Nota Publicada originalmente en Abril de 2013
La discusión por la Avenida Troncal de Nordelta entró en una etapa de definiciones. Se discuten obras millonarias, pero aún no está claro quién las pagará, ni a cambio de qué. Con el último día de marzo, venció la guarda que Nordelta S.A. tenía de esa avenida, que es propiedad de la Municipalidad, pero ha tenido tránsito restringido por más de 10 años, siempre amparada por esa cesión temporaria al desarrollador. La empresa se resistía a hacer cualquier tipo de presentación al respecto, ya que pretendía que fuera la AVN o los vecinos quienes tomaran la posta del debate.
La Intendencia planteó que sólo podía pedir una prórroga de la guarda quien la tenía. Así se llegó prácticamente hasta el último día antes del vencimiento: el lunes 25 se hizo la presentación y ahora habrá más tiempo para la discusión.
¿Cuáles son los puntos de vista en este debate?
• Los vecinos de Nordelta pretenden que la avenida continúe teniendo tránsito restringido. Argumentan, sobre todo, razones de seguridad, ya que el diseño de la Troncal no está pensado para garantizarla (los lagos son abiertos, hay amplios parques propiedad de la AVN, pero sin cercos, etc.)
• La Municipalidad ha manifestado en más de una ocasión que no tiene intención de abrir la Troncal, pero reclama a cambio más obras. Cada vez que se hizo una extensión de la guarda, Nordelta S.A. debió desembolsar fondos para calles y accesos. El argumento es que si se priva a los restantes habitantes de Tigre del uso de un espacio público, deben ser compensados con una infraestructura equivalente.
• Ahora Nordelta S.A. se resiste a hacer aportes para nuevas obras, y sus ejecutivos han sostenido, tanto en charlas con los vecinos como ante funcionarios municipales, que para ellos la Troncal ya debiera ser abierta al tránsito general. Señalan que en los hechos las restricciones de acceso ya son mínimas, y que la densidad del tránsito hace cada vez más complejo el mantener barreras en los accesos.
¿Qué es lo que se discute hoy?
La obra que se propone hacer es una ampliación del Acceso Bancalari, en el tramo que va desde la YPF de la entrada de Nordelta, hasta Benavídez, o la rotonda del colegio Northfield-salida de servicio de Nordelta. Esto incluiría un segundo carril por mano. Para los vecinos de las zonas linderas a la Ciudad Pueblo, eso implicaría una mayor fluidez del tránsito entre el sur y el norte de Nuevo Delta, una vía mejor de comunicación que la posibilidad de hacer ese recorrido a través de la Avenida Troncal. El costo de esa obra no está definido, recién han comenzado los estudios para analizarlo. Se ha barajado, con un amplio margen de error, la cifra de 3 millones de dólares. Pero hay aspectos clave que aún se discuten. Por ejemplo, la posibilidad de que Nordelta ceda una franja de terreno desde la estación de servicio hasta la parte de atrás de los colegios. Eso permitiría hacer la ampliación sin tener que rehacer las entradas a Talar del Lago, El Encuentro y La Comarca, abaratando la obra final.
¿Quiénes se sientan a la mesa de discusión?
La Municipalidad, a través del delegado de Nuevo Delta, Eduardo Adelinet; el secretario de Gobierno municipal, Eduardo Cergnul, y la abogada de la intendencia Renata Scafatti. La Asociación Vecinal Nordelta, representada por Manuel Kosoy y los directores de los barrios. Los vecinos integrantes de la mesa de consulta de la Delegación Municipal, que en varios casos son los mismos directores de la AVN. En cambio, Nordelta S.A. hasta el momento no quiere sumarse a la negociación, pese al reclamo de los funcionarios y los vecinos.
¿Quiénes deberían pagar esa obra?
Ese es un punto clave de discusión. Está claro que los propietarios de la Ciudad Pueblo están incluidos. Y dispuestos a hacerlo. Nordelta S.A. se niega a hacer aportes. En la Intendencia plantean que eso no es correcto, puesto que el 40% de la superficie de Nordelta , aproximadamente, son terrenos aún no desarrollados, propiedad de la empresa.
¿Qué recibirían los propietarios a cambio?
Este es otro punto importante del debate. La última propuesta de la Municipalidad era una “tenencia precaria por 5 años”. Para los vecinos, esto es poco: su propuesta es la tenencia a perpetuidad o la compra del terreno de la Troncal. De no ser así, plantean, en 5 años volvería otra vez a discutirse el tema, a reclamarse nuevas obras, a debatirse quién las paga.
La discusión seguirá adelante por semanas, tal vez meses. Nadie supone que se pueda saldar en el corto plazo. Pero qué se debate está claro. Y quiénes lo hacen, también. Sólo falta encontrar más puntos de acuerdo.
Por Marcelo Canton
