Uno de los problemas que desde siempre aqueja a vecinos de Villa Nueva es el estado, el tránsito y la seguridad en la calle La Bota de Benavídez, uno de los accesos principales al complejo desde la Panamericana Ramal Escobar.
¿Cuáles son las verdades o mitos sobre este tema? Es real que para muchos vecinos de Villa Nueva la sensación de inseguridad en La Bota es alta. La mayoría evita transitar por allí de noche ya que se conocen diferentes hechos delictivos, de los cuales algunos se denuncian y otros solamente se dan a conocer en foros o grupos cerrados de Facebook de los barrios, pero de los cuales no se encuentran denuncias formales en la policía ni en el Centro de Operaciones de Tigre (COT). Fuentes municipales indican que se registra sólo un robo promedio por mes en la zona. Pero todas las semanas se escuchan otras versiones por los barrios.
En una reunión realizada el mes pasado en la Delegación Nuevo Delta entre representantes de los barrios cerrados de la zona y autoridades municipales se trató esta problemática y desde el Municipio se comprometieron a reforzar cuadrículas policiales en La Bota, Deán Funes, Aristóbulo del Valle y la entrada por la Av. Italia, a través de la policía bonaerense, la policía local y el COT. Representantes de los barrios presentes en la reunión afirman que ya se han puesto en práctica dichas medidas.
A su vez, desde el Municipio se comprometieron a revisar la iluminación y controlar la poda de árboles sobre la calle Deán Funes, a fin de despejar la acción de las cámaras de seguridad en la zona. Marisol de la Fuente, representante de la AVVN (Asociación Vecinal Villa Nueva) asegura que en el mismo encuentro se estableció la necesidad de coordinar acciones de los centros de operaciones de seguridad de los barrios con el COT para la optimización de recursos contando con la asistencia técnica y profesional por parte de los especialistas del Municipio.
Desde la Secretaría de Protección Ciudadana de Tigre afirman que se toman medidas preventivas, se realizan operativos especiales en la zona, refuerzos en patrullajes y seguimiento de las 3 cámaras de seguridad en La Bota que son útiles para conocer qué pasó ante algún hecho sucedido.
Ahora se encuentran dos móviles del COT que recorren la zona. Uno que realiza el corredor Bancalari desde que empieza hasta el final de los barrios San Marco y San Benito, límite con arroyo Garín, Maschwitz, y otro que circula por La Bota y Boulevard de Todos Los Santos hasta Italia y vuelve. A estos móviles se suma el patrullaje de la policía bonaerense que recorre la zona según los sectores en los que están divididos por la provincia.
Algunos piden más cámaras y control porque todas las semanas se enteran de hechos delictivos, desde un supuesto secuestro hasta episodios donde interceptan a automovilistas, ciclistas o trabajadores que circulan a pie o en moto para robarles sus pertenencias, algunos a mano armada.
Por otro lado, hay quienes viven en el barrio La Bota y afirman que la inseguridad en el lugar no es ni mayor ni menor que en cualquier otra zona. Tal es el ejemplo del reconocido escultor Hernán Giraud que vive en el barrio hace 19 años y sí reconoce que de noche falta iluminación tanto en La Bota como en las calles transversales. Tuvo la suerte de no pasar por ningún hecho desafortunado pero sí tiene vecinos a quienes les ha tocado sufrirlos.
Como indican desde Protección Ciudadana, el tema de la seguridad en ésta, o cualquier otra zona, no es cuestión solamente de agregar cámaras o móviles sino de diseñar políticas públicas y privadas aplicadas a la seguridad, conociendo cada zona y sus problemáticas y en base a ello establecer soluciones pero dentro de un sistema integral de protección ciudadana.
Algunos dudan también de la seguridad en la calle Deán Funes (paralela a las vías del ferrocarril y por donde se accede a Santa Teresa y a Santa Clara) o la recientemente asfaltada Aristóbulo del Valle que conecta la Ruta 27 con la entrada del barrio San Agustín y el Boulevard de Todos los Santos. Ese tramo se pavimentó pensando en el tránsito pesado ya que los camiones que circulaban hacia las obras de Villa Nueva rompían el pavimento del boulevard que se había realizado en conjunto entre los barrios y el Municipio luego de que el asfalto inicial realizado por Eidico no funcionara para el alto tránsito que tiene la traza. El nuevo problema ahora radica en los vecinos frentistas que viven en Aristóbulo del Valle y que no están contentos con la velocidad con la que circulan los vehículos y se conocieron actos de vandalismo con piedras.
