En el marco del 45 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República Argentina y la República Popular China, el diputado nacional Sergio Massa visitó el Centro de Estudios Argentinos del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China. «Que las inversiones chinas en la Argentina crezcan tanto en cantidad como en calidad permitiría generar un cambio de percepción respecto al rol de China en el proceso de desarrollo de la Argentina: dejaría de ser vista por algunos sectores como una amenaza para la industria argentina y se convertiría en un socio clave para la generación de valor agregado», indicó Massa. «Tenemos que garantizar que el comercio bilateral genere un mejoramiento real de las condiciones de vida de los trabajadores y el desarrollo sostenible de las industrias de ambos países. Y para afrontar esta encrucijada creemos que la idea de equilibrio es fundamental. Estoy convencido que los vínculos entre la Argentina y China deben avanzar de un modo más balanceado para enfrentar juntos los difíciles desafíos que comienzan a aparecer en el escenario global», destacó al participar en un foro organizado por el instituto ubicado en Pekín.
En ese sentido, Massa subrayó que debían superarse tres obstáculos: «En primer lugar, achicar el abultado déficit que registra nuestra balanza comercial, porque entre 2010-2016 las importaciones argentinas pasaron de un 6% a un 16%, mientras que las exportaciones a China sólo subieron de un 6% a un 8%. Esto va a requerir una labor compartida que de compresión y esfuerzo. Por otro lado, debido a la primarización que muestran hoy las exportaciones argentinas a China, tenemos que evitar que Argentina quede atada a la exportación de commodities porque esto atentaría contra las posibilidades concretas de exportar productos manufacturados de mayor valor agregado. Tercero, la naturaleza inter-industrial de nuestro comercio bilateral implica que mientras las exportaciones argentinas a China sufren del mencionado proceso de primarización, las exportaciones industriales chinas a la Argentina son más complejas y diversificadas. Mi propuesta para sortear este obstáculo es que ambas partes trabajemos con normas y acuerdos que transformen nuestro comercio bilateral en un intercambio de tipo intra-industrial en favor de los sectores productivos de ambos países», detalló en la disertación de la que también participaron Wang Baiyi, Director General de la Oficina Internacional de Cooperación de la Academia China de Ciencias Sociales, y Wu Baiyi, Director General del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales.
«Queremos avanzar hacia una relación más equilibrada basada en la igualdad y el beneficio mutuo. Por eso, lejos de significar un freno, estos obstáculos representan una inmejorable oportunidad para corregir y avanzar. Los poderes ejecutivos y legislativos de nuestros países tienen la responsabilidad de generar las condiciones políticas, económicas y jurídicas que aseguren que nuestras relaciones comerciales internacionales impulsen el fortalecimiento de nuestras industrias y aseguren los puestos de trabajo de nuestra gente», indicó. «Está claro que nuestros vínculos han crecido y que el futuro nos depara inmejorables oportunidades para seguir creciendo. Lo fundamental es que tanto los argentinos como los chinos comprendamos que una asociación estratégica como la que estamos construyendo demanda vernos recíprocamente como socios y no como meros clientes. Para ello, es necesario continuar generando un conjunto de lazos estables, continuos y confiables».