Dos vecinas presentes en las IronMan de Argentina

Valeria Mooney vive en El Golf de Nordelta. Lorena Fariña en Castores. Las une su pasión por el deporte y por el entrenamiento para competencias de alto rendimiento. Son mujeres fuertes, presentes en varias ediciones de la emblemática carrera IronMan. Son nuestras mujeres de acero de esta edición de verano y decidimos conocerlas un poco más. Qué las motiva, qué las impulsa a tratar de superarse año a año, qué las lleva a pertenecer al grupo de destacadas deportistas de la ciudad pueblo.

Valeria asegura que recién empezó a entrenar a mediados de 2015 cuando se anunció el primer medio IronMan de Nordelta (Ironman 70.3): no conocía mucho del mundo de los triatlones, pero le pareció un desafío interesante. “Cuando era chica nadaba bastante. Después pasaron muchos años, diría que más de 30, con muy poca actividad deportiva, dedicandome al trabajo y a la familia. Cuando volví a entrenar me encontré con una parte mia que habia quedado guardada por muchos años. Disfruto mucho los entrenamientos y de las carreras”, nos cuenta.

Lorena FariñaLorena, más o menos, comenzó a entrenar por la misma época, hará dos años y medio. El impulsor fue un amigo que le insistía para que se sumara a estas competencias. “Un día, por cansancio, le dije ‘mañana arranco’ y junto al apoyo de mi marido y de mi familia así fue. Comencé con natación, me presenté con el profesor y le dije ‘quiero correr un IronMan’. El profe me miró sorprendido y me preguntó si estaba segura, si sabía de qué se trataba y si alguna vez había practicado alguna de las tres cosas. Le respondí todo que no y que sólo había nadado a los 13 años”, recuerda divertida a Locally sobre su comienzo en este mundo. “Siempre soñé con ser una gran deportista, pero por las circunstancias de la vida nunca tuve tiempo de dedicarme a ningún deporte por estudio, trabajo, familia. En mi adolescencia hice patín artístico y natación, este deporte nunca lo había visto como opción, porque vengo de una familia de ciclistas y había jurado no hacerlo: me había agotado de verlo toda mi infancia. Ahora no puedo dejar de entrenar y competir porque día a día trato de superarme, es muy motivador, requiere mucha técnica en cada una de las disciplinas y a su vez mucho entrenamiento para ir logrando metas, correr, nadar y andar en bicicleta cada vez más rápido. Ante todo, se compite contra uno mismo, contra tus propias limitaciones, tus miedos y las dificultades de los distintos escenarios de competencia, me apasiona. Ya no me cuesta entrenar porque es un hábito de vida, en realidad lo tomo como un trabajo: es algo que disfruto mucho hacer y trato de transmitirlo a todo el entorno porque es algo muy saludable. Lo mejor es que la edad no es un impedimento para hacerlo. Por lo general las mejores atletas amateur tienen arriba de 40 años: a esa edad uno tiene la vida más organizada, los hijos grandes y tenemos más disponibilidad horaria para entrenar”, analiza Lorena.

 

