Días atrás, miembros de la comunidad brasileña de Nordelta y alrededores llevaron a cabo una nueva edición de la Fiesta Junina. Es el séptimo año consecutivo de este festejo, que comenzó por 2011 con unas 10 familias solamente (alrededor de 50 personas) y que ya sumó a más de 30 en junio pasado. “A lo largo del año nos juntamos a desayunar o almorzar, y así conocemos a las nuevas chicas que llegan… Pero a veces también nos juntamos a despedir de alguien que se va”, dice con sensaciones agridulces Luciane Galli Leal Nascimento, una de las organizadoras junto con Daiana Carvalho de esta colorida movida cultural, gastronómica y de encuentro en comunidad. “Es algo muy tìpico de lo brasileños festejar todo, nos gusta estar en medio de la gente, hablar, sonreír, bailar y cuando uno está lejos de su país, nada nos acerca tanto a nuestras raíces como juntarnos. De ese modo, podemos crear nuevas amistades”, agrega.
Nuevamente en Caletas, durante la jornada los chicos participan bailando, jugando entre ellos y sumándose a las actividades que organiza el equipo de animación. Claro, hablando sólo en portugués. “Ellos también disfrutan muchísimo comiendo las comidas típicas de su país. En esta fiesta se come mucho choclo/maíz y maní de muchas maneras: hervido, en tartas saladas, en postres como el Curau, en bizcochuelos de maíz, la famosa Paçoca que es de maní. Es una fiesta en la que celebramos una buena cosecha”, resume.