¡Bienvenidos a mi nuevo match!
Hace un tiempo me crucé por estas nuevas redes un chico muuuy lindo. Y cuando les digo “muuuy”, me refiero a esos que rajan la tierra, de los que imaginás que son un perfil trucho, un fake total o simplemente de esos que si es real ni ahí te darían like a vos. Vos, que sos un ser humano normal de este planeta. Porque créanme, chicos como él son de otro planeta. Pero como en el mundo 2.0 nos animamos a todo… apenas lo vi le regalé mi “like”. Aunque claro, sin pensar siquiera en que el famoso “match” se concretara.
Pero para sorpresa mía, el match fue automático, aunque no la charla. Estuvimos varios días matcheados sin intercambiar palabra, ¡hasta que un día él dio el primer paso! Era un viernes por la tarde, cuando salía del trabajo, que me llegó el tan esperado mensaje: “¿Nos vamos a seguir haciendo los distraídos o charlamos?”. Enseguida me reí y pensé que hacerse los distraídos no era una opción viable en el mundo 2.0, por lo cual le contesté y comenzamos nuestra conversación.
Les cuento quién es. Él es Tomás, tiene 32 años, es arquitecto y un bombón total. Ah, eso se los dije, ¿no? Bueno, la charla fluyó de manera muy natural, al toque pegamos onda y todo fue muy natural y divertido. Hablamos un par de días, incluso por facetime, con lo cual todo me indicaba que este sí era candidatazo. Un pibe sincero, sin mambos y sobre todo parecía ser el destacado de Tinder. Si, ya sé lo que están pensando… esta piba otra vez creyó que podía transformar al sapo en príncipe. Y no se los voy a negar, ¡una parte de mí lo pensó! Así que, sin más vueltas, concretamos el encuentro.
Quedamos en encontrarnos en un bar que quedaba cerca de casa. Estaba muy nerviosa, así que me fui antes a lo de Luchy, para que me ayudara a bajar revoluciones y elegir un look con el que me sintiera cómoda y canchera a la vez. Porque les aseguro que si hay alguien racional con los pies en la tierra en este mundo es ella. Ella todo lo ve sin el peso que yo le suele poner, ella es mi cable a tierra. Así que enseguida me bajó el excite y nervios que tenía, me eligió el look y me subió al auto. “¡Listo! Ya estás preparada para ir a conocer al chico con el que venís hablando todos los días, nada que temer, relájate, que el pibe parece un copado”, fueron sus palabras de ánimo.
Así que, ya motivada por mi BFF, arranqué y manejé hasta el lugar. Cuando estaba cerca, me manda un mensaje Tomi diciéndome que estaba la hermana con el novio en el bar, que me avisaba por si me jodía y que si quería nos íbamos a otro. Me dio cosa, pero para no cambiar los planes ni ser mala onda, le dije que no pasaba nada. A una cuadra de llegar me llama, todo acelerado me dice: “Qué bueno que no te joda que esté mi hermana, es re copada, ¡te va a caer genial!”. Algo ahí me hizo ruido, como que no era una casualidad que ella estuviera ahí, pero sin embargo seguí. Cuando llegué al lugar, lo llamé para ver dónde estaba y para decirle que ya estaba estacionando. Fue ahí cuando el que parecía ser todo un príncipe, terminó siendo el sapo más raro del jardín: “Ahí salgo a buscarte. Mis viejos también acaban de estacionar, así que los busco a todos”. ¿A tus viejos? ¿Qué está diciendo este pibe? Esto no me está pasando, ¿no?
Lo volví a llamar para corroborar que había escuchado mal y que sus papás no formaban parte de nuestra PRIMERA cita. Para desilusión mía me dijo: “Si, estaban cerca y les dije que vinieran así tomábamos algo todos juntos. Obvio que no te jode, ¿no? Son re copados. Están chochos de conocerte”.
Me quedé muda, no pude contestarle. Cortamos el teléfono e inmediatamente me volví a subir al auto. Lo puse en marcha y sin dudarlo, me volví hasta lo de Luchy, para contarle que una vez más, no sólo no llegué al altar, ¡sino que no llegué a verle la cara en persona!
Tomi, si me estás leyendo, te súper agradezco tu “compromiso” y las ganas de que esto funcionara, pero para la próxima, te recomiendo que la primera salida aunque sea, vayas solo y sin un juez de paz para casarte en el bar. Como dice el dicho…”El que no corre, vuela” pero sinceramente, yo prefiero los pies en la tierra.
¡Díganme que no soy a la única a la que le pasan estas cosas! Anímense y cuéntenme su historia o la de sus amigas y compartamos más historias de AMOR 2.0
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¡Hasta nuestro próximo match!
Delfi