Valeria MooneyValeria corrió los dos IronMan 70.3 que se hicieron en Nordelta y la versión completa que tuvo lugar en Mar del Plata semanas atrás, el 3 de diciembre. Lorena tuvo un par de años bien agitados y con mucha presencia internacional: disputó cuatro IronMan completos (entre ellos el de Lanzarote, en las Islas Canarias, catalogado como uno de los más difíciles del mundo por los vientos de hasta 80km por hora y los 3500m de desnivel en la bicicleta), siete IronMan 70.3 (tres de los cuales son clasificaciones al mundial de Australia World Championship 2016, Tennessee Chattanooga World Championship 2017 y Coquimbo Chile, donde salió primera de su grupo de edad, tercera en la general de mujeres y clasificó para el World Championship 2018 de Sudáfrica) y cuatro olímpicos.
Para llegar a punto a estas competencias, el trabajo es arduo durante todo el año, no sólo en los meses previos a la competencia. Valeria entrena de lunes a sábado, y a veces los domingos, las tres disciplinas. En general son dos días de cada una de ellas y cuando está preparando carreras más exigentes hay días que llega a practicar dos disciplinas juntas. “Tengo un plan de trabajo que prepara mi entrenador Kelo Benvenuto y que mantengo en forma constante desde que empecé con el triatlón. Para entrenar el IronMan la carga de entrenamiento sube y los entrenamientos son bastante más largos. La idea es generar mucho volumen de cada una de las disciplinas para estar bien preparados para afrontar la carrera. Tambien la alimentacion es importante, me ayudó una nutricionista y deportologa a ordenar mejor las comidas, aunque esta parte me cuesta bastante”, asegura.
Por su parte, Lorena nos cuenta que entrena de lunes a lunes, entre 3 y 5 horas diarias, con descanso activo practicando alguna de las tres disciplinas en forma regenerativa. “Primero me fijo cuáles serán las competencias durante el año y de acuerdo al objetivo cuán cerca o lejos esté, es la intensidad del entrenamiento. Trato de armarme la agenda al terminar el año para que mi entrenador me programe los entrenamientos de acuerdo a cada carrera, nunca se entrena al 100% dejándolo todo, para eso está el día de la carrera. Se hace de manera progresiva y de acuerdo al objetivo. Las primeras semanas se comienza con una adaptación y día a día se va incrementando progresivamente los esfuerzos hasta tres semanas antes de la competencia que hay que bajar la intensidad para llegar lo más descansado posible”, explica. “La alimentación es clave para este deporte, para sostener un buen nivel es necesario comer antes, durante y después de cada entrenamiento, también entre sesiones. Es importante cuidarse en las comidas, evitando azúcares, harinas, grasas. En los entrenamientos de bici suelo comer geles, barras proteicas, banana. En las carreras tomo preparados más complejos, compuestos por sales, glucosa, magnesio, sodio, potasio, calcio, aminoácidos y carbohidratos, todos nutrientes esenciales para el cuerpo durante toda la carrera. El secreto de una buena carrera es la alimentación e hidratación para llegar en condiciones a a la meta”, dice Lorena.

Sin cuestiones de género
“El trato es el mismo para todos, somos todos corredores y todos tenemos el mismo objetivo, terminar la carrera, disfrutarla y dar lo mejor de cada uno”, afirma Valeria cuando se le consulta por si hombres y mujeres reciben el mismo trato en este tipo de competencias. “Si, recibimos todos el mismo trato tanto de la organización, de los voluntarios y de los atletas número 1 del mundo. Todos te tratan por igual y no nos discriminan por ser mujeres, al contrario, nos felicitan por ser triatletas, somos madres, amas de casa o trabajamos como cualquier otra persona y es una complicación a la hora de organizar los horarios, porque dependemos del pool, de los extras del cole, de la familia, pero nada es imposible”, detalla Lorena.

