Emiratos y el desierto

¿Qué esperamos de nuestros jardines hoy?El desierto es una constante que rodea las ciudades. Desierto de arenas rosadas. No se ven montañas, ni torres de petróleo. Tampoco gente, ni peatones… Lo cruzan autopistas de 4 y 5 manos con veloces autos deslumbrantes de marcas como Lexus, Ferrari, Maserati, Lamborghini… No hay poblaciones ni ganado. Solo hay venados, camellos y otros animales menores que representan un grave riesgo si se largan a cruzar la autopista. Y entonces construyeron kilómetros de cercos con rejas decorativas y algunos tramos de alambrado olímpico. El riego por goteo viene verdeando el desierto a la vera del asfalto. Las palmeras, que constituyen casi un símbolo del país, tienen un trato muy especial. Por sus condiciones de mejoradoras del suelo no se las puede eliminar y cuando una debe ser removida, con especiales cuidados se la traslada a otro lugar donde es trasplantada. El verde, muy protegido, viene modificando el clima. ¡El año pasado llovió solamente 6 veces!

El safari

Salimos de la autopista y por caminos secundarios, asfaltados y algunos con arena llevada por el viento, llegamos a un paraje que hace acordar mucho los sectores comerciales que bordean nuestra ruta 34 a la altura de Orán. Qué casualidad, ¡allí también hay bastantes árabes! Ya se han reunido un buen número de camionetas, todas iguales, del mismo color cremita y cartel identificatorio. Los conductores se bajan y sacan de su bolsillo un calibre y comienzan a sacarles aire a las gomas. Ya estamos listos para la arena. Las Toyota Land Cruiser con motores V8 son nuestros modernos camellos. Adentro, una fuerte jaula acolchada sigue el contorno de la camioneta, hay también una gruesa jaula antivuelco y fuertes manijas suplementarias para las tres filas de asientos. Y arrancamos. El camino acaba en el estacionamiento y adelante nos queda la arena, finita, rosada… nos adentramos en las dunas, el motor tira una barbaridad. Ya estamos lejos, diría que en la pista de pruebas. Las camionetas se separan y empiezan a acelerar subiendo el más empinado de los médanos en forma perpendicular a la cima. Los chorros de arena vuelan a nuestros costados. De pronto el médano termina en una línea que despeina constantemente el viento, y seguimos sin bajar la marcha hasta que esta línea desaparece y volamos por el aire hasta caer en el seno del mismo. Entonces, aún no repuestos del susto, gira a 90º mientras nosotros, agarrados de todos los caños, vemos cómo la camioneta se inclina y la ventanilla queda cada vez más cerca de la arena. Ya está subiendo nuevamente para correr por la línea del borde antes de dejarse caer de nariz por la falda. Y entonces todo parece complicarse, en una revuelta aparece otra camioneta que parece cruzar nuestra marcha. Y comienza el show entre ambas, persiguiéndose y saltado a velocidades de vértigo por la arena. Cada una hace su pirueta cerca y a la vista de la otra.

El sol comienza a caer sobre el desierto, los colores rojos se magnifican. El viento va cambiando el peinado de cada lomada, de los filos vuela la arena como tenue cortina y abajo queda la impronta que recuerda a las costas de nuestro rio en bajante. Es el desierto y de igual manera es un espectáculo. Nos vamos reuniendo y después de parar un rato en un lugar de artesanías, y seguramente inflar las gomas, vamos al lugar en el que haremos nuestra experiencia de noche en el desierto, cuajado de estrellas, y además tendremos la cena y los dos bailes regionales prometidos. El lugar, bastante amplio, estaba rodeado por una empalizada de palos y en su interior, además de la tarima para los bailes y el sector de comer, todo alfombrado sobre arena, tenía algunos otros puestos menores y un sector reservado para los baños que allí, en medio del desierto y en un recinto de palos, ¡luce como el mejor baño de los mall de la ciudad! Afuera espera para una corta vuelta con algún turista en buen estado físico, una fila de camellos de cara impávida, listos para la foto. Algunos suben a una suerte de montura, el animal repentinamente se para sobre sus manos dejando su lomo en fuerte picada y luego en otro movimiento brusco está de pié. El jinete, fuertemente agarrado, ha superado la prueba.

Después de una empanaditas y ubicarnos según el número de nuestra camioneta comienza el show con la Danza Tanoura, que baila un hombre con polleras plato que se mantienen totalmente extendidas mientras gira sin pausa a gran velocidad. Combina su “número” con algunas pruebas de malabarismo sin dejar por ello de girar como un trompo. La habitual danza del vientre no necesita explicaciones y la niña que mostraba sus habilidades y encantos tenía gracia y buenos atributos.

Comer sentado en el piso ya es incómodo para los occidentales, más si tienen algunos años. Pero además sentarse en almohadones para poner las piernas bajo la mesa ya rayaba con el sacrifico. Hicimos algunas pruebas y ¡terminamos comiendo de rodillas! La comida consistía en diversos tipos de carnes cocidas con salsas multicolores y variados gustos y algunas papas y arroz. Para beber, de acuerdo a las costumbres, sólo había agua o jugos. Bien entrada la noche volvimos al hotel buscando el descanso que no alcanzábamos.

Por Carlos Ricur

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1 Comment
  1. Tal cual el relatos , es lo que vivimos . Es impresionante , la magestuosodad, del lugar.
    Nos tocón una camioneta Hummers , no Toyotas .El danzar del hombre con la pollera plato , es interminable , y muy agradable .
    Las trepadas por los medanos y las caídas , entre cruzándose , loas camionetas , dan una adrenalina, que no hay punto de coloración, con nada .
    Cuando cae la tarde y se hace de noche , y a lo,lejos se divisan unas luces , encendidas , marcando la entrada al oasis ! Donde haremos la parada , para comer , beber, comprar algún subenir , y apreciar la danza del vientre , y los bailarines hombre .
    Me trajo tantos recuerdos , leer , el escrito que enviaron , que me inspiro escribir , esta pocas palabras .
    Luego viajamos al mundo Ferrary, un lugar increíble con pista de fórmula Uno , con Ferrari verdaderas , para dar unas vueltas por el circuito , en mitad de camino entre Dubai y Abudabi ,
    En Abudabi pudimos visitar , la mesquita , de blanco nácar , con lo cual hacen los fondos d los mejores relojes del marcas famosas .Es la capital financiera del país