Tita Sapag es vecina de Castores, en Nordelta, y acaba de egresar del Conservatorio de Actuación The American Academy of Dramatic Arts, en Los Ángeles. “Desde chiquita supe que quería ser actriz. Por eso comencé a estudiar actuación con Hugo Midón, Nora Moseinco, Reina Reech (comedia musical), Claudio Ferrari, Luis Agustoni, Evelina Vishnevskaya y Cris Hansen, entre otros grandes profesores”, comienza contando a Locally. “A los 14 y a los 17 años viaje a Los Ángeles para hacer dos campamentos de actuación, uno de ellos en la New York Film Academy, y ni bien terminé la secundaria, ingresé en la American Academy. El cambio de vida fue muy grande, ya que por un lado sentís que estás cumpliendo un sueño, pero por otro lado, dejás a la familia, amigos, tu casa, tu cuarto, y dejás de ser hija para pasar a la vida adulta. Aprendí mucho porque no tuve opción, pero igual te pasan cosas que no sabés si reirte o llorar, como por ejemplo que se me sigue quemando la comida, pero igual allá es todo tan tecnológico, que la alarma de incendio me avisa cuando la comida está lista o se está por incendiar”, asegura entre risas.
Lo mejor de Los Ángeles, asegura, fue estar actuando, estudiando y leyendo obras de teatro todos los días, además de vincularse con gente de todas partes del mundo que comparten la misma pasión e interés. “Se te abren distintos mundos paralelos, que son muchos y muy variados”, asegura Tita, quien a fines de mayo hizo una obra de Lisa Loomer, “Expecting Isabel”, y considera que el papel de Lupe y Pat fueron los mejores personajes que le han tocado hacer en mucho tiempo, por su profundidad e historias de vida muy complicadas. Una es una rebelde (Pat) y la otra una madre que decide dar a su bebé en adopción porque no tiene los medios para cuidarlo (Lupe). “Fue un desafío ya que eran dos personajes opuestos, en la misma obra, pero el trabajo de construcción de cada uno fue interesantísimo. Una obra que siempre llevaré en el corazón donde dejé mil risas y mil lágrimas”, recuerda sobre esa experiencia.
Actualmente está vinculada a varios proyectos y grabando unos cortos, “uno de ellos de suspenso, otro independiente y más artístico, hippie”, define. “Estoy feliz por la cantidad de oportunidades que están surgiendo. Igual aprendí que es una profesión en la que nunca se termina de aprender. Ahora tengo parte de mi corazón en Hollywood, la ciudad de las estrellas, y parte de mi corazón en Argentina donde nací y esta mi familia, que son mi apoyo incondicional. Siempre digo que los sueños dejan de ser sueños cuando empezamos a buscarlos”.
