En el otoño pueden aparecer plagas y enfermedades en el jardín asociadas a la humedad y a las bajas temperaturas. La mayoría de las veces, las plagas aparecen cuando la planta está débil, en estas condiciones los hongos e insectos proliferan e invaden las especies, provocando grandes daños. Por eso es muy importante estar atentos a la sanidad del jardín y adoptar métodos preventivos. “Para que el jardín se mantenga sano y saludable es muy importante que las especies elegidas se adapten bien en el lugar donde han sido plantadas. Que sea un lugar adecuado a sus necesidades. Hay que tener en cuenta la ubicación con respecto al sol, la cantidad de agua y el tipo de suelo. Una mala ubicación provoca un estrés a la planta que la debilita y es receptora de cuanto insecto y plaga haya en el jardín”, explican las paisajistas Adela Martire y Mariana Carabassa.
Las plantas poseen de forma natural un eficaz sistema inmunológico que las protege de plagas y enfermedades. Pero condiciones de estrés como la falta o exceso de agua y nutrientes, heladas u otros factores, traen como consecuencia la depresión de las defensas y las plantas se debilitan y enferman. “Como principio básico, el mejor de los métodos preventivos, es darle a la planta lo que la planta necesita. La principal fuente de alimentación de la planta es el sol. Después, el suelo le da a la planta el lugar donde desarrollarse y le aporta todos los nutrientes necesarios para hacerla más sana y fuerte. Con un suelo rico en materia orgánica y nutrientes tendremos una planta más preparada para defenderse del ataque de parásitos y enfermedades”, expresan las paisajistas.
En los jardines que son cuidados en forma orgánica o ecológica se trata de no usar agroquímicos y permitir la presencia de ciertos insectos y microorganismos que contribuyen al funcionamiento del ecosistema y ayudan a mantener el equilibrio evitando las plagas del jardín.
Por Pauline Walker
Recuadro – Controles ecológicos según el tipo de enfermedad
Cochinilla: hay negras, marrones y blancas. Se prenden a la planta, chupan la savia y eliminan los desechos en forma de orina. Sobre esa orina se forma la fumagina (hongo negro). Se encuentra debajo de las hojas con diferentes formas de protección (escama, cera, algodón, etc). Quitan energía de la planta, debilitándola y convirtiéndola en alojadora de todo tipo de hongos. Atacan a las plantas y le producen deformaciones.
Control: sin cera de protección, pulverizar con agua+alcohol (50% y 50%) una vez por semana hasta erradicar. Cepillar con cuidado los troncos de los cítricos para erradicar cochinillas adheridas. Control orgánico con cera de protección: aplicar jabón potásico que tiene la propiedad de reblandecer el exoesqueleto de los insectos. Una hora después aplicar aceite de Neem, insecticida natural.
Plantas que ataca: Duranta, buxus, piracantha.
Mosca blanca: tienen un crecimiento explosivo sobre todo en otoño. Al mover la planta la mosca vuela y se vuelve a posar. Su aparato bucal es picador y extrae la savía de la planta debilitándola y causando fumagina. Es resistente a los insecticidas. Una buena forma de combatirla es volver al control biológico y cortarles el ciclo de reproducción (semanal).
Control: hay varias opciones.
- Preparar 1 taza de agua + 1 taza de alcohol y pulverizar la plata una vez por semana hasta erradicarla.
- Agua jabonosa: colocar jabón blanco de lavar en un balde con agua hasta que quede gelatinosa, retirar el jabón y esa agua echarla tipo baldazo sobre la planta, les da un gusto amargo a las hojas. Repetir después de una lluvia ya que se lava el producto.
- Aceite emulsionable disuelto en agua. Se pulveriza el follaje a intervalos de 10 días. La plaga se extermina. En tres o cuatro aplicaciones.
Plantas que ataca: cítricos, jazmines del cabo, álamos y algunas plantas de interior.
Gusano minador: es una de las plagas más comunes. Son larvas de insectos que, al vivir en el interior de las hojas, las hace difíciles de combatir, realiza galerías en el interior de estas fácilmente observables. Las galerías terminan produciendo desecación y muerte de las hojas, esto afecta mucho a la planta y a su producción.
Control: podemos eliminar de forma manual las larvas aplastándolas dentro de sus propias galerías, lo mejor es retirar las hojas más afectadas. Otra buena idea es pulverizar de forma preventiva con remedios naturales como el aceite de Neem o jabón potásico.
Plantas que ataca: cítricos, crisantemos, tacos de reina y hortalizas, entre otras.
Pulgón: los hay de todo tipo de color. Chupan la savia de la planta y segregan unas sustancias azucaradas que hacen que aparezca un hongo llamado “Fumagina”, esto se produce en brotes, pimpollos y hojas tiernas. Esta sustancia azucarada provoca que aparezcan hormigas, que se llevan esta sustancia para alimentar el hongo del hormiguero.
Control: en invierno poner aceite emulsionable a frutales caducos o agua con alcohol en frutales y arbustos con hoja. También un buen control ecológico es manguerear la planta.
Plantas que ataca: suelen encontrarse en los brotes nuevos y en los pimpollos de varias plantas como rosales, jazmines y hortalizas.
Caracoles y babosas: pueden convertirse en una de las plagas más voraces del jardín. Proliferan fácilmente en otoño y primavera. Son de hábitos nocturnos, suelen atacar principalmente los brotes más tiernos y nuevos. Generalmente comen el medio de la hoja y en forma irregular
Control: tierra de diatomea para insectos caminadores. Usar en cualquier momento del año. No se humedece, dura mucho tiempo. Sólo debemos aplicarlo al ver que desaparece. Otro recurso: colocar una tapa con cerveza, la misma las atrae y se ahogan en ella.
Plantas que atacan: hortalizas, hemerocalis, lirios, anémonas y los almácigos de plantines tiernos.
Grillo topo: el peor momento de ataque es después de cada lluvia, en marzo o septiembre.
Control: inundar con manguera los túneles y galerías y luego echarles detergente. Esto obliga al grillo a salir a la superficie y aprovechamos para cazarlo. Hay que matar los adultos para evitar que sigan ovando.
Plantas que atacan: comen las raíces del pasto y de las plantas.
Hormigas: es muy difícil erradicarlas, debemos entender que esto no acaba y que debemos encontrar un modo de convivir. Las hormigas utilizan hojas u otras partes vegetales para cultivar un hongo del cual se alimentan.
Control: el uso de arroz partido funciona muy bien en otoño porque las hormigas están juntando material para criar el hongo con el que se alimentan. El arroz se fermenta, mata al hongo y obliga a las hormigas a mudarse. No tocar el arroz con la mano. Otra forma de control: saturar de agua fría el hormiguero hasta que rebalse dejar pasar 2/3 horas y después tirar agua bien caliente 3 o 4 cacerolas.
Plantas que ataca: hortalizas, frutales y varias ornamentales.
