A un año de la campaña Reciclando Valores, la editora de LOCALLY, Mercedes Cordeyro, habló con Cristina Pérez en Radio Mitre para contar cómo fue el comienzo de la idea y porqué es necesario reflotar la campaña a casi un año de su lanzamiento.
A un año de la campaña Reciclando Valores, la editora de LOCALLY, Mercedes Cordeyro, habló con Cristina Pérez en Radio Mitre para contar cómo fue el comienzo de la idea y porqué es necesario reflotar la campaña a casi un año de su lanzamiento. Para quienes no pudieron escucharla, aquí les compartimos la entrevista:
-Cristina Pérez: Nordelta vuelve a ser noticia.
-Mercedes Cordeyro: Si, pero creo que por algo más que bueno. Es algo que excede Nordelta, recuperar los valores básicos en el trato entre las personas cuando uno está siempre tratando con el otro a través de dispositivos y hace que se pierda ese contacto con los ojos.
-Cristina Pérez: ¿Qué los llevó a ustedes a armar esta campaña a la que le pusieron ‘Reciclando valores’?
-Mercedes Cordeyro: La campaña nace a través de una iniciativa hablando junto con Marité Costantini que es la directora y presidente de la Fundación Nordelta, en donde estábamos tratando de buscar una forma de seguir generando comunidad en una zona que se formó por muchísimas personas de distintos barrios y en donde creíamos que teníamos que unirnos como comunidad. Es un pueblo grande.
-Cristina Pérez: ¿Ustedes notaban que la gente había perdido los modales?
-Mercedes Cordeyro: Va más allá de los comercios. Desde la educación, los chicos, los colegios. En la forma de tratarse en la vorágine en la que todos estamos, uno va más al imperativo que el diálogo. Pensando en cómo volver al respeto, al buen trato, a la comunidad y al pensar en el otro, empezó a surgir esta campaña que la impuso la Fundación Nordelta junto con nosotros y el Centro Comercial Nordelta. A través de la gente que trabaja con la Fundación, surge esto que nosotros llamamos primero la ‘Campaña de Valores’ y después fue la campaña ‘Palabras mágicas’.
-Gonzalo Sánchez: ¿Los comerciantes reconocen que esas formas de cordialidad cayeron en desuso?
-Mercedes Cordeyro: Si, sin lugar a duda. Tanto los comerciantes como los representantes de instituciones y colegios. La campaña se basa en cinco grandes ejes: buenos días, permiso, gracias, perdoname y por favor.
-Cristina Pérez: ¿No se supone que alguien que vive en Nordelta está educado con buenos modales para decir ‘buenos días’, ‘gracias’ y ‘por favor’?
-Mercedes Cordeyro: En realidad, si uno se pone a analizar cómo se trabaja como sociedad, esto va más allá de Nordelta. Hoy en día la gente pierde el respeto. Avasalla con el auto, con la persona porque hay mucho individualismo. ¿Cómo llegamos a la base del respeto? Con cosas sencillas. Creemos que esas cosas sencillas estaban en ciertas palabras como las que se plantearon en esta campaña. Tratamos, a través de revista Locally por un lado y la Fundación y sus talleres no sólo en el Nordelta sino en barrios carenciados, de potenciarla. Se pontenció desde los stickers que se ven pegados en los centros comerciales.
-Cristina Pérez: ¿Qué dicen los stickers?
-Mercedes Cordeyro: Los stickers dicen ‘por favor’, ‘gracias’, ‘buenos días’, ‘desearlo es casi conseguirlo’, ‘perdoname’ con el hashtag Reciclando Valores. Esto se empezó a pensar a fines del 2016 y se lanzó a principios del 2017.
-Gonzalo Sánchez: ¿Consiguen interpelar a la gente? ¿La gente se detiene o cambia su forma de entrar a un local?
-Mercedes Cordeyro: Lo que se logró fue poner eso básico en boca de todos. En decir que estamos perdiendo algo tan básico como personas. No lo perdemos por un tema de clase social o lugar en donde uno vive. Se pierde fundamentalmente por la vorágine, por la falta de contacto humano que nos toca a todos. Uno está muy inmerso en el contacto digital. No pedís permiso para hablar en el mundo digital o preguntar si estás molestando. Uno manifiesta su necesidad y que en algún momento me contesten. Este imperativo desde las palabras sucede también desde las formas en la comunicación hoy en día. Es un tema que sociológicamente da para discutirlo en un montón de aristas. Los chicos en los colegios están acostumbrados a decir ‘dame’ en vez de pedir.
-Gonzalo Sánchez: También es cierto que los chicos un poco imitan las conductas de los padres.
-Mercedes Cordeyro: Justamente por eso es que quisimos involucrar a todos los niveles etarios. Todos tenemos que hacer mea culpa de esta situación. No por algo los humanos tenemos cinco sentidos. Una de las cosas que pasa es que se pierden esos cinco sentidos y el contacto visual y el tomar conciencia de la otra persona con la que uno se está comunicando, desaparece entonces uno habla mientras mira el celular y se lleva al mundo puesto.
-Cristina Pérez: ¿Qué anécdotas nos podés contar de situaciones que se habían dado y que generaron en ustedes esta sensación de que está todo mal en la forma en la que nos tratamos?
-Mercedes Cordeyro: En realidad lo que más analizamos desde la revista es que la comunidad era muy heterogénea, criada en distintos barrios y contextos. Había que buscar la forma de unirla desde distintas cosas.
-Cristina Pérez: La gente no se saludaba, directamente.
-Mercedes Cordeyro: Es que todos estamos cada vez más en nuestro mundo. A pesar de estar tan conectados. Cada vez somos más egoístas como sociedad. Antes, en los distintos pueblos, uno conocía los nombres, las vidas, las historias y los pesares de cada una de las personas de la comunidad. Hoy, acá se vivencia el conocer muchas caras y el cruzarse muchas veces por día en distintos ámbitos pero tal vez no hay ese contacto humano para tomar conciencia del otro. En su momento cuando esto empezó a crecer en nivel volumen de habitantes, trabajamos en una campaña que tenía que ver con la conciencia vial siempre sobre el eje del respeto. Empiezan a haber sendas peatonales, sendas de bicicleta. Empieza a haber cada vez más autos. Muchos peatones que antes no circulaban y prácticamente había solo autos.
-Cristina Pérez: ¿Esto se lo pasaron a la cheta de Nordelta o no?
-Mercedes Cordeyro: La cheta de Nordelta es un anecdótico que va a quedar para la historia. Pero es otro cantar.
-Cristina Pérez: ¿Existe la cheta?
-Mercedes Cordeyro: Aparentemente, existe. Tiene oficio y trabajo. Con nombre y apellido. La verdad que la comunidad de acá es una como muchas otras. Como puede ser la comunidad de cualquier barrio de Buenos Aires, solo que tiene mucho marketing. Con lo bueno y lo malo que eso conlleva.