Se terminó el año y es inevitable comenzar a realizar balances de todo lo logrado en el año que despedimos y pensar en lo que aún nos queda por delante.
Por esta razón, uno de los errores más comunes a la hora de pensar en lo que queremos concretar en el 2018 es plantearnos objetivos que no dependan de nosotros y no fijar nuestras metas en cosas acciones que podamos lograr por nuestros propios medios. Sin darnos cuenta de ello, plantearnos objetivos que dependan de otro, puede ser un negocio peligroso.
Objetivo Incorrecto: “Que en el 2018 mi hijo se gradúe”.
Objetivo Correcto: “Que en el 2018 yo me gradúe”.
Esto no significa que se tengan que dejar de lado los buenos deseos, sino más bien incorporar la distinción entre objetivos y deseos. Tú puedes actuar y eres responsable de alcanzar o no tus objetivos, más no funciona igual con tus deseos.
Estamos hablando de lo que es más conocido como objetivos inteligentes, o Smart Goals. La palabra SMART está compuesto por las iniciales en inglés de las siguientes palabras: específico, medible, alcanzable, realista y tiempo. Veamos qué significa:
Específicos: la S de SMART, hace referencia a la palabra en inglés “specific” que significa, justamente, objetivos específicos. ¿Qué significa objetivos específicos? Que sean algo puntual, que yo pueda determinar si llegué o no. Por ejemplo, anotarme a un maratón. Es un hecho puntual. Lo hice o no lo hice.
Medibles: la M de SMART se refiere a la palabra en inglés “measurable”, que significa medible. Es decir, que tengo que tener una forma de medir el objetivo. Por ejemplo, un objetivo como “bajar de peso”, no se puede medir. ¿Cuándo diré que bajé de peso? Cuando baje 100 gramos, 1 kilo o 10 kilos. Siguiendo con este ejemplo, para que sea medible, debo indicar a qué peso quiero llegar. Por ejemplo, pesar 65 kilogramos. Este es un objetivo medible y un objetivo específico.
Alcanzables: la A hace referencia a “attainable”, que quiere decir alcanzable. Los objetivos alcanzables deben depender de quien se los propone y no de otros sucesos ajenos a la persona. He escuchado muchas veces la frase “quiero que mi familia sea feliz”, pero ciertamente eso no depende exclusivamente de mí. Yo puedo contribuir, pero la felicidad de una familia, que es un sistema, depende de sus partes y de la interacción entre ellas.
Realistas: la R se refiere a “realistic”, que significa tener un objetivo realista. Un ejemplo de objetivo no realista es “la paz en el mundo”, además de que no es un objetivo específico, no es realista. La paz en el mundo es un deseo que muchos queremos, pero siempre habrá un conflicto en algún lado, en algún lugar, en alguna ciudad, en alguna familia, entre una pandilla. Si bien en el pasado hubo cosas que parecían imposibles, y que hoy son normales (como internet), la palabra realista hace hincapié de que pueda pasar en un plazo aceptable. De nuevo, puedo contribuir con la causa de un mundo en paz, como lo hizo Gandhi, pero no es un objetivo inteligente. Pasaré mi vida luchando por la causa, lo cual está muy bien, pero difícilmente alcance ese objetivo. La paz en el mundo puede entrar dentro del concepto de visión.
En el Tiempo: por último, debo establecer un tiempo para alcanzar mi objetivo. La letra final de SMART se refiere a “timely” que, si bien no tiene traducción exacta, significa ponerle fecha. Todos sabemos la cantidad de veces que postergamos objetivos y esto es porque no ponemos fecha de caducidad. Indistintamente, si lo alcanzo o no, el objetivo tiene que caducar en algún momento. De lo contrario, será una fuente de ansiedad.
Por Axel Persello, Fundador de IAFI (Instituto Americano de Formación e Investigación)
*Ingeniero Industrial, Trainer en Programación Neurolingüística, Certificado en Hipnosis y Trance Generativo (San Diego, USA) Coach Ontológico Acreditado.
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