelta S.A. en los último diez años, sobretodo de alta densidad poblacional, ya no son compatibles con la idea original de hace 20 años de ciudad pueblo con acceso restringido.

Respecto al proyecto del transporte público, mi opinión es desfavorable ya que se impone en forma unilateral un proyecto pasando por alto la opinión de los vecinos que confiaron en Eduardo Costantini hace 15 años. Y me refiero sobre todo a los siete primeros barrios. Además, si el Municipio está interesado en el ingreso del transporte hubiera solventado el pavimento que acabamos de realizar con fondos propios y debería retirar ese impuesto inconstitucional disfrazado en la tasa municipal por uso exclusivo de la troncal. No puede ser que sea privada para mantenerla y pública para bancarla. Es una estafa moral.

No puedo pensar en troncal cerrada cuando hoy está abierta según Diego Moresco y lo que los propios vecinos observamos. En todo caso, bajo la definición de «troncal segura», que da el Desarrollador, podrían convivir dos líneas pero con severas dificultades: hoy las dársenas no tienen espacio para dos buses. Como ejemplo está la parada de Glorietas o Barrancas. Además, si se importa una línea pública en Nordelta no estamos exentos de tener los inconvenientes de las ciudades en materia de choques, frenadas, etc. El gremio de colectiveros no se caracteriza por respetar las normas de tránsito: cruzan el colectivo, paran donde quieren, corren para cumplir horario, todas acciones incompatibles con «Nordelta es vivir bien».

Estoy absolutamente en contra del pago de un servicio privado por expensas. Paga el que lo usa. No está bien que mi vecino me subsidie el pasaje, ni que yo tenga que subsidiar a capitales privados. El único modo de aproximar una solución es que Mary Go, que desde el inicio del proyecto se la jugó e invirtió y nos vió crecer, sea el que lo siga haciendo, brindando nuevas frecuencias y coches adicionales. Ellos conocen al vecino. Los vecinos los conocen. Y por más que tengan cosas por mejorar, es preferible a nuevos actores. Otra alternativa es un premetro eléctrico que gire en círculo por la ciudad llevando y trayendo gente desde y hacia estaciones de transferencia. Es mi opinión personal que no necesariamente coincide con la posición del barrio al que represento como subdirector. En un barrio de 300 vecinos es difícil acordar en 6 puntos en forma unánime.

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Marta Cuello Lapaz, vecina de Barrancas del Lago
Es necesario más transporte con horarios fijos pero manteniendo el nivel de seguridad. Esto beneficia no sólo a los que trabajan en Nordelta (empleadas, operarios, profesores), sino también para que los habitantes grandes y adolescentes tengan independencia dentro y hacia la zona Pacheco, Benavidez, Tigre, la estación de trenes, los clubes.
Respecto a la troncal, definitivamente tiene que ser cerrada, de esa manera compramos hace 15 años con un alto nivel de seguridad por el doble anillo: guardia externa y barrial. Por eso pagamos bastante y seguimos pagando altas expensas y así lo prefiero. Más en estos tiempos. No queremos que la troncal se convierta en una pista de carreras, aunque en algunas ocasiones sucede, pero se pagan altas multas en general. La única forma de educar las carreras o alta velocidad es con multas, tocando el bolsillo.

Tal cual está presentado el proyecto de transporte público creo que puede convivir la troncal cerrada y el paso de líneas de colectivos. Además, hay que pensar como alternativa un transporte privado como MaryGo, pero no monopólico y que cobre lo que se les ocurra, hay que generar competencia.