Ahora bien, volviendo a La Bota, y antes de llegar al otro gran tema que son las obras allí pendientes, el alto tránsito que circula a diario, sumado al estado de la calle sin banquinas, con enormes zanjas laterales -que mejoraron pero provisoriamente las inundaciones en la calle-, hacen que circular por allí sea también peligroso tanto para peatones, ciclistas, motociclistas y vehículos.
Pero a veces no hay otra alternativa que circular por allí ya que tampoco hay opciones lógicas de transporte público para trabajadores que llegan a Villa Nueva desde Maschwitz o Garín. Tal es el caso de Noemí Nieva que todos los días tiene que llegar a trabajar desde la estación de Maschwitz que geográficamente está muy cerca, pero entre el frío, las lluvias, la inseguridad y el cruce a través de puentes peatonales provisorios sobre el Arroyo Garín (como se habló en ediciones pasadas) la mayoría de las veces tiene que optar entre tomarse un remis que la lleve por La Bota -y que hoy es impagable para cualquier vecino- o tomarse el colectivo que tarda una hora y media ya que recorre todo Villa Nueva y da la vuelta por La Ñata y Dique Luján hasta llegar a la estación de Maschwitz que está a tan sólo 20 cuadras del centro comercial Vila Terra. “Hace unos años al menos había combis que desde Villa Nueva salían hasta la colectora del ramal Escobar donde ahí podíamos tomarnos cualquier colectivo hasta Maschwitz. Ahora ir caminando o en bici por La Bota es inseguro y peligroso por el tránsito. No hay banquinas ni veredas para poder movernos sin estar expuestos a cualquier imprevisto o episodio”, declara Noemí. Y por eso más que abordar cada temática en particular se debe establecer un plan integral acorde al crecimiento inevitable de la zona que contemple políticas públicas tanto en materia de protección ciudadana como en el diseño y planificación de obras viales e hidráulicas, así como en servicios públicos y de transporte.
La calle y el barrio La Bota son jurisdicción de la Delegación Municipal de Benavídez, partido de Tigre. Desde la delegación conocen muy bien la zona, sus habitantes y las problemáticas en su conjunto, temas que no todos los vecinos de Villa Nueva están al tanto. “No es cuestión de entubar las zanjas y hacer veredas. La obra necesaria es mucho más amplia. Se trata de una gran obra hidráulica para hacer más eficientes los desagües de la cuenca del arroyo Lola principalmente y del arroyo Garín, así como los conductos de los diferentes barrios de la zona que impactan también al Arco, El Progreso, San Patricio y La Mascota además de La Bota”, señalan desde la Delegación de Benavídez.
En el año 2011 la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires firmó un convenio con el Municipio donde se comprometió a realizar una serie de obras que fueron anunciadas oportunamente, entre las que se encuentra la obra de entubamiento, corrección y rectificación del arroyo Lola, y hasta se explicó que sería sobre la calle Libertad (paralela a La Bota hacia Benavídez) que se convertiría en una avenida que saldría directo desde la Panamericana hasta Villa Nueva. El estudio técnico realizado por el Municipio está. Estaría en revisión el tema de los lotes privados por donde debería pasar la obra. Y nuevamente firmar otro convenio con la provincia, licitar, que aparezcan los fondos y recién ahí se haría la obra, hasta ahora sin fechas ni novedades, por eso se retiró el cartel de anuncio de obra que estaba sobre La Bota y el cruce de vías.
Ahora bien, este proyecto, junto con el del túnel bajo nivel que conectaría la Ruta 27 con la entrada del Barrio Santa Teresa y la gran obra en curso del ensanche de la 27, pasando por la entrada de Newman y hasta el “curvón” de Panamericana, harían también disminuir el tránsito sobre La Bota que está colapsada y tampoco tiene contentos a los vecinos frentistas de la calle, ya que desde la pavimentación inicial cuando surge Villa Nueva y la apertura del cruce de vías, han perdido la tranquilidad en una zona de quintas que no tenía la circulación de hoy en día.
Este año, Ferrocarriles Argentinos aprobó el proyecto del túnel bajo a nivel en calle Seguí que saldría a Deán Funes donde comienzan los barrios de Villa Nueva, y estaría presupuestado con partida de Nación listo para comenzar, según indican desde Tigre.
Los mitos siempre están. Igual que las promesas. Y lo expuesto es la realidad. Ahora bien, desde todos los sectores de la sociedad más que ampliar la famosa grieta entre unos vecinos y otros, entre un gobierno local y el provincial, se puede dialogar y trabajar pensando en los beneficios e intereses colectivos para poder llevar adelante obras de infraestructura necesarias para -y por- el crecimiento, desarrollo y sobre todo la convivencia y seguridad de quienes habitan y transitan libremente por un espacio público, es decir, de todos.
Por Carolina Álvarez Eguileta