En un edificio con una arquitectura vidriada transparente firmada por el prestigioso
arquitecto Herzog de Meuron, se pudo disfrutar de una semana con lo mejor en
diseño con un público dinámico e internacional. Así fue Milán en esta 56ª edición del
Salón del Mueble. Allí se pudo encontrar los más diversos pabellones con las últimas
novedades y creaciones para los más variados compradores y profesionales en el
mundo. Las propuestas de este año se destacaron por los materiales diversos,
mucha madera, cobre, acero, vidrio, plásticos, lacas, diseño digital. La iluminación es
cada vez más protagonista y la variación de diseños es infinita. Una paleta de colores
enérgica muy variada, donde prevalecieron el rojo, naranja, violeta, azul petróleo,
pero como siempre dijeron presente el negro, gris, blanco y crudos, tonalidades que
persisten.
Una de las diseñadoras que se destacó fue Paola Lenti, quien trabaja textiles de
texturas y tramas infinitas ya sea para alfombras, tapizados, paredes y divisiones.
Marcel Wanders estuvo presente con la colección “Mad” para Poliform y en Moooi
presentó una variedad de muebles y alfombras de mucho color y diseño. La
tendencia de los sillones con un sistema de módulos que uno puede personalizar de
acuerdo a su espacio y necesidades continúa más acentuado todavía.
Carlo Colombo hizo gala de sus productos para Flexform con la colección “Isabel”,
donde se destacó una silla completamente revestida en cuero. Paula Navone mostró
su “Inout”, un sillón tapizado en impresión digital, entre otros productos. Gio Ponti
también dijo presente con un sillón de estructura de madera, acero natural o de laca
semibrillante.
Diferentes mesas de living ya sea rectangular, cuadradas, altas o bajas, fueron la
vedette de este año, cortando con la típica mesa de centro, agrupándose. Los
objetos de cerámica y formando grupos diversos estuvieron muy presentes. La gran
mayoría de lo presentado se dirigió hacia el confort y la elegancia, a los lugares
donde se busca el encuentro entre las personas, no hubo grandes cambios
tecnológicos, sino que se puso el acento en otro estilo de vida, donde el verde y la
naturaleza, la luz, son necesarios para el bienestar. El estilo eco-friendly y lo
sustentable es el futuro inmediato.
Por donde uno circulara durante esa semana en Milán se podía maravillar a cada
paso con la variedad de propuestas espectaculares, ya sea dentro como fuera de
feria en los distintos distritos como Tortona, Brera, Ventura-Lambrate, la Triennale
en Via Durini, el Cuadrilátero por Via Manzoni, Via de la Spiga, Monte Napoleone,
Corso Venecia, entre muchos otros lugares.
Por Dorotea Oliva
