Seguramente, cuando Dalia Gutman completa qué profesión tiene en algún formulario pone “humorista”. Porque es el lugar donde le gusta ubicarse, el que le da la enorme satisfacción de arrancar sonrisas. Gran observadora de la vida cotidiana, su gran veta para inspirarse. “Nunca me siento en la computadora. En general, escribo todo. Voy a buscar a los chicos al colegio, veo algo, una situación, y me anoto o me grabo una nota de voz en el teléfono para acordarme. A veces, la gente me manda un WhatsApp larguísimo y mientras los escucho se me empiezan a ocurrir muchas ideas y las bajo a un papel”, asegura Dalia, que contagia su risa y despliega su súper energía.
Casada con Sebastián Wainraich, con quien tuvo a Kiara y Federico, esta locutora, actriz y standapera argentina asegura que un matrimonio entre dos humorista no los convierte en un hogar a puro sketch. “En casa somos una familia como la mayoría, cada tanto nos surge fácil desdramatizamos y descomprimimos porque tenemos facilidad para el chiste. Es como la decoradora que entra una casa y dice: ‘ese cuadro está medio torcido’, deformación profesional. Pero nos peleamos como todos. Igual creo que compartir vocación está buenísimo, en una pareja suma”, revela Dalia, una mamá todo terreno.
-¿Cómo te llevas con la maternidad?
-Tengo dos hijos: una en cuarto grado y uno en jardín. Y me pasa de todo con la maternidad, hay días que es lo mejor de la vida, y otros me da ganas que se vayan al colegio urgente. Llega un momento en que digo: “chicos necesito que empiecen las clases”. Igual está bueno que esta generación sea más relajada para quejarse y sacar lo que nos pasa para afuera para no explotar.
-¿Siempre tuviste en la cabeza ser madre?
-La maternidad es todo, es lo más lindo del mundo. Soy ese tipo de mujeres que siempre quiso ser madre. Es algo para lo que tenés que tener unas ganas sinceras, porque te demandan muchísima energía. Yo desde que decidí que quería ser madre ya miraba mi cama y me imaginaba al bebe durmiendo ahí.
-¿Como combinás el trabajo con la maternidad?
-Cosa que a muchas mujeres se les complica. A veces ser madre te pone en una desventaja en lo laboral. En mi experiencia personal me costó mucho trabajar y ser madre al mismo tiempo. Me costó a pesar de que tengo este trabajo más libre, que trabajo algunos días de la semana, pocas horas, por ahí me voy afuera de casa unas horas a la noche, lo malo es que siempre es a contraturno. A mi hija siempre la invito, sobre todo desde que está más grande me encanta ir con ella, lo disfruta mucho. Pero entiendo que si uno quiere dedicarse al teatro no puede pretender llevar una vida normal, hay que elegir, así que por ese lado lo tengo bastante aceptado que tiene que ser así.
-¿Te considerás encasillada en el humor?
-Mi faro es el humor. La comedia es lo que siempre me gustó, todos los medios me interesan: la radio, el cine, la tele y la gráfica, pero siempre desde el humor. Igual cada tanto me da ganas de escribir algo un poco más serio, con mensaje. Pero profesionalmente, mi objetivo es que sea divertido. Y si con lo que hice alguna persona se rió, ya valió la pena mi trabajo. Humorista es en el lugar donde a mí me gusta ubicarme.
-¿Creés que el humor es clasificado, o sea, que las cosas que hacen reir a las mujeres no son las mismas que hacen reir a los hombres?
-Yo viajé mucho con este show a lugares de habla hispana, y siempre sentí mucha identificación con las mujeres. A veces me pasa que cuando un hombre muy machista viene a ver el show siento que hay cosas que no las entiende. O entiende cualquier cosa. Es bastante pensado para las mujeres. Y los hombres vienen y se divierten porque les da intriga ver que tienen las mujeres en la cabeza.
-¿Te reís de vos misma? ¿Crees que a las argentinas nos gusta reírnos de nosotras mismas, o nos molesta?
-Yo pienso que la mujer se ríe más de si misma que el hombre. El hombre es más de reírse de cosas externas, pero las mujeres como somos más introspectivas tenemos mucha más capacidad de reírnos de nosotras mismas. Creo que, hablando de generalidades, hay un humor que divierte más a las mujeres y otro que es más típico de los hombres, el hombre se ríe más de cosas más efectistas.
-¿En qué te basás para encarar tus temas de stand up? ¿Sos una gran observadora de la realidad?
-Me pasa con “Cosas de minas” que es un show que tengo hace siete años que siempre lo voy renovando, porque si no siento que me aburro, y siento que estoy traicionando a la gente. Voy renovando constantemente, saco una parte del show y pongo cosas nuevas. Hay una fórmula para hacer humor y es divertirte vos haciéndolo, entonces si vos sentís que algo no te divierte tanto tenés que renovarlo para divertirte vos y así poder divertir. Igual tengo periodos en los que siento que no se me va ocurrir nada más, creo que a todos se les ocurren cosas y a mí no. Todos estan re creativos menos yo. De repente me despierto y se me empiezan a ocurrir mil ideas, enlazadas, yo anoto todo, tomo nota de todo lo que se me ocurre y después todo eso lo laburo para que se convierta en buen material.
-Haciendo humor sobre mujeres, ¿cómo manejas el tema de que nadie se sienta herido por algún chiste?
-Yo lo que hago es reírme mucho de ser mujer, pero no bajo línea de lo que nos pasa. En ningún momento pongo a la mujer en un lugar de inferioridad. Siempre trato de no ser irrespetuosa, pero creo que si es desde el humor no hay que intelectualizarlo demasiado. Hoy en día creo que mucha gente está con la lupa a ver qué decís de más. Cuando vos tenés un estilo, siempre va a haber un montón de gente a la que le va gustar y un montón de gente a la que no. Yo trato de focalizarme en a los que le gusta. Busco hacer reír, nada más. Trato de ser lo más natural posible.
-Hace poco pasaste por Tigre con “Cosas de Minas”.
-Sí me encanta. En Tigre estuve en el 2015 y 2016. Para los que la vieron en el 2015 estuvo totalmente cambiada y para los del 2016 tuvo muchísimas cosas nuevas, es un teatro muy copado el Niní Marshall. Es una muy buena salida para divertirse con amigas o llevar al marido para decirle: «¡Ves ves ves!». Me siento feliz con la obra, cada vez más cómoda. Las obras se tienen que macerar, hay que darles un tiempo, está bueno esto de probar distintas cosas todo el tiempo. Este stand up que hago es muy atípico porque no tiene director, tiene mucho tiempo y eso te instala mejor.
Por Nazarena Bredeston
Fotos de Alejandra López
La locutora y comediante nos recibió en un lindísimo bar de colegiales, por donde se mueve en su vida cotidiana, para hablar del show con el que recorre el país hace 7 años. La risa, la maternidad y el stand up, temas importantes en su vida.