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Gabriel Sanders, vecino de Portezuelo
En este tema hay que mostrar a los ciudadanos la «película completa» y no una «escena». Hoy la escena parecería mostrar a Nordelta como una localidad más del Municipio (según anuncios de la desarrolladora y de funcionarios municipales), con calles públicas. En ese contexto, el transporte parecería ser necesario para acompañar un crecimiento proyectado. Pero la película muestra que Nordelta comenzó cuando el desarrollador vendió estas tierras como un emprendimiento privado, integrado a su vez por diferentes barrios. Para quién eligió vivir acá, es un aspecto importante que tuvo en cuenta, ya que esas condiciones implican privacidad y seguridad, y un transporte público podría modificar las mismas.
Como comprador desde el año 2003, lo hice con el concepto antes expresado: una «mini-ciudad privada». Fui consciente de que no tendría transporte público y que ello significaría un mayor esfuerzo en el traslado de mis hijos o de alguna persona que deba prestar servicios en mi casa. Pero ese esfuerzo sería compensado con la mayor privacidad y seguridad que tendría a cambio.

No estoy de acuerdo con el proyecto presentado por el desarrollador y el municipio: los barrios de Nordelta tienen los perímetros muy vulnerables para el proyecto propuesto. Creo que tanto el Desarrollador como el Municipio debieron ser más transparentes desde un principio, publicando el Masterplan completo, para que los vecinos podamos tomar decisiones sin sufrir los perjuicios de cambios inesperados. Por ello les pido que asuman la responsabilidad de su proceder y que definan el futuro de la ciudad pueblo. Mientras el mundo tiende a incrementar las medidas de seguridad ante la creciente inseguridad, acá se plantea la apertura de la Troncal.

De ninguna manera estoy de acuerdo con el cobro de transporte por expensas, la AVN no es el Estado. Si se plantea al transporte como una necesidad, debe ser pagado por quienes lo necesiten y seguramente dará ganancias. De no ser así, entonces significa que no se trata de una necesidad, sino de la comodidad de unos pocos. Por otro lado, tenemos transporte privado, actualmente brindado por MaryGo. Para mantener un servicio de calidad y a precios razonables, la AVN podría promover la formación de una comisión de control, integrada por un vecino de cada barrio que surja de la elección en asamblea y que no sea el director, con el compromiso de hacer pública la gestión de dicha comisión.

Es necesario que se brinde a los nordelteños una definición sobre el futuro de la ciudad pueblo para preservar nuestra calidad de vida y patrimonio. Si la troncal es pública, igual que las otras calles de Nordelta, deberían determinarse sus límites laterales con relación a su trazado y elaborar un proyecto de que mantenga la armonía con el paisaje y contemple medidas de seguridad, dejando a las áreas comunes de Nordelta para uso exclusivo de los vecinos, ya que el mantenimiento se realiza con el aporte de nuestro dinero a través de expensas. A su vez, deberían reforzarse los perímetros de los barrios, con costos a cargo del desarrollador, ya que no sería justo que los vecinos solventemos cambios que traería beneficios económicos a terceros. Por otro lado, el Municipio debería dejar de cobrar la tasa por uso exclusivo de la roncal (que no tiene nada de exclusivo) y hacerse cargo de su mantenimiento.

María Eugenia Tomasello, vecina de Los Castores
Actualmente no contamos con un sistema de transporte interno que satisfaga las necesidades ni de vecinos ni de gente que viene a trabajar a Nordelta. La cantidad de buses de los cuales dispone Mary Go están siempre completos y no tienen un diagrama de refuerzo en horas pico para satisfacer la demanda interna. Sumado a esto, los costos de los traslados son caros, nadie espera tengan el valor de un transporte público ya que no reciben subsidios pero comparados a otros servicios de transfers en otras zonas, la comparativa muestra a Mary Go muy encima del boleto standard.
La troncal hace muchos años que no está “cerrada”, no obstante la existencia de barreras que solicitan pase, tag o identificación funcionan como un sistema de control y filtro. Definitivamente me opongo a una idea de troncal abierta en las condiciones de seguridad e infraestructura actuales.