Ambas estuvieron presentes en la competencia que, como indicamos anteriormente, se realizó por primera vez en la ciudad de Mar del Plata en diciembre pasado y fue el primer IronMan completo del país. De unos 1300 participantes, aproximadamente, Valeria terminó en el puesto 574 de la categoría general (hombres y mujeres), 44 entre las mujeres y 8° en su categoría. Esta destacada performance ya la incentivó para correr en 2018 alguna maratón, aún sin definiciones de por cuál se inclinaría, y el IronMan 70.3 de Nordelta a realizarse en noviembre.
Volviendo a La Feliz, Lorena terminó 2° en su grupo de edad y 15 en la general de mujeres, completando el circuito en poco más de diez horas y 42 minutos. “Fue una experiencia realmente apasionante, superó mis expectativas. Estar en la largada a la hora del amanecer y escuchar el himno argentino es una emoción única que te llena de adrenalina. Cuando suena el disparo largan siempre primero los de grupo elite y luego en modo rolling swim star cada cinco segundos van largando los amateur y ya no hay marcha atrás, sabés que te quedan por delante más de diez horas intensas donde el dolor y sufrimiento pueden aparecer, las sensaciones se empiezan a mezclar: tenés ganas de largar y a la vez la inmensidad del mar y las olas generan miedo, el pulso se acelera. Cuando ya estás ahí en el agua es donde comienza la lucha interna, la charla con tu interior, donde brazada a brazada te tratás de calmar y bajás un poco esa ansiedad del principio porque vas tomando conciencia de que la carrera es larga. Te convertís en una especie de loco solitario, te vas hablando y luchás siempre contra tu yo interior, ese que te puede sacar de la carrera o te puede llevar a la gloria. En cada brazada tratás de orientarte hacia cada boya y buscar referencias para no desviarte, yo no soy una buena nadadora pero carrera a carrera fui entendiendo que si se flotar nada me va a pasar, el tramo de agua a pesar de ser largo es lo más corto de la competencia y es en lo que menos se sufre, así que trato de disfrutar de esta parte”, recuerda Lorena sobre su experiencia. “Al salir del agua, empieza una gran aventura de ciclismo, estar preparado psicológicamente es clave, porque son 180 km de soledad absoluta en la mayoría del recorrido: te volvés pendiente de la hora para hidratarte y comer bien. Más allá del entrenamiento, es lo más importante para llegar a ser finisher. Estas carreras se ganan con la cabeza, con inteligencia, con estrategia y una buena alimentación e hidratación: si no cumplís con todo esto es muy probable que lo pases muy mal en la bici y ni hablar cuando salís a correr la maratón de los 42 km. Cuando escuchás los gritos de la gente que te alienta, sentís que te inyectan energía, escuchar y ver a mi familia, amigos, vecinos gritándote no tiene precio. Cuando salí a correr la maratón por la rambla, fue único, distinto a todas las carreras que corrí. Fueron 42 km que se me pasaron volando, los gritos de la gente y la pasión que transmitían ellos también como espectadores era increíble, para mí también era un espectáculo verlos y escuchar mi nombre, es la cuota de energía que se necesita para correr lo más entero posible. La maratón de Mardel para mí fue mágica y a pesar del viento fue rápida porque me sentí acompañada y alentada todo el recorrido”. El próximo desafío de Lorena es el medio IronMan de Bariloche en marzo, después en abril el IronMan de Sudáfrica, el 1° de septiembre el World Championship Nelson Mandela Bay y en noviembre la versión 70.3 de Nordelta donde buscará su plaza para World Championship Niza 2019.

Por Damián Serviddio

 

Tipos de IronMan
La versión completa de esta carrera incluye 3800m de nado, 180 km de bicicleta y 42 km de running. La media versión, conocida como IronMan 70.3, implica distancias de 1900m de nado, 90 km de ciclismo y 21 km de running. “IronMan plantea las carreras con muy buena coordinación. Tiene estándares preestablecidos que se repiten en todas las carreras. Hay mucha ayuda para los corredores y los lugares son increíbles. Además, tiene ranking a nivel mundial y tenés la posibilidad de clasificar para el mundial”, explica Valeria cuando se le pregunta sobre las diferencias de esta carrera con alguna otra. Lorena, agrega: “Es algo que supera la mente de cualquier atleta, la organización y el despliegue no se compara con nada. Hay muchas carreras lindas, pero esto te genera una adicción ya que competís a nivel mundial con otros atletas, donde entrás en un programa llamado All World Athlete, donde te ranquean mundialmente con todos los atletas de tu país y del mundo, te dividen por categoría de edad que va de 5 en 5, y de acuerdo a la puntuación que vas ganando y sumando en cada carrera vas obteniendo distintas categorías”.

Oro significa que el deportista integra el 1% de los mejores atletas inscriptos en todo el mundo, Plata te hace pertenecer al 5% y Bronce al 10%. De acuerdo a estas categorías, el competidor tiene más o menos privilegios (inscripciones, accesos, entre otros). “Ya llevo dos años 1° en mi categoría de edad 40/44 en Argentina, terminé 26 a nivel mundial, soy status AWA Oro. Acá en la Argentina aún no hay reconocimiento en cuanto a país, pero en otras partes del mundo los atletas son reconocidos y premiados por su país, igualmente creo que con la llegada del IronMan todo va a ir cambiando y cada día serán más atletas que se suman a este desafío. No importa la edad, nunca es tarde para empezar. Si hay sueños cualquier cosa es posible, tampoco es necesario que sepas hacer las tres disciplinas: si hay ganas, voluntad y sueños todo se aprende. En el IronMan compiten y son Finisher personas con más de 80 años de edad, así que no hay excusas”, determina Lorena a modo de invitación para quienes aún dudan en sumarse a este deporte.

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