No me gusta el proyecto de transporte público presentado, no creo se lo haya pensado de manera consciente ni teniendo en cuenta la situación de colapso actual de la troncal. Tampoco han tenido en cuenta la falta de infraestructura vial y de seguridad. Y lo que más me ofende del proyecto es que se haya consensuado a puertas cerradas sin antes consultar a los vecinos. Se nos está consultando ahora ya que se vieron forzados a hacerlo cuando vieron el aluvión de opiniones contrarias.
No puede convivir una troncal cerrada con el paso de dos líneas de colectivos y si estoy de acuerdo con un servicio privado con costo derivado en expensas.
A largo plazo el sistema del “tram” seria muy bueno, aunque es una propuesta muy a largo plazo con inversiones realmente de peso (que habrá que ver quien está dispuesto a hacer). A mi criterio la propuesta sobre la cual esta trabajando esta nueva Comisión de Transporte es absolutamente viable y de rapida ejecución.

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Cecilia Beltramino, vecina de La Isla
Creo que la integración de Nordelta al Municipio conectaría a nuestra comunidad con otras zonas, facilitaría fundamentalmente el traslado de las personas que trabajan prestando servicios en Nordelta y el traslado de los estudiantes y trabajadores de Nordelta hacia otros lugares de nuestra provincia y de CABA. Este proyecto, además, colabora económicamente porque hoy dependemos de un servicio único y exclusivo que tiene un costo alto, carece de intensas frecuencias y, además, se restringe a un número limitado de pasajeros. El tema de la seguridad que a tantos propietarios de Nordelta les preocupa es relativo, porque hoy las personas que ingresan en el único servicio privado permitido no son controladas en las entradas principales de Nordelta, con lo cual la idea de estar habitando un country cerrado es falaz. Entiendo que con el transporte público nos manejaríamos del mismo modo que hoy lo hacemos con las personas que se trasladan en Mary Go y si pienso que, para mayor tranquilidad de los que hoy cuestionan el proyecto, se pueden planificar refuerzos en los controles de las guardias de los barrios y también en los límites físicos perimetrales de cada barrio.

Vivo hace casi 12 años en Nordelta y siempre supe que “abrirían” la troncal y luego de esta docena de años, estoy siendo testigo del crecimiento exponencial de nuestra comunidad la que, sin dudas y enhorabuena, seguirá creciendo.
Como comunidad vamos -y valga la redundancia- generando mayor comunidad y nuevas reglas de comportamiento y es un desafío. Los desafíos, en general, provocan temor a causa de los cambios que los mismos implican aunque no obstante, pueden conversarse, atravesando procesos adecuados y resolverse.
Hay varias metodologías que pueden implementarse tales como encuestas, tanto cuantitativas como cualitativas, y, fundamentalmente, información adecuada.
Tengo la esperanza que nuestro tejido esté generando bases sólidas de un fuerte entramado social para que la adaptación a los cambios que la vida misma impone, no altere la esencia de esta “comunidad respetuosa del otro” que creo, firmemente, “es la base del concepto seguridad.”

Silvana Lema, vecina de Talar del lago 2
Mientras la ciudad pueblo se debate si puede o no existir el transporte público dentro de sus fronteras, lo que a mi como vecina me preocupa es lo que sucede fuera. Por ejemplo, Bancalari a las 17hs, horario en el cual colapsa la avenida, que es la columna vertebral de todos los barrios. Adultos y chicos que circulan saliendo de sus trabajos y colegios deben padecer la espera de la única línea de colectivos que pasa por allí. Por cierto, un servicio totalmente deficiente e inseguro. Si logran subir es un milagro, pero si en algún lugar está la providencia a esa hora es en las orillas del camino sobre la barranca a las vías. Junto a los roedores, malezas y tráfico vehícular incesante, sobre la calle o donde pueden, decenas de personas a la salida de Nordelta esperan el próximo milagro: un colectivo sin haber muerto en el intento. Genera indignación e impotencia. Debemos exigir como vecinos una pronta solución antes que tengamos que lamentar una masacre. Transporte público y lugar digno para esperarlo, ya.

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